Las campañas de Greenpeace sobre la pesca. La necesidad de una reforma urgenteEscuchar artículo - Artikulua entzun

Sebastián LOSADA FIGUEIRAS

La conservación de la biodiversidad marina está muy ligada a la historia de Greenpece desde sus comienzos. Las primeras campañas marinas de Greenpeace empezaron por abordar problemas de carácter global, como la desaparición de las poblaciones de grandes ballenas debido a su caza comercial o de pinnípedos (focas) y cetáceos. Paralelamente, la investigación científica dejaba cada vez más claro que la actividad pesquera era el principal problema para la conservación de la biodiversidad en el mar: las flotas pesqueras seguían expandiéndose, ya casi no quedaba un rincón de los océanos sin explotar y el descenso general de los recursos pesqueros era incontestable, dejando a miles de comunidades en todo el mundo sin su principal medio de subsistencia y provocando una gran pérdida de biodiversidad.

Una crisis muy profunda: algunos datos

  Pesca de arrastre de profundidad, buque Iván nores, lugar Atlántico Norte
Pesca de arrastre de profundidad, buque Iván nores, lugar Atlántico Norte. Copy: Greenpeace/Kate Davison
Desde Greenpeace creemos que entre el público general no existe una percepción adecuada de la agudeza de la crisis que sufren nuestros océanos. Todos oímos a menudo que la situación de los recursos es mala, que hay grandes discusiones en torno a los recortes de las cuotas de pesca, pero hay un gran desconocimiento de la globalidad y profundidad de este problema, de sus causas y de las posibles soluciones.

El desarrollo industrial de la pesca durante el pasado siglo forzó la desaparición del mito de los océanos como una fuente inagotable de recursos. Durante demasiado tiempo los océanos estuvieron al alcance de quien tuviera medios para explotarlos; paralelamente, los avances tecnológicos posibilitaron una capacidad de captura muy por encima de las posibilidades de reproducción de los ecosistemas marinos y muchos gobiernos subvencionaron generosamente la construcción de más barcos y más potentes.

Los resultados no se hicieron esperar. La actividad pesquera industrial ha ido agotando las poblaciones de las especies que ocupan los lugares más elevados de las complejas redes tróficas marinas. Actualmente se calcula que la abundancia de peces predadores es aproximadamente tan sólo un 10% de los niveles pre-industriales1; muchas poblaciones de cetáceos podrían desaparecer en las próximas décadas; la producción pesquera ha estado descendiendo desde principios de los 902, pese a que disponemos cada vez de buques más potentes y tecnologías más eficaces para capturar peces; globalmente 1/3 de las capturas son devueltas muertas al mar3; dos de los ecosistemas costeros más productivos y fundamentales para el funcionamiento del ecosistema han sido destruidos en gran medida: el 25% de los arrecifes de coral ha desaparecido4 y el 25% de los bosques de manglar ha sido destruido en los últimos 20 años5. Como resultado disponemos de ecosistemas mucho más vulnerables a fenómenos de alcance global, como el cambio climático o la contaminación.

Los principios para una pesca ecológica y responsable de Greenpeace

  Pesca de arrastre de profundidad
Pesca de arrastre de profundidad. Copy: Greenpeace/Philip Reynaers
La complejidad y escala de la actual crisis pesquera implican que no existe una solución simple y única. Como propuesta y reflexión sobre el problema Greenpeace elaboró hace ya una década una serie de Principios para una Pesca Ecológica y Responsable6 que tratan de abordar los aspectos más importantes de la necesaria reforma de la actividad pesquera a escala global. Los Principios de Greenpeace defienden las pesquerías de bajo-impacto y cuestionan muchos de los elementos que rodean a la actividad pesquera hoy en día.

El mismo objetivo de la gestión pesquera debe cambiar, desde la actual maximización de los beneficios a corto plazo hacia la minimización de los impactos sobre el medio ambiente, especialmente del riesgo de dañar los stocks pesqueros, la fauna marina o los ecosistemas marinos de forma irreversible. Ninguna pesquería debería poner en peligro la capacidad de cualquier especie de resistir las fluctuaciones medioambientales, ya sean naturales o inducidas por el ser humano, ni inhibir la recuperación de cualquier especie que se encuentre amenazada o en peligro de extinción. Los impactos destructivos de las actividades pesqueras sobre los hábitats y ecosistemas marinos deben ser también eliminados, y la pesca en zonas de especial sensibilidad ecológica debería ser prohibida.

Los Principios de Greenpeace demandan poner fin a los métodos indiscriminados de pesca y pretenden la reducción y, en último término, la eliminación de la captura de especies no objetivo y de pescado inmaduro.

Además, para compensar nuestras grandes lagunas de conocimiento en lo que se refiere a los procesos ecológicos marinos, la gestión pesquera debe ser precautoria, poniendo el acento en la prevención del daño, en contraposición a los intentos de reparar los errores con medidas de recuperación o de mitigación una vez que estos se han producido.

Greenpeace pretende una transformación sustancial de la producción pesquera dominada por métodos de pesca destructivos, de gran escala e intensivos en capital hacia pesquerías de menor escala, de base comunitaria e intensivas en mano de obra, que empleen técnicas de pesca selectivas y prácticas respetuosas con el medio ambiente.

Ejemplos locales para un cambio global

Las campañas de Greenpeace han tratado de aplicar estos principios a pesquerías particulares, de forma que sirvieran como ejemplo de la necesidad de cambios en la forma en la que gestionamos las pesquerías a nivel global.

Un caso bien conocido, en particular en Euskadi, es el de las redes de deriva, por el grave perjuicio que la flota redera francesa suponía para los pescadores artesanales del cantábrico que pescan atún con anzuelo. Desde 1983 hasta 1998, Greenpeace desarrolló una intensa campaña para conseguir que la ONU prohibiera el uso de redes de deriva. En 1992 la ONU declaró una moratoria sobre este tipo de pesca en aguas internacionales y no fue hasta 1998 que la UE prohibió este tipo de pesca en sus aguas.

Delfín atrapado en una red
Delfín atrapado en una red. Copy: Greenpeace

Esta campaña era muy importante para Greenpeace porque suponía que por primera vez un arte de pesca se prohibía no ya por su impacto sobre la especie objetivo de la pesquería, en este caso atún o pez espada, sino sobre el conjunto del ecosistema: las redes de deriva eran conocidas como “cortinas de la muerte” por la gran cantidad de especies afectadas por este arte que eran devueltas muertas al mar, como tiburones, delfines, peces luna y otros. Se trataba de un precedente muy importante que debería aplicarse a muchas otras pesquerías.

Una segunda cuestión derivada de la anterior es que cuando son necesarios recortes de capturas o reducciones de flota (y ésta es una situación bastante generalizada), los recortes deberían afectar a las artes de pesca menos selectivas, y beneficiar a aquellas artes con menor impacto sobre el medio ambiente. Esto es muy importante porque los Gobiernos han favorecido en general a las flotas más industriales, mientras que las flotas artesanales que en general tienen menor impacto y generan más empleo se han visto en buena medida marginadas.

Otras campañas de Greenpeace

De la misma forma, Greenpeace ha desarrollado y sigue desarrollando distintas campañas en ámbitos concretos que tratan de ofrecer soluciones a los distintos aspectos de la gestión pesquera que es necesario cambiar.

Así trabajamos y hemos trabajado en pesca ilegal, en el impacto de los superarrastreros -buques de enormes dimensiones capaces de capturar lo que miles de pescadores- tanto sobre el medio ambiente como sobre la pesca artesanal, la protección de las profundidades marinas, la seguridad del transporte marítimo -y en particular de los productos derivados del petróleo-, la prohibición de la caza de ballenas o la creación de redes de áreas marinas protegidas, entre otras.

Pez atrapado en una red
Pez atrapado en una red. Copy: Greenpeace/Visser

A modo de conclusión

Necesitamos un auténtico debate sobre qué modelo pesquero puede garantizar el futuro de la pesca a largo plazo. En un contexto en el que es evidente que la presión pesquera debe disminuir a corto plazo para permitir la recuperación de las pesquerías y la reconstitución de los ecosistemas que les dan soporte, necesitamos saber hacia donde queremos ir. Debemos dar prioridad a aquellos sectores con menor impacto sobre el medio ambiente; que emplean artes de pesca más selectivas; generan más empleo; emplean menos combustible; o proporcionan un producto de mayor calidad. Necesitamos, además, una red representativa de áreas marinas protegidas. Son requisitos que dejan a las flotas artesanales como las mejor colocadas para poder garantizar una actividad pesquera responsable en el futuro.

De forma más esquemática, y por citar algunos pasos concretos, necesitamos:

1) Reducir de forma significativa la capacidad de las flotas industriales;

2) Reducir drásticamente el impacto de la actividad pesquera en los ecosistemas marinos y en las especies no objetivo de la pesca;

3) Proteger los derechos y medios de vida de los pescadores artesanales;

4) Declarar una red global de áreas marinas protegidas;

5) Poner en marcha el Plan de Acción Internacional de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación) contra la pesca ilegal;

6) Luchar contra los efectos del cambio climático y las prácticas acuícolas destructivas sobre todo en ecosistemas de gran valor como arrecifes de coral o manglares;

7) Acabar con la contaminación marina;

8) Establecer una moratoria sobre la pesca en zonas de alta biodiversidad de aguas profundas;

9) Garantizar la responsabilidad ilimitada para las actividades industriales que causen daños al el medio marino.

1Myers, R. et al. Rapid worldwide depletion of predatory fish communities. Nature, vol 423, 15 May 2003.

2Wagson, R. and Pauly, D. Systematic distortions in world catch trends. Nature, vol 414, 29 Nov 2001.

3Alverson et al. A global assessment of fisheries by-catch and discards. FAO, 1993.

4Buddemeier, R. et al. 2004. Coral reefs and global climate change: potential contribution of climate change to stress on coral reefs ecosystems. Pew Center on Global Climate Change.

5Press Release. New Global Mangrove Estimate. FAO 2003.

6Para una información más completa visitar: http://www.greenpeace.org/espana/campaigns/oceanos/sobrepesca/principios- para-una-pesca-ecol.

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2005/04/22-29