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Indalecio Ojanguren: Fotografía, historia y memoria (II/II)

Ángeles DE DIOS ALTUNA DE MARTINA

4. Los protagonistas de Indalecio Ojanguren

Idilio aldeano. No. 1026 (30/3/1922) tapa

Idilio aldeano. No. 1026 (30/3/1922) tapa.

Las imágenes y sus textos describen el ambiente rural, uno de los tantos preferidos por el fotógrafo. Los registros sobre ferias y mercados permiten conocer el público que asistía, qué cosas comercializaban, qué llevaban los caseros en sus burros, y qué compraban con el dinero obtenido, por ejemplo: telas, cintas, petróleo, pan. Otros llevaban animales vivos, huevos, queso, flores, alguna comida. La charla amena y el intercambio de información hacían de estos mercados, encuentros alegres, pintorescos de gran sociabilidad.

Las fotografías de tapa que representan esas escenas rurales, muestran en general hombres y mujeres layando la tierra, diversos oficios rurales, otras, jóvenes con un canasto en la mano para recoger los frutos, intercambiando la producción de sus caseríos o en busca de agua en la fuente o portando los cántaros en sus hombros o sobre la cintura o cabeza. Las notas dan cuenta de sus vestimentas, la belleza y gracia vasca, el peinado y calzado femenino. Están presentes en este escenario, las herramientas de labranza, los animales utilizados en el transporte y de cría. A estas particularidades, se sumaban otras escenas demostrativas de los múltiples y variados trabajos de la mujer como la cosecha, las compras, las tareas domésticas, la fabricación del pan o el cuidado de los hijos.

Otras mostraban incipientes idilios o esperas ilusionadas. Las abuelas cuidando los niños, tejiendo o pelando castañas. Los abuelos, de presencia digna y reposada, algunos reunidos jugando al mus, otros charlando en derredor de una mesa, bebiendo un chacolí o contando cuentos a los más pequeños en escenas de carácter bucólico e intimista. Los títulos de las fotografías, eran de por si originales y elocuentes, por ejemplo: “Los primeros frutos”, “Mujeres cosechando”, “Concurso de ciega” o “El pastoreo en Baskonia. La salida del rebaño” por mencionar algunos.

El pastoreo de Baskonia. La salida del rebaño No. 1311 (28/2/1930) tapa

El pastoreo de Baskonia. La salida del rebaño No. 1311 (28/2/1930) tapa.

Baserriko Lorea – Flor de la aldea - No. 1030 (10/5/1922) tapa

Baserriko Lorea – Flor de la aldea - No. 1030 (10/5/1922) tapa.

Los niños y jóvenes fueron protagonistas frecuentes de sus registros, entre ellos, sus hijos. Los mostró ascendiendo senderos o pequeñas cumbres, disfrazados para la fiesta del carnaval, solos o en compañía de sus padres o amigos.

En cuanto a personajes ilustres o populares, funcionarios de la época, artistas o músicos, Ojanguren, retrató hábilmente a quienes, de una u otra forma destacaba en Euskadi por su quehacer.

Además de la fotografía y el nombre popular, el fotógrafo y su auxiliar periodista, agregaban datos personales aclaratorios, como nombre y apellido completos, apodos o seudónimos y quehacer profesional, como los casos de “El veterano tenor “Asti” —José Astigarraga—; “Doña Martina Againegabiria, Venerable Etxecoandre de Oñate”, que cumplía 105; “El pregonero de Placencia” —Tambor Ignacio Berraondo— o la fotografía de Antonio de Urreta en “Homenaje a un sepulturero” vecino de Elgoibar. Algunas notas, más ilustrativas aportaban información adicional al lector como el caso de Evaristo Bustinza, “Kirikiño”, poeta, escritor y periodista en lengua vasca. A su fallecimiento, en 1929, Ojanguren envió cuatro fotografías del pueblo de Mañaria en Biscaya, lugar de su nacimiento, imágenes del entierro y del cementerio donde reposaron sus restos.

En otras, el fotógrafo era el protagonista. Se observa su autorretrato en la cumbre de una montaña mirando el horizonte o el lugar conquistado o con alguno de los elementos utilizado para el ascenso, como la makila o bastón. En estos casos la imagen llevaba como epígrafe comentarios elogiosos para su persona y quehacer profesional como: “El gran escalador de montañas”. Con frecuencia la imagen lo mostraba en una cumbre solo o acompañado por personas de su amistad como Kirikiño —Evaristo de Bustinza— o el escultor Carlos de Elguezúa.

Intrépido alpinista No. 1129 (10/2/1925) p. 199

Intrépido alpinista No. 1129 (10/2/1925) p. 199.

Desde principios de 1930 envió regularmente fotografías de funcionarios o personas de prestigio, retratos, bustos, de pie o sentados como la de un obispo, la visita de embajadores, marinos, la presencia de la Fragata ARA “Presidente Sarmiento” de particular significado a la historia argentina y al recorrido anual por los mares y puertos del mundo. En una oportunidad, la visita de los comandantes y estudiantes a la Fábrica de Armas de Eibar, fue ampliamente difundida, el agasajo de que fueron objeto, banquete y danzas tradicionales.

Es de destacar, el importante espacio que la revista brindó a su corresponsal gráfico. Del total de los registros obtenidos, 87 fueron tapa de la misma y dos de portada.1 A fin de completar información, debió acudirse en varios casos, a búsquedas adicionales que permitieran identificar a los protagonistas.

4.1 Deportistas y montañistas

Tipos baskos. Un veterano palankaris eibarrés No. 1352 (20/4/1931) Tapa

Tipos baskos. Un veterano palankaris eibarrés No. 1352 (20/4/1931) Tapa.

De la multiplicidad de protagonistas de sus fotografías, merecen especial atención las que documentan la presencia de deportistas en general y montañistas en particular. Como se ha dicho, la práctica, el fomento y la difusión de estas actividades, constituyeron una de las grandes pasiones de Indalecio Ojanguren. Las excursiones de mendigaiñzales, los ascensos de los excursionistas, la llegada a las cumbres o los recorridos por las montañas fueron captados frecuentemente. Ese entusiasmo lo demostró en el envío de sus propias imágenes que lo representaban gallardamente con los títulos: “Intrépido alpinista” —Fotografía de Indalecio Ojanguren— o “El gran escalador de montañas” - Imagen del fotógrafo “Águila”. En otra oportunidad, en la cumbre de Intxorta (Elgueta), la imagen lo muestra en “La Cruz Veleta” y en una vista general de la misma.

Los trabajos de este fotógrafo aparecían regularmente, en cada uno de los ejemplares con noticias de palankaris, aizkolairs, pelotaris, ciclistas y cross, regatas de balandros y traineras. Cada imagen anunciaba el lugar donde se realizó el torneo o la carrera, el ganador con sus nombres, como “El Chiquito de Aya”, vencedor del juego de hachas, o los veteranos forzudos, como el eibarrés Martín Aguirreomezkorta (a) Arizmendi o los logros de Pedro María de Txurruca (Aritza), de Motriko.

4.2 Otros temas

Zaldíbar No. 1354 (10/5/1931) tapa

Zaldíbar No. 1354 (10/5/1931) tapa.

Es importante destacar el aporte al conocimiento de la arquitectura y valoración del patrimonio. Las fotografías de caseríos, palacios, ermitas, antiguas iglesias, ayuntamientos, centros educativos, universidades, teatros o iglesias, dejaron un aporte de particular interés cultural. A la imagen, se agregaban notas con descripciones de sus emplazamientos, antigüedad, materiales utilizados, nombre de sus propietarios y detalles de su ornamentación. Algunas de ellas mostraban la fachada y el interior de los edificios agregando al valor arquitectónico, lo histórico y usos o destinos en el transcurso del tiempo. Otros, muy extensos llevaban por título expresiones referidas a quienes nacieron o su parentesco con personas de prestigio.

Fig. 12 Típica portada de la casa solar de Zubieta, de Apatamonasterio (Biskaya) No. 1033 (10/6/1922) tapa

El fotoperiodismo ejercido por Ojanguren, permitió conocer y recrear Euskadi con los elementos técnicos de la época. Para esos años utilizaba como se dijera, una máquina Kodak, recurso utilizado con verdadero arte. Las imágenes documentales, edificios emblemáticos, paisajes y en particular los rostros, destacan por su claridad y valor estético.2

Típica portada de la casa solar de Zubieta, de Apatamonasterio (Biskaya) No. 1033 (10/6/1922) tapa

Típica portada de la casa solar de Zubieta, de Apatamonasterio (Biskaya) No. 1033 (10/6/1922) tapa.

Ojanguren difundía noticias ilustradas de gran valor documental. Algunas de ellas, resumían en pocas palabras el significado de la escena o su contenido. En escasas líneas proporcionaba la información, y en otros casos, con el auxilio de un texto aportaba datos, sugería reflexiones e informaba acerca de temas que consideraba de importancia. Sus trabajos tienen un lenguaje expresivo y autóctono en el arte y en los mensajes. Algunos de ellos, deslizaban comentarios con críticas políticas como la prohibición del gobierno militar de 1924, de escribir en euskera una placa de homenaje en la casa natal del Obispo de China, Fray Francisco de Aguirre.3

Importantes envíos difundieron aspectos sanitarios o de prevención de la salud en pro de la lucha contra la tuberculosis, de gran incidencia en las décadas estudiadas. Las fotografías mostraron la construcción de sanatorios, dispensarios, clínicas de recuperación de enfermos y la frecuencia de actos organizados para recaudar fondos para esos fines.

Durante 1922, la revista reprodujo una serie titulaba “Pueblos Baskos”. Este título precedía la imagen de cada uno de los pueblos de Guipúzcoa o de Bizkaia. Algunas de ellas tenían notas complementarias acerca de sus características sobresalientes como Iglesias, campanarios, basílicas, montes, fiestas tradicionales del santo o patrono del lugar. El paisaje, la flora y la fauna de esos sitios, no fue ajena a los intereses del fotógrafo y de sus acompañantes. Varias de ellas mencionan las especies arbóreas encontradas en los caminos o ascenso a los montes.

Forúa No. 1054 (10/1/1923) p. 147

Forúa No. 1054 (10/1/1923) p. 147.

Otras contenían datos adicionales sobre los animales y aves del lugar y sus movimientos migratorios. Un escrito acerca del monte Ernio lo describe con expresiones poéticas. En relación a las altas cumbres, el mar Cantábrico, a las playas y las peñas, dijo: “Levantan sus altas cumbres a lo lejos y por la parte del mar, grandes bandadas de aves migratorias que vienen del sur: palomas, cuervos, tordos, campanarios, malvices…parecen surgir de la tierra. Más tarde se verán los patos y los gansos, y en los grandes ángulos a considerable altura, pasarán las zancudas”.

Otras descripciones informaban acerca de las cruces construidas por el hombre y las creencias tejidas en su derredor. Documentó menhires y cruces discoidales con detalles tanto históricos como antropomorfos.

Curiosidades alabesas . Menhir de Toloño (Peña cerrada) No. 1307 (20/1/1930) tapa

Curiosidades alabesas . Menhir de Toloño (Peña cerrada) No. 1307 (20/1/1930) tapa.

Cada tanto las noticias referían la obtención de un premio o mención con comentarios elogiosos para el corresponsal. Representaciones de ascenso a las cumbres, u otra actividad de riesgo, como una inundación del río Deba, fue acompañada con expresiones tales como:

Nuestro intrépido corresponsal fotográfico señor Ojanguren, con su máquina y su Citröen, desafiando todo peligro, se encaminó inmediatamente a aquel lugar y obtuvo la vista que acompaña a estas líneas, que constituye un documento demostrativo.

5. Valoración de su obra

Esta investigación permitió, entre otras cosas, el conocimiento de Euskadi, el paisaje, los pueblos y ciudades, costumbres populares, la cultura baska en sus diversas manifestaciones. Los registros comprenden un período de poco más de dos décadas, en las que Ojanguren, regularmente registró con su cámara, a sus pueblos y habitantes reflejando por medio de una gran diversidad y originales fotografías, los lugares que su ojo avizor detectaba y consideró oportuno captar con su lente. Las cumbres, el llano, o el paisaje, el crecimiento y desarrollo del pueblo vasco no fueron indiferentes a sus intereses y curiosidad, documentando los cambios sociales y políticos que se producían.

Su obra transmitió a los inmigrantes de América un modo de mantener vivo el vínculo con su país de origen, reavivando sentimientos de pertenencia y contribuirían al afianzamiento de la identidad baska en un país, donde diferenciarse del resto de las diversas colectividades inmigratorias, constituía una necesidad personal.

A la autora de este trabajo, facilitó de igual forma, el conocimiento de la tierra de sus antepasados; cada pueblo, ciudad, montaña, río o descripción de las costumbres del caserío trajeron al presente el paisaje euskaldún, su cultura y tradiciones milenarias.

Ojanguren diferenció las fotografías con aporte periodístico de otras que revelan una estética particular como los paisajes, retratos de tipos populares, pueblos y ciudades, los caracteres ornamentales de sus edificios, los detalles en la vestimenta típica, las labores rurales o escenas domésticas. La importancia de la labor profesional de este singular fotógrafo, ha constituido una herramienta de construcción de la historia social y la memoria visual del pasado de Euskadi.

6. Conclusiones

El trabajo permitió el conocimiento de diversas disciplinas como historia, geografía, arte, costumbres y tradiciones, palabras en euskera entre otros temas. Se accedió a un reconocimiento pormenorizado de pueblos y ciudades de Euskadi, cumbres, montañas, tradiciones festivas y religiosas, imágenes de un tiempo pasado que cobraron vida a través de sus fotografías reavivando el recuerdo, por un lado, y por otro, perdurando la historia, regresando a la memoria hechos que hicieron la historia del País Vasco durante los años de su corresponsalía.

Las fotografías de este profesional pusieron de manifiesto el esfuerzo del trabajo, la dedicación, la constante laboriosidad de un pueblo, de tradiciones y valores. Mostró a la familia unida, a los adultos, mujeres y hombres, a los jóvenes, siempre en sus tareas habituales, pero con tiempo dedicado a la práctica de deportes y a al culto de las tradiciones en fiestas, bailes, actos religiosos o cívicos. Asimismo esas imágenes constituyeron la memoria permanente de la tierra, de los acontecimientos históricos que en la lejana América protagonizaron sus hijos, como la fundación de ciudades, la vuelta al mundo, la transmisión de la música y del arte. Los registros, permitieron conocer la realidad urbana y rural del país vasco, y su evolución durante las décadas antes mencionadas.

El trabajo induce a diversas lecturas e interpretaciones históricas, sociales e incluso simbólicas de gran valor para el investigador. Son crónicas de la historia, la geografía con sus ríos, montañas o el mar. Los actos de carácter festivo o religiosos y hasta algunos de carácter político, fueron registrados con mirada cautelosa y sagaz y captaron “el momento justo” de personas, acontecimientos, lugares, pueblos y ciudades.

La cultura, en todas sus manifestaciones fue transmitida con fotografías de pintores, músicos, coros, orfeones, orquestas, dantzaris, instrumentos musicales típicos y sus intérpretes. Retrató con aguda mirada, el rostro del hombre y la mujer vasca, el perfil del pueblo euskaro, las características étnicas y culturales que lo diferencian de otros pueblos.

Han sido localizados algunos errores de carácter histórico, entre ellos la muestra de un campo de batalla que alude a la Revolución de Mayo en la Argentina. Es de señalarse que el 25 de mayo de 1810, no se produjo una Revolución con derramamiento de sangre como sugiere la imagen, sino la independencia de la monarquía española y la constitución de una Junta de Gobierno integrada por criollos, figuras patrióticas pertenecientes al ámbito porteño. Otro error relacionado a la Argentina, es la portada del número 1288 del 10 de julio de 1929 que señala “Edificio que encierra la casa del Congreso de Tucumán”. La imagen es de un edificio que no corresponde a la realidad.

Respecto al General Simón Bolívar, una nota refiere al pueblo de Bolíbar, en Vizcaya, como su lugar de nacimiento en 1783. El Libertador de varios países americanos, si bien era de ascendencia vasca, su nacimiento se produjo en la ciudad de Caracas, capital de Venezuela.4

Ojanguren, cronista gráfico de su tiempo, contribuyó ampliamente a la promoción del deporte en general y el montañismo en particular. Difundió las excursiones, las ascensiones a las montañas de Euskadi, las conferencias y concursos organizados para dar a conocer las multiplicidad de actividades del deporte, sus asociaciones y representantes o referentes en cada uno de ellos. Los trabajos tienen particular valor histórico, costumbrista y antropológico por su variedad temática y el haber contribuido a la difusión del arte baskongado con las reproducciones de monumentos, esculturas de obras de arte, algunas de ellas relacionadas al deporte.

Este fotógrafo, recordado por su calidad profesional y humana, tuvo una particular mirada sobre la vida cotidiana, el escenario de ciudades y pueblos, un ojo atento a la importancia del mantenimiento de las tradiciones como bailes, coros, romerías y otros festejos. Valorizó el patrimonio artístico y arquitectónico con visión intuitiva de los edificios, tanto antiguos, como de reciente construcción. Importante número de fotografías registran detalles de ornamentación de iglesias, catedrales o antiguas universidades. En cuanto al paisaje percibió el significado que para los emigrantes portaban esas imágenes de sus lejanos pueblos o comarcas, muchas de las cuales no volvieron a ver.

Tuvo una forma peculiar de mirar el mundo que lo rodeaba, tanto de la gente del pueblo y sus personajes, como los jóvenes deportistas y la vida de sus mayores. El aurresku, por ejemplo, fue testimoniado con numerosas fotografías. La vida del caserío y su quehacer diario, como los detalles de la construcción integrada a la naturaleza en la montaña, su vegetación, la cría de animales, el moblaje y sus símbolos, que no solo lo distinguen sino constituyen una unidad social y económica significativa en la cultura euskera.

Estas fotografías analizadas constituyen “el ojo” actual de la historia no sólo de La Baskonia sino de lugares, personajes y acontecimientos que permiten apreciarlos visualmente tal como fueron en décadas anteriores. Supo captar escenas, tipos humanos, “momentos justos” en una escena, gestos significativos o de mayor expresividad de sus personajes.

Destacado excursionista, fue conocido como se dijera, con el apodo de “Fotógrafo Águila” o “El águila”. Tal vez este nombre que le asignaran fue en respuesta a su condición personal. Con ojos de ave de altura se detuvo en su protagonista, en el movimiento preciso, en los paisajes, en cada lugar o acontecimiento, y fijo en la lente una imagen inconfundible, testigo de su tiempo. El aporte efectuado a La Baskonia y a sus lectores del pasado y del presente se considera de fundamental trascendencia por los valores históricos y culturales que trasmiten.

Registros fotográficos 1913-1935

1 La particularidad de “portada”, como se dijera, es posible apreciarla solo en la edición efectuada por la Universidad de Nevada, Reno (1893-1932).

2 El uso de una Kodak, fue anunciado en el No. 1794 del 10 de septiembre e 1929 p. 537.

3 En los números 1104 y 1105 de los meses de mayo y junio de 1924, la revista destacó este hecho revelador del malestar de la época en relación al uso del euskera.

4 En la portada de revista, No. 1224 (30/9/1927), una fotografía de Indalecio Ojanguren, lleva la inscripción: “Bolívar (Bizkaia). Pueblo de donde era oriundo el Gran Libertador de América D. Simón Bolívar”.

Se agradece al fotógrafo y escritor José Valderrey de Eibar, el envío de la biografía de Indalecio Ojanguren, con imprescindible información para realizar este trabajo, y la amabilidad con que ha respondido acerca de mis consultas relacionadas a la vida y obra del “Fotógrafo Águila”, Indalecio Ojanguren.

 

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