Oskia
Ugarte Abarzuza y Elisabeth Eskisabel Azanza
Itzulpena: Koro Garmendia
Version Original
El Camino de Santiago es un referente de primer orden entre las causas explicativas del desarrollo económico, religioso y, por supuesto, artístico-cultural que ha conocido Europa, y, como enseguida veremos, también Navarra. A partir del siglo IX, el aumento de feligreses en la ruta hacia Santiago de Compostela con el fin de venerar los restos del Santo fue paulatinamente aumentándose, hasta alcanzar su plenitud en la Edad Media. Este apogeo se vio asimismo reflejado en el ámbito artístico, que en aquella misma época, y hasta llegado el siglo XVI, viviría uno de sus mejores momentos de esplendor y prosperidad. Entre los múltiples estilos artísticos desarrollados a lo largo de estos siglos, destaca por su predominio y expansión el románico, aunque sin olvidarnos de la grandeza que el gótico conoció en determinadas villas.
![]() |
Clicar para ampliar la imagen. |
El arte románico se extendió a través de toda Europa, pero en Navarra brilló con auténtica luz propia, debido, principalmente, a la activa intervención de los monarcas -dirigentes de la sociedad feudal- y del clero en aras de defender y promocionar el Camino. En este sentido, es obligado mencionar a dos reyes: Sancho III el Mayor y Sancho VI el Sabio. El primero de ellos no sólo fue un ferviente impulsor del arte románico, sino que su figura, además, resulta decisiva para entender el sentido y el éxito internacional del Camino de Santiago a su paso por Navarra. Hay que tener en cuenta que el hecho de que la ruta atravesara prácticamente toda Navarra ayudó significativamente al desarrollo del románico en este territorio. Las principales rutas que pasaban por Navarra eran dos: la procedente de Aragón y la que, desde Roncesvalles, atravesaba los Pirineos, seguramente la más conocida y, desde luego, la favorita de la gran mayoría de los peregrinos, por la protección y asistencia que sus cuidadas infraestructuras ofrecían. En cualquier caso, no debemos olvidar que, además de estos dos caminos, había también otras (la ruta del litoral, de la Ribera, del Valle, etc.). Claro que, al estar mejor dotados los caminos más transitados, terminarían por ser las vías más prolíficas, tanto desde el punto de vista económico como social.
![]() |
Puente la Reina (Nav). Portada Romanica, de hacia 1200, de la iglesia de Santiago el Mayor. |
Aunque algunos autores aseguran que el desarrollo del románico vino motivado por el apogeo del Camino de Santiago, lo cierto es que durante estos últimos años esta teoría va paulatinamente perdiendo firmeza. En cualquier caso, es indudable que el Camino ha desempeñado un destacado papel como factor clave en la expansión de diversos elementos artísticos.
Dentro del arte románico sobresale la arquitectura, y, en ella, los edificios de carácter religioso, si bien en Navarra encontramos también un caso excepcional, como es el Palacio Real de Estella, única expresión, en Navarra, de la arquitectura románica civil. De todos modos, donde verdaderamente destaca la grandiosidad del arte románico es en las ermitas y catedrales, entre las que destaca la de Santiago de Compostela. Y si bien ninguna de estas iglesias se haya erigido en honor al Camino o a los peregrinos, se establece entre ellos un estrecho vínculo; sirva como ejemplo el caso de las girolas, destinadas a proporcionar a los peregrinos un lugar donde rendir culto a las reliquias, y que pueden apreciarse con toda claridad en la catedral de Pamplona, tanto en el templo gótico como en la iglesia románica que las excavaciones permitieron descubrir. La planta de cruz latina iría prevaleciendo y las naves laterales llenándose de capillas. Sobre las naves laterales se ubicaría la Tribuna regia (importada del arte carolingio), haciendo quizá las veces de dormitorio para los peregrinos.
![]() |
Estella-Lizarra. Palacio de los reyes de Navarra (Actualmente museo de maeztu). |
El Camino favoreció, asimismo, la expansión de otra serie de elementos arquitectónicos, tales como las arquerías lombardas, e incluso de los no propiamente románicos, como por ejemplo los islámicos, debido, principalmente, a la importante presencia de talleres artísticos itinerantes que durante aquella época transitaban por el Camino. No sólo alcanzaron un gran prestigio, sino que, además, contribuyeron notablemente a la expansión y desarrollo del arte románico y no románico.
En Navarra cabe distinguir dos zonas en cuanto a la disposición de los edificios románicos se refiere. Por una parte tenemos el estilo del ámbito rural, que se mantendrá pese a la propagación y repoblación de las ciudades en los albores del Camino, y por otra parte el estilo desarrollado en las villas.
![]() |
Monasterio de Leyre. |
Dentro del estilo rural, cabe destacar el Monasterio de San Salvador, emplazado en la sierra de Leyre. La magnificencia de esta iglesia, que alberga el panteón de los primeros reyes de Navarra, va estrechamente ligada a la presteza de Sancho III. A raíz de las excavaciones realizadas hemos podido averiguar que el monasterio conoció una primera fase prerrománica, pero si sobresale es gracias a los rasgos estilísticos de los comienzos de la arquitectura románica que en su iglesia se pueden advertir. Entre los elementos más llamativos del templo tenemos la robusta y monumental cripta situada bajo el ábside de la iglesia, construida de tal forma que sostiene todo su peso sorteando una abertura en el suelo.
![]() |
Iglesia de Eunate, Muruzábal (Nav). |
Siguiendo con el románico rural de Navarra, debemos detenernos en otras dos curiosas iglesias, la de Torres del Río y la de Eunate, por ser las que más dispares opiniones han generado. La singularidad de estas construcciones reside en la estructura de su planta, que al ser centralizada y octogonal tradicionalmente ha llevado a pensar que se trataba de capillas sepulcrales. La ermita de Torres del Río no da lugar a dudas, pero la de Eunate sí. Tras sucesivas investigaciones, se ha podido determinar que esta última no era una capilla sepulcral, sino una ermita al servicio de una cofradía. Ambas edificaciones cuentan con originales cúpulas de clara influencia islámica, que, de hecho, vienen a ser idénticas a la del hospital Saint Blais de Francia.
![]() |
|
Torres del Río (Nav). Iglesia románica del Santo Sepulcro, de planta octogonal. Siglo XII. |
La construcción medieval mejor conservada en Pamplona es la catedral. Tanto el edificio en general como el claustro en particular son dos obras arquitectónicas repletas de múltiples y variadas influencias. Si bien la iglesia responde en la actualidad al estilo gótico, se sabe que previamente acogió un templo románico que destacó, junto con la catedral de Compostela, por la magnitud de sus dimensiones. Con la irrupción del gótico, sin embargo, la iglesia fue transformando su estilo, hasta adoptar el aspecto que muestra en la actualidad. El claustro, bello ejemplo del gótico más exquisito, revela claramente la influencia de Inglaterra y pone de manifiesto la relación que guarda con el Santo Sepulcro de Estella.
La iglesia de Santa María de Sangüesa, por su parte, construida en la época renacentista, es una iglesia románica sencilla, pero que causa admiración por el distinguido conjunto escultórico de influencia francesa que atesora en su pórtico, y que viene a certificar la trascendencia de los talleres itinerantes. Además, nos encontramos aquí con uno de los pocos casos en Navarra donde el artista firmó su obra: una de las seis figuras que se presentan en las arquivoltas del pórtico sostiene un libro en el que podemos leer Leodegarius me fecit, o "me hizo Leodegarius".
![]() |
Puente la Reina (Nav). Puente románico sobre el río Arga. Primera mitad del siglo XI. |
En Puente la Reina se funden dos de las rutas más importantes que atraviesan Navarra y por tal motivo cuenta con una elevada afluencia de peregrinos, convirtiéndose así en una de las localidades más importantes del Camino. Lo realmente notable es su puente, que da nombre a la ciudad, mas cuenta también con iglesias que, aun siendo de origen románico, fueron construidas en épocas posteriores.
![]() |
|
Estella-Lizarra. Fachada gótica, de 1328, de la iglesia de santo sepulcro. |
Las esculturas compartían unas características que las asemejaban mucho entre sí. Los ejemplos más destacables los encontramos en Santa María la Real de Sangüesa (iglesia que cuenta con un espectacular pórtico románico monumental), y en San Miguel de Estella, los exponentes más significativos de la escultura románica de Navarra.
En lo que a los pórticos escultóricos se refiere, observamos en Navarra un fenómeno muy peculiar -y no es el único-, concretamente en los pórticos de las iglesias de Santiago de Puente la Reina, San Román de Cirauqui y San Pedro de Estella. La cuestión es que sus pórticos son polilobulados y reflejan una clara influencia mudéjar. Y dado que las tres iglesias se encuentran muy próximas entre sí, es lógico pensar que fueron realizadas por un mismo artista o taller. Y, aunque no se trate más que de un ejemplo, basta para que apreciemos cómo circulaban las corrientes artísticas a lo largo de la ruta.
![]() |
|
Ciraugui (Navarra). Portada de la Iglesia parroquial de San Román. |
![]() |
Aurreko Aleetan |