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Para la Comunidades Autónoma de Euskadi, la última década y media ha sido con toda probabilidad la más prolífica de su historia en materia de estadísticas de síntesis, especialmente en el ámbito de las cuentas satélite. En este período, el Instituto Vasco de Estadística ha puesto en marcha nada menos que cinco operaciones que responden a esta definición: la Cuenta Satélite de la Producción Doméstica, la Cuenta de Protección Social, la Cuenta de Sanidad, la Cuenta de la Salud y la Cuenta Satélite del Turismo.
La información de la que dispone la ciudadanía sobre la naturaleza y el contenido de las cuentas satélite se antoja bastante pobre. Probablemente, el interés del público general por este tipo de operaciones se ve perjudicado por su relación con el sistema de cuentas nacionales, lo que sin duda les confiere una apariencia técnica y lejana. Su denominación, cuentas satélite, demasiado abstrusa y pedante, tampoco ha contribuido demasiado a su popularidad. Sin embargo, entender lo que es una cuenta satélite está al alcance de cualquier persona con un mínimo interés en la cuestión. Por eso, en lo que sigue, trataremos de acercar el concepto de cuentas satélite al público general que, entendemos, tiene un interés, aunque sea latente, en el tipo de información que facilitan estas operaciones; y describiremos someramente la oferta que existe de información oficial sobre la Comunidad Autónoma de Euskadi en este campo.
Las cuentas satélite están ligadas inexorablemente a lo que suele denominarse el marco general de contabilidad nacional. Este marco no es otra cosa que una serie de criterios y normas que los países siguen para elaborar sus cuentas nacionales. Puede decirse con rotundidad que las cuentas nacionales ofrecen la representación más acabada de los flujos económicos que tienen lugar en un determinado país o región. Si uno quiere tener un retrato completo y fiel de su economía nacional (regional), lo mejor que puede hacer es recurrir a las cuentas nacionales (regionales).
Ahora bien, cuando se desea disponer de una visión completa de un paisaje extenso es preciso abrir el foco de la cámara y, en consecuencia, hay que renunciar a la percepción de algunos detalles. Esto mismo es lo que ocurre cuando la imagen que se quiere obtener es la de la economía de un país: hay algunos aspectos que no quedan reflejados, y hay otros que no son descritos en todo su detalle.
El objetivo de las cuentas satélite es precisamente el de superar esta limitación de las cuentas nacionales. Se trata por lo general de ajustar el objetivo sobre un sector o ámbito concreto de la realidad económica, para obtener una visión más perfecta y completa de él, pero sin perder la noción del lugar que ocupa en el marco más amplio de la economía en general. Otras veces, la cuenta satélite sirve para completar el retrato que ofrece la contabilidad nacional con el análisis de elementos y fenómenos que ésta, por distintas razones, no tiene previsto investigar. Puede hablarse, por tanto, de dos tipos de cuentas satélite.
Foto: Vincepal -away-.
http://www.flickr.com/photos/vincepal/3083283650/
El primero tiene como finalidad describir con mayor pormenor un ámbito o sector de la realidad social, siempre desde la vertiente económica, para lo cual adapta los criterios y definiciones de la contabilidad nacional a la realidad del sector, y emplea clasificaciones que quizá no tendrían sentido en el conjunto de los sectores, pero sí en el que es objeto de atención específica. La clasificación de las unidades de producción en hospitales y centros de régimen externo, por ejemplo, es interesante en el sector sanitario, pero carece de sentido en cualquier otro.
El segundo de los tipos modifica los criterios de acotación del marco general de contabilidad con el objeto de ofrecer una visión más completa de la realidad económica. La contabilidad medioambiental constituye un buen ejemplo de este segundo tipo de análisis porque corrige el concepto de PIB. En la contabilidad nacional, el PIB mide el valor de mercado de todos los productos y servicios producidos en el territorio de un determinado país, descontados los consumos intermedios; pero no tiene en cuenta que para llevar a cabo esa producción se han consumido algunos recursos no renovables o se ha contaminado el medio ambiente. Aunque el uso de estos recursos no represente coste alguno para las empresas, está claro que tienen un valor y que su desaparición reduce el bienestar general del país. Por eso, la contabilidad medioambiental les atribuye un valor económico que descuenta a la hora de calcular un PIB corregido. Otro tanto podría decirse de la producción doméstica, es decir, el valor de los servicios que son generados en el ámbito del hogar y que sin duda contribuyen al bienestar de la sociedad, pero que en su mayor parte no son considerados a la hora de calcular el PIB.
EUSTAT-Instituto Vasco de Estadística ha puesto en marcha operaciones que encajan en ambos tipos de cuenta satélite. En el primer grupo se encuentran operaciones como la Cuenta de la Protección Social, la de la Sanidad, la de la Educación y la del Turismo. Es interesante observar cómo la acotación de cada sector es independiente de la del resto y responde, por lo general, a una metodología internacional. Esto implica que las mismas actividades pueden quedar reflejadas en dos cuentas distintas. Por ejemplo, todas las operaciones económicas que se encuentran detrás de la prestación de servicios sanitarios están en la Cuenta de Sanidad; lo que no obsta para que buena parte de ellas, por ejemplo las que suponen consumo de recursos públicos en beneficio de la ciudadanía, se contabilicen también en la Cuenta de Protección Social. Dicho de otro modo, las cuentas satélite no constituyen compartimentos estancos y sus resultados rara vez pueden agregarse para obtener resultados atribuibles a sectores más amplios. Otra cuestión interesante sobre este tipo de cuentas satélite es que la acotación de los sectores tiene poco que ver con la tradicional en la contabilidad económica. En el análisis económico entendemos por sector al conjunto de actividades que resultan similares, bien porque emplean tecnología similar, por ejemplo la industria extractiva, o bien porque sirven para atender una misma demanda por parte del cliente final, por ejemplo la intermediación financiera o los seguros y planes de pensiones. La acotación que se emplea en las cuentas satélite no siempre responde a estos criterios. Se diría que el único criterio generalizable que emplean las cuentas satélite es el de reunir actividades que constituyen un ámbito de la realidad sobre el que existe un evidente interés social. El caso más claro de ello es la cuenta de protección social, en cuyo dominio ni siquiera se incluyen las actividades de producción, sino simplemente aquellas transferencias que tienen como finalidad evitar que determinados riesgos, como la enfermedad o la invalidez, reduzcan en exceso la calidad de vida de las familias que los sufren.
En EUSTAT también se ha abordado una operación que responde al segundo tipo de cuentas satélite: la cuenta de la producción doméstica, que sirve, entre otras cosas, para poner de manifiesto el valor económico de la producción que tiene lugar en los hogares y que, en su mayor parte queda fuera del circuito del mercado.
En definitiva, las cuentas satélite que elabora el Instituto Vasco de Estadística aportan información útil a los poderes públicos, pero también a la sociedad civil, sobre cuestiones tan importantes como el volumen de recursos que se destina a atender a las familias que sufren determinados problemas sociales; el modo en que se producen y financian los servicios sanitarios; el volumen de recursos que las administraciones públicas dedican a cada tipo y nivel de educación, etc. Y, además, buena parte de esta información puede ser comparada con la de otros países y regiones, es decir, permite contextualizar la situación de la Comunidad Autónoma de Euskadi en un marco de referencia idóneo.
La oferta informativa que existe para la Comunidad Autónoma de Euskadi puede consultarse en el apartado de “cuentas satélite sectoriales”, dentro del desglose temático de página web de EUSTAT, y se resume en el siguiente cuadro:
EUSTAT ofrece un catálogo que supera el de cualquier otro organismo oficial de producción estadística regional en España por la variedad de las operaciones y la longitud de las series. Si hubiera que explicar la razón de este desarrollo relativo de la contabilidad satélite en la Comunidad Autónoma de Euskadi no deberían olvidarse los siguientes tres factores:
La visión que se ha tenido desde el instituto del mayor valor añadido de las operaciones de síntesis y, en particular, del de las cuentas satélite.
La disponibilidad de información básica que, en algunos sectores de la realidad económica y social, es mayor en Euskadi que en cualquier otra Comunidad Autónoma española. Esta es la consecuencia más palpable de haber diseñado un sistema estadístico “desde los cimientos”, es decir consolidando antes de nada sus bases informativas, diseñando operaciones que recogieran con rigor y exhaustividad los datos más relevantes de los principales sectores de la realidad vasca. Es la información reunida a través de las estadísticas básicas la que ha facilitado tanto, llegado el momento, la elaboración de las operaciones de síntesis que se nutren de aquéllas, como las propias cuentas satélite.
La experiencia en el uso del marco de referencia metodológico de toda la contabilidad satélite, es decir, el marco general de contabilidad nacional.