Pedro GORROTXATEGI GORROTXATEGI, Doctor en Medicina. Especialista en Pediatría
Itzulpena euskaraz
Introducción
La vacuna del papilomavirus humano, ideada con la finalidad de la prevención del cáncer de cuello de útero o cáncer de cervix, ha creado polémica entre investigadores y epidemiólogos. Prueba de ello es la publicación surgida en las páginas del suplemento de Salud del diario El País de opiniones contradictorias de personas de tan reconocido prestigio como los epidemiólogos del Registro del Cáncer del Instituto Catalán de la Salud (1) y los catedráticos de las Universidades Miguel Hernández y Autónoma de Barcelona (2). Además de esta polémica entre científicos, surge en fechas recientes la propaganda que inserta en la prensa la casa comercial con unas informaciones parciales y que pueden llevar a error a los padres de las niñas, que no estando incluidas en la campaña de Vacunación del Gobierno Vasco, se plantean la posibilidad de vacunar a sus hijas. El eslogan de la citada campaña publicitaria es “Tú puedes evitar que tu hija tenga un cáncer de cuello de utero”, al que sigue el dato: “El cáncer de cuello de útero es la segunda causa de mortalidad por cáncer en mujeres entre 15 y 44 años y está causado por el virus del papiloma humano, un virus muy contagioso”. Existe un contenido adicional que dice: “Protege la vida de tu hija”. La información cuenta con el aval de la AEP (Asociación Española de Pediatría) y de la SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia). Con estos datos, esta información y los avales citados, el que no vacune a sus hijas parece que les va a llevar a una muerte por cáncer que con la simple vacunación podría ser evitada; pero esta información no es completa y, como todas medias verdades, tiene algo de mentira. El objetivo de este trabajo es aportar a los padres y madres de Euskadi la información que les haga evaluar la necesidad o no de vacunar a sus hijas adolescentes.
“Evitar” es la palabra que utilizan en esa propaganda y es incorrecto. Evitar significa “impedir algún daño o molestia”, es decir, que no va a aparecer y esta vacuna puede prevenir entre el 60 % y 72 % de los casos de cáncer de cuello de útero, dado que no se vacuna contra todos los virus responsables de esta enfermedad. Hay 9 serotipos del virus que pueden ocasionar cáncer y la vacuna sólo contiene dos de ellos (3). Según los datos aportados por la información científica de la casa comercial, se han realizado estudios en mujeres entre 16 a 26 años en los que se analizaba la aparición de lesiones precancerosas, ya que el cáncer tarda más de 10 años en aparecer, y demostraban que en las mujeres vacunadas no aparecían dichas lesiones precancerosas (asociadas a los dos virus incluidos en la vacuna). En niñas de entre 9 y 15 años hay estudios que afirman que adquieren inmunidad frente al virus; igualmente, se afirma que se ha demostrado que la eficacia protectora se mantiene a los 4 años y medio después de la finalización de la vacuna (4), pero por el momento no hay demostrado nada más.
“El cáncer de cuello de útero es la segunda causa de mortalidad por cáncer en mujeres de entre 15 y 44 años”. Esta afirmación, y aunque es verdad, se refiere a la incidencia a nivel mundial, pero en España y Euskadi las cosas son muy diferentes. España tiene una de las prevalencias de infección por papilomavirus más bajas de Europa, lo que conlleva una de las más bajas incidencias a nivel mundial de cáncer de cervix (5). La incidencia de cáncer invasivo en Euskadi es de 83 casos (según el registro de cáncer de la CAPV, 2002) y la mortalidad en el año 2005 ha sido de 1,3 casos por 100.000 habitantes (registro de mortalidad de la CAPV) (6). Con estos datos, en Euskadi, esta enfermedad no es la segunda causa de mortalidad por cáncer en mujeres. Por lo tanto, la afirmación “Protege la vida de tu hija” que aparece en la citada propaganda no tiene en cuenta la realidad de la infección del papilomavirus ni de sus consecuencias en nuestro entorno.
La tercera afirmación es: “y está causado por el virus del papiloma humano, un virus muy contagioso”. Hay que explicar un poco cómo actúa ese virus. Nosotros pensamos que si un virus nos contagia, irremediablemente pasamos la enfermedad, pero eso, en el caso del papilomavirus, no es así. Son muchas las jóvenes que se infectan pero la mayoría de ellas, entre el 90 y 97 %, eliminan el virus adquiriendo inmunidad permanente y sólo en ese 3 % - 10 % restante, en los que la infección es persistente, se inician los cambios que pueden dar lugar a cáncer de cuello de útero; por lo tanto, el que el virus sea contagioso y el que infecte a muchas chicas no quiere decir que todas, ni mucho menos, puedan tener en el futuro cáncer de cuello de útero. Asimismo, el virus no es la única causa, existen otros factores que influyen en la progresión de la enfermedad hacia el cáncer, como veremos a continuación.
“Prevenir”. En todas las actividades médicas lo que tratamos de hacer es prevenir las enfermedades. Para ello, además del germen causal, se trata de incidir sobre otros factores relacionados con la enfermedad. Este cáncer, por ejemplo, se ha relacionado con la precocidad en el inicio de la actividad sexual y con el número de parejas diferentes, tanto de la mujer como de su pareja. Aunque el virus se considera una causa necesaria, no es un elemento suficiente. En la progresión de la infección viral hacia lesiones precancerosas y cáncer deben existir otros cofactores como la dieta, el tabaco, la utilización prolongada de anticonceptivos, factores genéticos y la infección simultánea de otros agentes de transmisión sexual (Herpes, SIDA o Chlamydia) (3). Hasta ahora se ha hecho prevención por medio de las citologías vaginales, que detectaban las lesiones precancerosas con lo que se ha disminuido drásticamente la incidencia de cáncer de cuello de útero en los últimos 40 años (5). Se estima que el 80% de las mujeres fallecidas por este cáncer no se habían hecho nunca una citología (2). La vacunación puede constituir una nueva estrategia de prevención frente al Cáncer de cervix (5), pero no la única. Como ha reconocido el Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco, las niñas o mujeres vacunadas deben, a partir de los 25 años, mantener los controles ginecológicos que se les indiquen en su centro de salud (6), por lo tanto, se deberá continuar con la práctica de las citologías.
Resumen
La vacuna tiene aspectos positivos innegables. Aunque en el momento actual no se ha demostrado que prevenga el cáncer asociado a los serotipos de la vacuna (sólo se ha demostrado que previene las lesiones precancerosas), es muy posible que sí lo haga. Aunque la inmunidad que se ha demostrado hasta el momento actual sea de 4,5 años, es muy posible que sea duradera. Está claro que no es la “panacea”, que no previene todos los cánceres de cuello de útero y que habrá que seguir con las citologías periódicas. El hecho de que este cáncer se asocie a otras enfermedades de transmisión sexual y al número de parejas sexuales diferentes tiene que llevarnos a educar a nuestras jóvenes en una vida sexual responsable, factor que también contribuirá a la prevención del cáncer de cervix. Ningún padre o madre que no vacune a su hija está llevándola al padecimiento de un cáncer genital ni a la muerte, como pretenden indicar en la propaganda citada. La vacuna es una herramienta de prevención, como lo son las otras citadas en este trabajo: educación para la salud y controles ginecológicos. Finalmente, espero que estos datos puedan servir a los padres y madres de niñas adolescentes, a las que la sanidad pública no cubre esta vacuna (niñas de 2º de ESO en adelante), a tomar una decisión adecuada con respecto a la vacunación o no de sus hijas.
Bibliografía
1) De San José S, Bosch X, Castellsagué X. Grandes beneficios y pocos riesgos. El País.Salud 13 de octubre de 2007, p. 6.
2) Hernández I, Porta M. Salud pública, política y conflicto de intereses. El País. Salud 13 de octubre de 2007, p. 7.
3) Sarria Urigüen L. Prevención del carcinoma de cuello uterino: una vacuna frente al cáncer
4) Gardasil. Vacuna frente al Virus del Papiloma Humano [Tipos 6, 11, 16, 18]. Resumen de las características del producto.
5) García-Sicilia López J. Dorronsoro Martín I. Vacuna antipapilomavirus humano para la prevención del cáncer de cervix. En Vacunas en Pediatría. Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría. 2005
6) VACUNA FRENTE AL PAPILOMA HUMANO. Dirección de Salud Pública. Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco. Vitoria-Gasteiz, 29 de octubre de 2007.
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