Fuente: Arrese, Pedro. “Efemérides de Navarra”
Roncalesa del siglo XVIII. |
Las diversas estados de cada persona quedaban reflejadas en el traje, siendo distinto si son forasteras, viudas, casadas o solteras. El traje era un símbolo de la nobleza colectiva del Valle, por lo que se le daba gran importancia a su mantenimiento y a su reglamentación rigurosa, con penas y multas económicas si no se seguían al pie de la letra.
Sin embargo, las estructuras mismas del valle iban a temblar cuando se hizo fuerte el deseo de las mujeres de intentar cambios en el traje, para verse diferentes y más guapas llevando algo novedoso y más en consonancia con los tiempos. Los hombres, que mandaban en las Juntas del Valle, no querían cambios, así que se produjo el conflicto. El 28 de enero de 1787, los representantes de Izaba, Urzainki y Roncal en la Junta expresaron el deseo del concejo de que se “procure por todos los medios la subsistencia del traje roncalés, que de tiempo inmemorial a esta parte se ha usado en este valle”.
Fuente: Auñamendi y Efemérides de Navarra. Juanjo Olaizola Elordi, Antonio Plaza Martín y Pedro Pérez Amuchastegui han publicado bajo el título “El ferrocarril del Bidasoa ” (Ed. Trea) la historia del pequeño tren fronterizo.
Fue un pequeño ferrocarril de tracción a vapor que seguía el curso del Bidasoa. El tramo Irún-Santesteban, de 38 km., fue inaugurado en febrero de 1916. Pocos meses más tarde lo fue el tramo Santesteban-Elizondo, de 12 km.
Habían pasado varios años desde que se aprobara la concesión de la prolongación de la primitiva línea entre Irún y Endarlaza para hacerla llegar hasta Elizondo. Hubo que hacer diversos cambios, ya que el ferrocarril antiguo se utilizaba para transporte de mineral, mientras que el nuevo era para viajeros.
Ampliar la línea en cuarenta kilómetros llevaba consigo complicaciones, ya que el recorrido es difícil: había que hacerlo entre el monte y el río, teniendo que construirse varios puentes y túneles, así como alguna trinchera. Dirigió la obra el ingeniero Ramón Aguinaga. El dinero, ocho millones de pesetas, se consiguió, sobre todo, entre capitalistas franceses.
Por fin, el 1 de febrero de 1916 partió el primer tren, a las 8,47, de Irun. En Santesteban, fin del trayecto, le esperaba toda la población y parte de la de los pueblos vecinos. Al estruendo inicial de la banda de música y cohetes, le siguió un silencio respetuoso mientras el párroco bendecía los coches y la locomotora (había cuatro en total y se llamaban Guipúzcoa, Álava, Vizcaya y Navarra). Luego hubo banquete para sesenta personas, brindis y discursos. Al vecindario se le repartió gratis pan y vino.
Llevó una vida lánguida hasta el 31 de diciembre de 1956, cuando realizó su último servicio.
Iturria: Auñamendi
José Ramón Uriarte Zaldunbide «Katxin». |
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