Susana ROMERO YESA, profesor de ESIDE (Universidad de Deusto)
Jose María ANGULO USATEGUI, profesor de ESIDE (Universidad de Deusto)
Lo que hasta hace poco eran sólo ideas fantásticas vistas en las películas, está cada vez más cerca de hacerse realidad. Nos referimos a la Microbótica, ciencia de ciencias pensada y desarrollada para hacernos la vida más fácil. Aunque queda aún mucho por hacer, ya existen las bases y la sensibilización para un futuro no muy lejano.
Los microbots, que son los “seres” que desarrolla la Microbótica, son pequeños robots móviles construidos para ejecutar una tarea de forma autónoma. Si los comparamos con seres vivos, tienen como ellos “sentidos” para recoger información, como son los sensores; posibilidad de movimiento a través de motores; formas de cambiar el medio a través de actuadores; y un pequeño computador que, previamente programado para la realización de la tarea, es lo que le da la autonomía. Así, cuando un microbot se ponen en funcionamiento parece un ser inteligente, que en base a la información recogida por los sensores actúa de un modo u otro.
Boebot. |
Ya realizan en nuestros hogares muchas tareas que, aunque simples, nos facilitan el quehacer diario. Se comercializan en forma de aspiradoras inteligentes, cortadores de césped, vigilantes, mascotas, etc. y su expansión sólo depende del abaratamiento de su precio de mercado. En otro orden de complejidad están los microbots dedicados al área científica, como son los microbots enviados a otros planetas para recoger muestras, los que se utilizan en áreas peligrosas o de difícil acceso para el ser humano, como son los enviados a volcanes o el que se utilizó recientemente para sellar las grietas del Prestige, etc.
EL PAPEL DE LAS UNIVERSIDADES
En la universidad no nos podemos quedar al margen de lo que sucede a nuestro alrededor. No se trata solamente de transmitir conocimientos, sino de hacer ver a los alumnos la aplicación de dichos conocimientos en aspectos de la vida diaria. Sólo así, éstos que ahora son alumnos pero que llegarán a ser profesionales, estarán capacitados para permitir el avance de ésta u otras ciencias. Así nació la idea de impartir la Microbótica como parte de una asignatura, hace ya siete años. La base está en la programación de microcontroladores. Un microcontrolador es un pequeño circuito integrado utilizado en multitud de aparatos de uso diario como los mandos a distancia, aparatos de música, máquinas expendedoras, etc. Mire a su alrededor y cuente sólo aquellos electrodomésticos con una pantalla donde le van poniendo las instrucciones a seguir o que indican datos como temperatura, hora, etc. Todos ellos llevan dentro al menos un microcontrolador. Sólo en el automóvil, cada una de las novedades que se incorpora en una nueva versión, desde el ABS hasta el climatizador, se basan también en microcontroladores. La Microbótica no es más que otra ciencia que hace uso de dichos microcontroladores. Pues bien, si estos microcontroladores están tan extendidos, debe ser misión de La Universidad la de preparar a sus alumnos para hacer frente a las exigencias del mercado, y si se consigue que esta enseñanza sea motivadora tanto mejor se asentarán los conocimientos que más tarde se utilizarán. De ahí que el diseño e implementación de un microbot resulte tan interesante como materia de una asignatura.
Rastreador. |
Los alumnos deben diseñar su propio microbot con la única restricción de que sirva para una tarea concreta. La idea la pueden poner ellos, o elegir de entre las que se proponen para participar en un concurso. Tras horas de diseño, montaje, programación y puesta a punto, llega el momento de poner nombre a la “criatura”. A partir de ahí es como si tomara vida, y el grupo de “padres” vive como propios tanto los éxitos como los fracasos de su “pequeñín”.
LOS CONCURSOS DE MICROBOTS
La idea de los concursos no es nueva, y son muchas las universidades, españolas y extranjeras, que anualmente realizan uno. Aunque cada uno tiene sus pruebas y sus normas, se tiende cada vez más a una unificación, de modo que los cambios que haya que realizar para presentarse a varios concursos sean mínimos. En la Facultad de ESIDE, de la Universidad de Deusto, llevamos ya varias ediciones de estos certámenes. Entre las pruebas, dos son las que apenas varían de un año para otro, la de “microbots rastreadores” y “microbots luchadores de sumo”, y se intenta tener una tercera prueba que se adapte en cada momento a diferentes innovaciones, preferencias, etc.
Limpiador. |
En la última edición, celebrada el 21 de diciembre de 2004, fueron más de 100 los grupos que participaron en el concurso. Se realizó una primera fase de clasificación, de modo que el día del concurso quedaran un máximo de ocho grupos por prueba. Por primera vez participaron, además de universidades de todo el estado, centros de enseñanza secundaria, siendo la experiencia muy satisfactoria para todos.
La primera de las pruebas fue la de “microbots rastreadores”. Un microbot rastreador debe seguir un circuito de un color dado, dibujado sobre un fondo de color opuesto (p.e. blanco sobre negro) en el menor tiempo posible. Dicho circuito estará compuesto por curvas, ángulos, rectas, ramificaciones, lagunas... y, en general, todo lo que se les pueda ocurrir a los organizadores. La única restricción para el microbot es que quepa en una caja de 20 x 20 cm. Este año esta prueba fue modificada con respecto a años anteriores, al añadir un obstáculo que los microbots debían esquivar para seguir su camino.
La segunda de las modalidades fue la ya clásica de “luchadores de sumo”. En varias rondas por parejas, los microbots se van descalificando en un área de juego. Este área es circular y el objetivo consiste en sacar al contrario de ella al menos en dos de tres ocasiones. Así como en los rastreadores se premia la rapidez aquí es la fuerza y la habilidad para escapar lo que se pone de manifiesto. Además, los sensores incorporados para detectar al contrario juegan un papel primordial.
La tercera prueba, que es la que cambia cada año, consistió en esta edición en “microbots limpiadores”, donde cada microbot debía demostrar su destreza recogiendo la máxima cantidad de arroz en un recinto cerrado y conocido, en el tiempo dado.
Sumo. |
En cuanto a los alumnos de centros de enseñanza secundaria que se presentaron al certamen, demostraron una gran competencia de habilidades, alzándose incluso con uno de los segundos puestos. Se agradece también la participación de otras universidades y de aficionados a la Microbótica, sin cuya motivación no saldrían adelante este tipo de concursos, y a las empresas que lo patrocinan, que alientan a su vez un hobby que además de esfuerzo y creatividad requiere de materiales para su puesta en marcha.
Más información en sromero@eside.deusto.es
www.eside.deusto.es/eventos/microbots
Aurreko Aleetan |