AGAMAR, Asociación Galega de Mariscadoras/es
El marisqueo es una profesión antigua que se desarrolla en los pueblos costeros de toda Galicia.
En sus principios, esta labor se realizaba como apoyo a la economía familiar, para poder comprar otros productos que se cultivaban en el interior de la comunidad, por ejemplo, la harina de maíz. Cuando la demanda de los productos del mar empieza a crecer, las gentes de la costa ven en esta profesión un medio de vida que se valora más cada día y con un gran arraigo entre la población.
Marisqueo a pie. Foto cedida por J.V. Landín. |
Una de las zonas pioneras y más conocidas en Galicia por esta profesión es la Ría de Muros-Noia, sobre todo la temprana implantación de fábricas conserveras que se dedicaban a elaborar y comercializar los productos del marisqueo. Ha destacado siempre por la gran variedad de calidad y cantidad en las diversas especies objeto de extracción: berberecho, almeja fina y almeja babosa; siendo aún en la actualidad una de las mejores zonas en dichas especies. La época de trabajo va desde el mes de octubre hasta el de marzo, y las mariscadoras entienden que ésa es la mejor época para la recolección, pues es cuando mejor calidad ofrecen estos bivalvos, especialmente el berberecho.
En las demás rías se trabaja durante todo el año, respetando siempre los períodos de veda. Cabe destacar también como buena zona para el marisqueo la que comprende la Ría de Arousa, en la provincia de Pontevedra.
En líneas generales, el marisqueo a pie y a flote se desarrolla en todas las playas y rías gallegas. Gracias a la gran aceptación se estos productos en los mercados de todo el mundo y al reconocimiento de su calidad, esta profesión (el marisqueo) ha pasado de considerarse una actividad marginal, a convertirse en una de las principales fuentes de ingresos para las familias gallegas.
Mariscadoras. Foto cedida por J.V. Landín. |
La necesidad de cuidar el recurso ante la gran demanda de que es objeto, nos ha llevado a implantar un sistema de control de la explotación que se lleva a cabo actualmente. En este sentido, es fundamental una buena organización del sector, que se articula desde la Administración Gallega, distribuyendo las diferentes zonas de las Rías en Cofradías de Pescadores y Agrupaciones de Mariscadores; creando los llamados “permex”, o documentos que atestiguan la autorización mediante concesión administrativa para ejercer la actividad, tratando de evitar así la masificación del sector que ha experimentado un importante crecimiento en los últimos años; se establecen también planes específicos de actuación sobre las playas y especies, que comprenden la limpieza de las zonas de marisqueo, así como las épocas de siembra, veda y recolección, respectivamente. Por otra parte, cada Cofradía organiza, a su vez, las diferentes actividades que abarca: marisqueo a pie, a flote, artes de enmalle (nasa de pulpo, nécora, trasmallos, betas, etc.), y recursos específicos: navaja, erizo, percebe; estableciendo unas directrices para cada subsector que dirigirán la labor diaria y ayudarán a defender los derechos de la mariscadora o mariscador, tanto ante la Cofradía como ante la Administración Autonómica.
El sector marisquero en Galicia está compuesto por unas 12.000 trabajadoras / es, dispersos a lo largo de la geografía costera gallega. Esto supone alrededor de 66 zonas distintas, lo que hace casi imposible la coordinación de actuaciones y reivindicaciones ante las administraciones, así como dificulta la existencia de una voz colectiva que les permita avanzar en la consecución de mejoras en sus condiciones de trabajo, a pesar de que las dificultades sean comunes para la mayoría de las zonas antes mencionadas.
A pesar de este difícil panorama, poco a poco y con mucho esfuerzo, se empieza a mejorar el modo de vida para las mariscadoras que trabajan en nuestras costas. En el año 1998 nace una Asociación independiente cuya idea es la de agrupar a todo el sector y convertirse en la voz común para ellas, la cual pasa a llamarse ASOCIACIÓN GALLEGA DE MARISCADORAS / ES – AGAMAR. Esta Asociación cree firmemente en la necesidad de asesorar, formar y defender al sector; fundamentalmente del marisqueo a pie, compuesto en su gran mayoría por mujeres, pues considera que es el que más apoyo necesita en todos los aspectos.
Marisqueo a pie. Foto cedida por J.V. Landín. |
Las artes de extracción de los productos del marisqueo a pie siguen siendo las utilizadas por las mujeres desde tiempos ancestrales, es decir, totalmente artesanales, lo que supone que estas trabajadoras han sabido incorporarse a la cadena de comercialización y consumo sin perjudicar al medio natural. Ésta es una de las características importantes que las Administraciones, tanto Autonómicas como Estatales, no han sabido ponderar, pues nunca han valorado lo que este colectivo puede aportar al desarrollo sostenible y, por ende, no les han potenciado en su evolución. Es por ello que las mariscadoras siguen demandando las mejoras sociales que les corresponden en concordancia con los ingresos que reciben y, en justicia, tienen derecho a exigir el asesoramiento técnico en todos los ámbitos de su actividad y las infraestructuras necesarias para la realización de la misma, que las Administraciones debieran garantizar.
AGAMAR no pretende desprestigiar ni desautorizar a las Cofradías ni a otras Asociaciones de ámbito local, sino que su aspiración es ser la voz de estas mujeres y dar traslado de sus reivindicaciones ante la Consellería de Pesca de Galicia. Para ello, y como colectivo ya organizado, es imprescindible conseguir la mayor unión posible de criterios dentro de la asociación, para que el sector pueda aspirar al tratamiento de rigor que corresponde a las 12.000 personas que lo componen, y convivir en armonía con las demás asociaciones locales.
El objetivo de AGAMAR no es ni debe ser organizar el trabajo en las playas, controlar el tamaño de las especies o supervisar su venta, pues para ello ya están las asociaciones locales. Hablar de AGAMAR es hablar de voz común, de plantear ante la Consellería de Pesca y de los estamentos comunitarios (Bruselas) las necesidades de ayudas tecnológicas, biológicas o económicas que el sector demanda, o la ineludible necesidad de un tratamiento fiscal diferencial para el colectivo o en materia de cotizaciones de la seguridad social, pues sus especiales características así lo exigen.
En la línea defendida por AGAMAR se ha aprobado recientemente el reconocimiento de la aplicación de los coeficientes reductores tanto para las mariscadoras / es de a pie como de a flote, así como para la pesca de bajura y los marineros dedicados a la explotación de los llamados recursos específicos. Este cambio en la normativa les permitirá a los afectados jubilarse con anticipación a la edad establecida como norma general (65 años), tal y como ya se le permitía a los marineros dedicados a la pesca de altura. Con ello, se consigue una pequeña parte de lo defendido por AGAMAR desde sus inicios, aunque a los promotores de esta reivindicación les gustaría que el porcentaje de dichos coeficientes reductores fuese más alto, es decir, superior al 10% o 15% aprobado, sin despreciar en absoluto el hecho de que por primera vez se reconozca, para este colectivo, la existencia de la necesidad de acortar el período de vida laboral activa. De hecho, la intención es la de seguir luchando para que el porcentaje se incremente y, al mismo tiempo, se reconozcan las enfermedades profesionales típicas de esta actividad que, hoy en día, no tienen dicha consideración legal. Otro de los logros todavía por conseguir es el de la implantación de un salario social que cubra las necesidades básicas de las mariscadoras durante el tiempo de inactividad laboral.
Marisqueo. |
Los pilares básicos que AGAMAR cree, deben fundamentar la acción reivindicativa son la información y la formación de las trabajadoras / es del sector. Por ese motivo, desde el año 1999 se comenzó a impartir formación especifica en los puertos de la Comunidad Autónoma: ofertando al sector, sobre todo, información sobre la legislación aplicable a su trabajo diario, como pueden ser las normas que rigen el desarrollo de los planes de explotación, los “permex” (autorizaciones de explotación), la alternancia de las artes, la ley de sanciones, la Ley de Cofradías y normas que la desarrollan, los procedimientos electorales de las Cofradías, las distintas formas de asociación que pueden establecerse, los aspectos fiscales de su profesión como mariscadoras / es, las normas de cotización a la Seguridad Social , el Régimen Especial del Mar, las convocatorias de ayudas para la construcción de buques, cursos sobre manipulación de alimentos, salud laboral y prevención de riesgos laborales, etc.
AGAMAR está presidida hoy por JOSEFA VALVERDE ROUCO, que es mariscadora de la Cofradía de Bayona (Pontevedra), y es una mujer implicada a nivel social como Presidenta de esta Asociación, y a nivel laboral como miembro de la directiva del colectivo de marisqueo a pie de dicha Cofradía, ayudando a organizar el trabajo diario.
Para finalizar, sólo resta decir que la lucha de este colectivo continúa, pues sus condiciones de trabajo son muy duras y su actividad no les garantiza los ingresos durante todo el año. Nuestras esperanzas como parte de AGAMAR están puestas en el carácter y fortaleza de estas mujeres, cuyo optimismo hacia el futuro no decae a pesar de las dificultades diarias.
Aurreko Aleetan |