Etnografía

Desde la más remota antigüedad la plata se ha usado como moneda. Pero también ha sido elemento unido a la mitología y las creencias populares. Por ejemplo, según las leyendas hindúes, existía una maravillosa montaña toda de plata, llamada Calaya, lugar del tercer paraíso hindú. En él imperaba el dios Ixora que iba montado sobre un buey, con sus servidores que le rendían culto.

Triglav era un ídolo venerado en Brandeburgo y Stettin, al cual se representaba con tres cabezas de plata; la frente y los labios estaban rodeados de una cinta de oro.

Volviendo a nuestro ámbito, ha sido tradicional que la gente pudiente bebiera siempre en una copa de plata, pues se creía que la plata neutralizaba cualquier veneno o emponzoñamiento, con lo que evitan morir envenenados, fuera accidentalmente o por acción de cualquier enemigo.

Don José Miguel de Barandiarán recogió cómo en Leitza, para la recolección de la manzana el dueño del terreno pedía ayuda a sus vecinos, los cuales posteriormente eran obsequiados con una merienda en el mismo campo. Si el propietario era rico, hacía servir el vino en un platillo de plata llamado barkillo.

Aún hoy en algunas ermitas de nuestra zona es costumbre tras la misa dar vino gratis a los asistentes que se les sirve en una taza de plata.

Popular creencia es que dijes de plata protegen contra el aojo. Era antaño usual el colocarlos en la muñeca de los niños.

En Treviño recogimos el dato de cómo en una de las casas pudientes de la zona se mantenía la costumbre hasta hace unos años que cuando se veía venir la tormenta, sobre todo “de Santa Cruz a Santa Cruz”, del 3 de mayo festividad de la Invención de la Santa Cruz, al 14 de septiembre, festividad de la Exaltación de la Santa Cruz, época en las que hay que cuidar las cosechas, sobre todo de trigo, se hacía sonar una campanilla de plata ya que con ello se evitaba la caída del temido pedrisco destructor.

Por último era costumbre que cuando el sacerdote asistía a la ceremonia de fundición de una campana de bronce arrojara al caldo una moneda de plata pues se creía que con ello se lograba que la campana tuviese mejor sonoridad.

Los precios

· “Lauburu” en dije de plata: desde 15 €.
· Anillos de plata: desde 20 €.
· Pulsera de cuero y plata: desde 15 €.
· Pendientes de plata y piedra de lava: desde 20 €.
· Pendientes totalmente de plata: desde 25 €.
· Collares de cuero y plata: desde 30 €.
· Otros.

Kuluma
Joyería

Antxon AGUIRRE SORONDO

KULUMA
Aitor Gisasola Larraza
Polígono Pagoaldea, n.º 92
OIARTZUN
Tef. 630 366 957
Mail: aitork@yahoo.com

Kuluma

Introducción

Ya anteriormente en tres ocasiones hemos traído a esta sección artesanos que trabajaban la plata, pero bien es cierto que cada uno con un estilo propio, e igualmente una distinta línea de productos. Así recordamos para el lector interesado el caso de Aitor Diego y Aurkene Rementeria (EUSKONEWS n.º 237), Asun Esnal (EUSKONEWS n.º 295) y Juanjo Ucar (EUSKONEWS n.º 317). Hoy traemos a otro joven artesano de la plata, Aitor Gisasola.

El artesano

Kuluma

Aitor Gisasola Larraza nace en Errenteria el 9 de mayo de 1970, siendo el mayor de dos hermanos (él y una chica). Fue su padre Ángel, de oficio tornero y su madre Charo.

Estudia en San Sebastián hasta el COU y BUP. Pasa luego a estudiar Magisterio en la misma ciudad. Tras una estancia en Londres de 4 años aprendiendo, inglés, informática, e incluso ¡cocina! marcha a México en donde toma contacto con la artesanía de la plata. Allí está dos años.

En el año 2000 entra en la Escuela de Joyería que hay en el barrio de Martutene de San Sebastián, en donde durante dos cursos mejora sus conocimientos, mientras trabaja en un pequeño taller montado en su casa.

En el año 2005 instala su actual taller en el polígono de Pagoaldea n.º 92 de Oiartzun (Gipuzkoa).

Pertenece a la Asociación de Artesanos Gabiltza.

Ha impartido algunos cursos de joyería en una academia de San Sebastián.

Los productos

Los productos que salen de las manos de nuestro artesano son piezas originales de diseño, en los que prima la búsqueda de formas originales. Podemos decir que sus creaciones no dejan indiferente al contemplarlas.

Trabaja básicamente en plata, sin desdeñar también otros metales, combinándolos con otros elementos como piedras, conchas, cuero, etc.

Realiza: collares, pendientes, dijes, pulseras, y cuanto se le pida dentro de su línea.

Vende sus productos en las ferias a las que asiste, y a tiendas y particulares que acuden directamente a él.

Kuluma

Los procesos

Vamos a suponer que nuestro artesano va ha realizar unos anillos de plata. Para ello prepara diversos trabajos con objeto de hacer la fundición en conjunto. Luego sobre cada uno de ellos trabajará y los terminará, personalizándolos, pero primero necesita el elemento básico el anillo o el pendiente, por ejemplo. Lo primero que hace es fabricar uno a uno y a mano el modelo.

Una vez tiene estas piezas preparadas procede a fabricar un molde de cada una de ellas. Ello lo hace con una pasta especial que coloca sobre la pieza consiguiendo así que una vez retirada la pasta aparezca en ella el hueco, el negativo del anillo o elemento a reproducir. Para esto se usa un caucho especial, a modo de plastilina. Se cierra y ata fuerte ambas partes del molde. A continuación del horno de licuar cera se saca este producto en forma líquida con el que se llena el molde antes citado, teniendo mucho cuidado de que no queden poros o burbujas de aire en el interior de la cera.

Una vez se enfríe se vuelve a abrir el molde y tendremos dentro la pieza que queremos reproducir pero en cera. Esto se puede hacer tantas veces como queramos. Luego uniremos todas estas piezas de cera, las soldamos entre ellas, formando lo que los joyeros llaman un “árbol”, por su semejanza.

El árbol se coloca en el interior de un cilindro metálico que llenamos todo él con escayola muy fina y se mete este cilindro en una máquina de vacío para que saque del interior todas las burbujas de aire. Luego se deja reposar este molde unas dos horas para que se seque y endurezca la escayola.

Kuluma

Una vez dura la escayola se mete este molde, que recordemos lleva en su interior el árbol de cera, en un horno a 750 ºC. para que se disuelva dicha cera, ya que esos huecos luego serán ocupados por la plata. Cuando el artesano calcula que ha desaparecido, que se ha evaporado la cera, lo saca del horno para que se enfríe el molde.

El siguiente paso consiste en fundir en el crisol el metal, en este caso vamos a seguir suponiendo que es plata.

El molde se pone en la centrifugadora y en su interior se va introduciendo la plata líquida. Cuando todo el interior está lleno, pero aún caliente el metal (por lo cual hay que hacer estos procesos con cierta rapidez) se pone en marcha la centrifugadora. Su finalidad es hacer que salgan todas las burbujas de aire del interior de la plata aún líquida.

Una vez frío se saca lo que habíamos llamado árbol, que ahora será de plata y con la segueta se va cortando cada pieza, separando los diversos elementos, sacando así los anillos, pendientes, etc.

Para dar a una pieza como terminada aún será necesario: limar, lijar y pulirla a conciencia elemento a elemento.

En cuanto a los equipos con los que cuenta nuestro artesano tenemos: una licuadora de ceras, bomba de vacío, horno, crisol de fundición (se calienta con soplete de butano), centrifugadora, pulidora rotativa, laminadora para hacer chapa o hilo, hileras para hacer los hilos y cientos de herramientas de mano.

Este proceso de fabricación es lo que se conoce como sistema de micro-fusión o fusión por presión a la cera perdida.

Posee asimismo un banco de trabajo instalado junto a una enorme cristalera para poder trabajar con abundante luz y otro menor que usa en las ferias.

Eusko IkaskuntzaAsmozEusko Media