Todos sus productos son previo presupuesto, pues depende de las horas necesarias para su confección, pero a título meramente ilustrativo daremos los de este año 2008:
· Toallas: 15 € las dos iniciales.
· Iniciales grandes a 25 €
· Iniciales en juego de sábanas (2 en dada): 40 €
· Juego de toallas de 3 piezas con 2 letras en cada una: 60 €
· Boinas o txapelas de trofeo: 60 €
Antxon AGUIRRE SORONDO
María Jesús Lorenzo Díaz
c/ San Sebastián, 24, 4º B.
20100 ERRENTERIA
Tef. 943 52 48 29
En la ficha de Itziar Alduncin (EUSKONEWS n.º 245) definíamos el bordar como “Adornar una tela o piel con bordados”. A la vez explicábamos la diferencia entre el bordado y el encaje.
Comentábamos que era el “bordado de aguja o de ganchillo”, el “bordado a máquina” y el “bordado mecánico”.
Hablábamos de los 5 tipos de bastidores que se usan en el bordado, y describíamos algunos de los diversos tipos de bordado, como el “bordado blanco”, “bordado calado”, “bordado de fantasía”, “bordado de laminillas”, “bordado de Umbria”, “bordado de Lunéville”, “bordado Beauvais” y el “bordado Persa”.
Brindamos al lector interesado pueda allí consultar estos temas.
Hoy traemos a esta sección a María Jesús Lorenzo, que hemos llamado bordadora, por ser su oficio y su pasión el “bordado artesanal a máquina”, y también apelamos maestra pues ha dado y sigue dando clases, amén de que es merecedora de tal título por la calidad de sus obras.
Nace nuestra artesana el 2 de enero de 1956. Fue su padre José Lorenzo y su madre Josefa Díaz, siendo María Jesús la segunda de los 5 hermanos de este matrimonio.
Estudia en las escuelas públicas de Errenteria y ya con 11 años empieza a bordar entrando a aprender las técnicas en la academia que tenía María Luisa Erquicia, en Errenteria.
Obtiene el título de bordadora en el Colegio San José de la calle Prim, de San Sebastián, y posteriormente en la Academia Espoz de San Sebastián, cuando tenía 17 años.
Contando 19 años es contratada por la empresa ALFA para que se dedicara a enseñar a bordar en la tienda que dicha empresa tenía en la calle Viteri de Errenteria, en donde está 5 años, pasando posteriormente a efectuar las mismas funciones en la que tiene en la calle Oquendo n.º 10 de San Sebastián. Allí está dos años, tras los cuales compra un local en Errenteria y se dedica por su cuenta, además de vender máquinas ALFA, a dar clases de bordado tradicional a máquina. Llega a tener hasta 17 alumnas en cada uno de los cuatro turnos de clases que se imparten diariamente.
A los 5 años, una noche les roban todas las máquinas (en total 27) y todo el género, con enorme disgusto, quedando dañada económica e incluso en la salud, tras lo cual no trabaja durante un año.
La empresa ALFA le vuelve a contratar y está 18 meses dando clases en la tienda que tiene dicha empresa en la calle Oquendo de San Sebastián, y otros 18 meses en la que tenía en Irun, tras lo cual regresa a la de San Sebastián, en donde continúa hasta la fecha, si bien actualmente ya no da clases de bordado a máquina de tipo artesanal, sino con las modernas máquinas con programa.
En 1979 casa con Florentino del Sol y tienen 2 hijos: Aitor (nacido en 1981) y Javier (1986).
Podríamos decir que su actividad es triple:
1º La venta de máquinas de coser y bordar ALFA, ya que nadie como ella para aconsejar al cliente.
2º Da clases y cursillos sobre el “bordado a máquina”.
3º A nivel particular borda de modo artesanal lo que se le pida.
Hay que aclarar que hay tres formas de bordar:
A.- El bordado manual, al modo antiguo, a mano, sin ningún tipo de máquina. Se tarda más, aunque es más fácil.
B.- El bordado artesanal a máquina, que requiere: gusto y conocimiento de la técnica, ya que si uno se equivoca al dar una puntada hay que desmontar y quitar el punto antes de continuar, lo cual resulta muy gravoso, por ello se requiera dominar esta técnica, además de buen pulso y experiencia.
C.- Bordado mecanizado, con máquina moderna de programa.
Se diferencian perfectamente los tres tipos de trabajo una vez terminados. Los “bordados manuales” son más planos, se trata de cubrir solamente, son menos voluminosos. Los “artesanales de máquina” posibilitan dar mayor volumen a los dibujos, pues se hacen puntadas sobre puntadas. Los modernos con máquinas programadas son igualmente lineales, no son tan bonitos.
Su especialidad es la del bordado a máquina, en las “viejas máquinas negras” de pedal. Ella trabaja con una máquina a pedal ALFA, sin motor que lleva ya 41 años con ella y que se la compró de segunda mano por 2.000 pts. (de las de entonces, claro).
Ha realizado todo tipo de bordados: toallas, sábanas, casullas, manteles para altar, estandartes, banderas para ayuntamientos y para los trofeos de regatas, artículos para despedidas, aniversarios, boinas, baberos, bandas para las cantineras de los Alardes de Irun (Gipuzkoa) y Hondarribia (Gipuzkoa), cintas para carreras de bicis, etc.
El encargo que más tiempo le ha llevado es el que ha realizado este año para el “I Campeonato Femenino de Regatas” realizadas en La Concha de San Sebastián. Una bandera en la que ha tenido que invertir unas 450 horas, además de hacer otras 22 réplicas en menor tamaño de la bandera de los chicos y otras 22 de la de las chicas, que se han regalado enmarcadas a cada uno de los integrantes de la embarcación ganadora.
Usa para su trabajo una vieja máquina de coser a pedales, ya que con ella domina mejor el trabajo. En cuanto a las telas depende. Si son boinas o cintas la base esta ya dada, si son banderas se suele usar telas de raso, de los que se utilizan para los trajes de novia, que tienen cierto cuerpo, o tejido de “moare” que tienen dibujos de aguas y dan un fondo muy bonito.
Usa hilos especiales para bordado, que la mayoría se fabrican en Cataluña.
Tiene varios bastidores de diversos tamaños para bordar.
El proceso es el siguiente:
1º Se dibuja en un papel el motivo.
2º Se calca, se pasa a la tela el dibujo ayudándose de un calco negro, salvo que por ser la tela oscura se requiera que el calco sea de otro color: blanco, amarillo, azul, rojo, etc.
3º Se coloca la tela en el bastidor.
4º Se inicia el bordado en la máquina.
En el caso de las boinas o txapelas no se usa bastidor por lo que se realiza el trabajo a pulso. En este caso se dibuja el texto y los motivos en un papel de seda. Este papel se pespuntea en la boina de forma que tenemos ya el dibujo en la boina y se retira el papel. Ahora solamente queda el llenar los espacios, el bordar con la máquina.
En el caso de las toallas como no se puede pasar el dibujo por medio del papel de calcar, lo que hace María Jesús es dibujarlos sobre un “papel sulfurizado”, que es un papel especial, con cierto cuerpo y aguanta más que el papel de seda. Luego se agujerea el papel y se pone sobre la toalla y se espolvorea color por encima, de forma que este pasa por los agujeros hasta la prenda, luego será cuestión de delimitar el dibujo definitivamente y llenar los campos.
Ya en la fase de bordado lo que se hace es poner los “cordones” o “guías oso”, que son unas tiras, o como dice la misma palabra cordones, que son los que delimitan el bordado y le dan cierto grosor. Si queremos colocamos otro a unos 5 mm y rellenando el hueco y cubriendo ambos tenemos un pequeño volumen, para así formar la letra en relieve, o los fondos.
Para terminar hay que rematar los extremos que se hace con una puntada muy pequeña para que apenas se vea. Si hay alguna junta se procura hacer el remate allí mismo para taparla.
En caso de los bordados de escudos y banderas el proceso se completa con el trabajo haciendo sombras con otros tonos de colores.
También hace trabajos de “calado” que si son con agujeros de distintos tamaños y formas se les llama “Richelieu”. En estos hay que perforar la tela y luego rematar los bordes de las perforaciones.
