A modo de orientación:
· Cartera pequeña desde 25 €.
· Cartera grande a colores desde 42 €.
· Bolso mochila desde 52 €.
· Bolso media luna desde 75 €.
· Cinturones desde 30 €.
(IVA incluido, portes aparte, envíos contra reembolso).
Antxon AGUIRRE SORONDO
Maider Telletxea Artzamendi
C / Santuene, 7 bajo.iz.
USURBIL
www.larruzlanak.com
maider@larruzlanak.com
Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, marroquinería tiene tres acepciones: “1. manufactura de artículos de piel o tafilete, como carteras, petacas, maletas, etc. 2. Este genero de artículos. 3. Taller donde se fabrican o tienda donde se venden”.
Solamente en una ocasión, en julio de 2003 (EUSKONEWS n.º 214) publicamos la entrevista a una artesana que trabajaba la marroquinería Txeli Moraleja.
Hoy traemos también a otra artesana-marroquinera.
Es interesante constatar como antaño este oficio era propio de hombres, que hacían casi de forma exclusiva “productos útiles” aunque a veces también fabricaban elementos a la vez decorativos, ya fueran cinturones, chalecos, etc., mientras que hoy prima una marroquinería lúdica, festiva, ornamental, aunque se sigan haciendo correajes para caballerías, sillas de montar, etc.
Habría que analizar si lo “útil” estaría más unido al sexo masculino, mientras lo “ornamental” el femenino.
Nace nuestra artesana el 4 de junio de 1974 en San Sebastián. Tras estudiar en el colegio Jakintza de su ciudad, se desplaza a Pontevedra, en donde cursa Bellas Artes, así como algunos cursos de Restauración Arqueológica.
En su estancia en Pontevedra toma contacto, en principio simplemente por afición, con algunos artesanos que trabajan el cuero, con los que aprende sus técnicas y procedimientos.
Dado sus conocimientos y el que fuera miembro activo de la sociedad de Ciencias Aranzadi de San Sebastián, en la sección de arqueología, realiza dibujos arqueológicos en diferentes proyectos y trabaja desde el 2001 en las campañas del yacimiento de Praileaitz en Deba, bajo la dirección de Xavier Peñalver.
En el año 2000 monta un pequeño taller de artesanía del cuero en San Sebastián. Desde esa fecha alterna esta actividad con otras, como por ejemplo dar cursos de marroquinería, o clases que imparte en la actualidad en el Instituto de Zarautz, a chicos y chicas de 13 a 15 años, en la asignatura de plástica.
Pertenece al colectivo artesanal de LUR.
Fabrica todo lo que se puede hacer con las manos y el cuero: bolsos, carteras, collares, patucos, cinturones, pendientes, riñoneras, mochilas, etc. Todo con cuero, o combinando este material con otros como cristales, piedras semi-preciosas, fósiles, monedas, etc. o decorándolos diversos tipos de dibujos mediante la técnica del repujado.
Los productos que realiza están creados por la misma artesana, aunque también admite encargos en los que se le especifica lo que quiere el cliente, siempre claro está, que se ajuste a su estilo.
Vende sus artículos directamente por Internet, en su taller y en las ferias de artesanía a las que asiste, incluso ha estado presente en algunas de Madrid y Barcelona, aunque generalmente se mueve en las ferias de Euskal Herria, en muchas compartiendo espacio con otros compañeros artesanos.
Cada pieza que sale de las manos de nuestra artesana Maider requiere sus propias materias primas y sus propios procesos de elaboración: unos serán cosidos a mano, otros a máquina, unos con un tipo de material, otros con otro, incluso a veces con varios o distintos tipos a la vez.
Diremos que Maider trabaja con pieles de muy distinta procedencia: cabra, oveja, potro, ternero, etc.
Pieles tratadas, bien sea mediante el curtido vegetal al tanino, o curtidas al cromo. Estos materiales los compra a curtidurías de Galicia, Barcelona, Madrid, Asturias, etc.
Me parece de gran interés repetir aquí dos párrafos que ya escribí el hablar de la anterior artesana de la marroquinería:
La piel se curte para evitar que se pudra por el proceso natural, o que al secarse adopten consistencia acartonada. Los hombres de la prehistoria curtían sus pieles con grasa animal. Los egipcios conocían el sistema de curtido vegetal por medio de jugos de plantas y frutos. Aplicaban además distintos aceites y grasas para su embellecimiento. Fue en el siglo XIX cuando aparecen las técnicas de curtido mineral aplicando sales de cromo.
Mientras las pieles tratadas con curtientes vegetales tienen un tono marrón semejante a la corteza del árbol, que evoluciona por efecto de los rayos solares, son bastas, gruesas, fuertes y de una mayor belleza natural al resaltar sus propios y naturales aceites, por contra las trabajadas al cromo que son más finas y su color es inicialmente blanco, aunque luego se tintan de los tonos deseados.
Maider prefiere trabajar con cuero curtido con vegetal, pero a veces, si va a ser teñido, es mejor utilizar el curtido al cromo, que presenta mejor comportamiento a los tintes.
Otro tema interesante son los procesos, ya que la pieza puede ser repujada, tintada, etc.
Recordamos que el trabajo del repujado, bien en cuero o en metal, consiste en hacer un relieve. Para ello nuestra artesana ablanda el cuero y coloca debajo de la piel la forma deseada, por ejemplo en plastilina, para a continuación por la parte que se va a ver la pieza ir presionando con buriles hasta obtener así la forma deseada.
En cuanto a las herramientas que usa nuestra artesana, son: tijeras, leznas, sacabocados, saca-tiras, agujas diversas, dedales, repujador, reglas, compás, corta-correas, mata-cantos, troqueles, martillos, alicates, cortantes, cortantes o cutter, etc.
Respecto a los materiales consumibles: hilo, hilos de pez (viene ya encerado), cera, colas, papel cebolla, cartulinas, lijas, base de corcho, tinta de colores, lápiz, Rotring, tiras, remaches, y otros elementos auxiliares y fornituras como cierres, hebillas, y los ya citados: ágatas, piedras, cristales, metales, monedas, etc.
