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José Manuel CIFUENTES PAZOS
En la época floreciente del comercio de Bilbao en la Edad Moderna el número de comerciantes extranjeros, bien transeúntes, residentes e incluso avecindados, era notable. Entre estos destacaba en número en primer lugar la colonia de franceses, en segundo la de británicos —ingleses e irlandeses sobre todo— y en tercero la de flamencos, a los que a menudo se añadían los holandeses. Dentro de este último grupo había varias familias destacadas: Beckvelt, Goossens, etc., además que aquella en la que hemos centrado nuestra atención: Los Deslobbes.
La primera referencia a la presencia de un miembro de esta familia en Bilbao data de 1668 y alude a Roberto Deslobbes, mercader flamenco residente en Bilbao que pleitea por el flete de una partida de hierro y “palos de arco” desde Lisboa a Bilbao con un maestre de navío portugués.
Por las genealogías, probanzas de hidalguías y limpiezas de sangre promovidas por miembros de esta familia a comienzos del siglo XVIII para poder avecindarse en el señorío de Bizkaia y en Bilbao sabemos que esta familia era oriunda de la villa flamenca de Lille (en la documentación llamada Lila en forma castellanizada) y había estado integrada en generaciones anteriores también por mercaderes o comerciantes.
Al parecer este primer Roberto Deslobbes sería sin duda pariente de los posteriores, pero no sabemos exactamente en que grado, ya que por las fechas no podría ser el padre de Manuel de Deslobbes que tenía el mismo nombre. ¿Podría tratarse quizás de un tío abuelo?
Foto: Getty Research Institute.
Este primer Roberto Deslobbes comercia también con otros productos como pelo de camello, herbaje, cera amarilla, lila, es decir el tejido originario de su ciudad natal, lana, hierro y negocia con letras de cambio. Por los años 1676 y sucesivos ya no podemos saber con certeza si este Roberto Deslobbes es el primero que hemos citado como posible tío abuelo o es ya en realidad el futuro padre de Manuel Deslobbes, ya que por la cronología podría tener una edad suficiente para ocuparse de estos negocios (había nacido en 1656). En 1681 si podemos estar seguros ya de que es el segundo, pues aparece como fiador suyo en un negocio de lana su hermano, Walerando Deslobbes, de la misma procedencia, profesión y residencia. Con él años después (1688) pleitea sobre un ajuste de cuentas procedentes de la sociedad que formaron ambos junto a Juan Bautista Lannoy, igualmente mercader flamenco, sociedad que se creó en 1680 y que fue disuelta mediante convenio en 1686. Este pleito llevará temporalmente a la cárcel a Roberto Deslobbes.
En 1687 fue bautizado en la iglesia de San Vicente de Abando Manuel Deslobbes, hijo natural del último Roberto que estamos comentando y de María Teresa de Calmeda, siendo ambos solteros y como dice literalmente su padre: “no sujetos a religión ni matrimonio”, a pesar de que después fue legitimado.
En 1707 aparece ya Bernardo Deslobbes otorgando escritura de fianza a favor de su tío Roberto. Este Bernardo había nacido en 1683 en Lille y era hijo de Juan Gilles o Gil Deslobbes, hermano de Roberto.
Unos años después (1711) aparece este Bernardo, residente en Bilbao, junto a Domingo de Elorrieta, como curador ad litem de Manuel Deslobbes, ambos herederos de Roberto Deslobbes, ya difunto. En efecto, el padre había dejado en 1708, año al parecer de su muerte, la mitad de la herencia al hijo y la otra mitad a su sobrino Bernardo, una vez descontadas las deudas, mandas y legados, y le encarga que se ocupe de orientar correctamente a su hijo para su formación.
Manuel Deslobbes aparece con un curador ad litem, porque entonces aún era menor, ya que parece que habría nacido en 1687 y tenía menos de 25 años. Su primo en cambio tenía ya 28. Ambos presentarán sus probanzas de hidalguía y limpieza de sangre en el mismo año: 1713. Bernardo Deslobbes era propietario del navío “San Bernardo”, y buscaba la concesión de pasaporte a la citada embarcación para realizar un viaje a Londres con carga de seiscientos quintales de hierro, diez zurrones de grana y ciento treinta sacas de lana. Más adelante el citado navío realizaba la ruta de Amsterdam a Bilbao con carga de clavillo, canela, pelos de camello, bocadillos (tejidos), lamparillas y otras mercancías. Además, Bernardo comerciaba con arenques y negociaba con letras de cambio.
Foto: George Eastman House.
En 1718 nos consta la presencia en Bilbao como residente de un hermano de Bernardo Deslobbes: Juan Domingo, que es apoderado por el primero e interviene en alguna negociación de letra de cambio que también afecta a su hermano. Al parecer la situación financiera de Bernardo Deslobbes no debía ser muy boyante, pues ese mismo año tienen lugar los autos de quiebra de este hombre de negocios. Por entonces estaba ya casado con Teresa de Vedia Sin embargo en los años siguientes parece que se recupera y retorna de nuevo a la actividad comercial, en algún caso también en compañía de su hermano Juan Domingo, e incluso llega a ejercer de juez compromisario en un pleito entre dos colegas.
En 1729-1730 obtiene un gran triunfo con la Real Provisión ganada, junto a otros comerciantes extranjeros y vecinos de Bilbao, en el pleito que siguieron contra el Consulado de Bilbao sobre la aprobación de nuevas ordenanzas para que los extranjeros avecindados en Bilbao pudieran tener voto en las elecciones del Consulado.
En el periodo de 1732-1734 tiene lugar la muerte de Bernardo Deslobbes.
La primera referencia importante por separado sobre Manuel Deslobbes aparece en 1738 cuando es nombrado perito para tasar las averías de un fardo de arpillera que había llegado a Bilbao procedente de Amsterdam en el navío “San Nicolás y Santa Clara”.
Hasta 1749 y 1753 no vuelve a aparecer en la documentación este mismo Manuel pleiteando repetidas veces para reclamar cantidades por mercaderías que habría suministrado a otras personas. Entre los productos se citan: cacao, canela, azúcar, crea (tejido), hilo, velas de sebo.
La última referencia que tenemos de esta persona y de la familia Deslobbes en Bilbao (1755-1756), se debe a también a un pleito, pero no motivado por cuestiones comerciales, sino por la herencia de un cuñado. A partir de entonces desaparece misteriosamente en la documentación, de modo paralelo por otra parte al comienzo del declive de la presencia y preponderancia de los comerciantes extranjeros en Bilbao, que van a ir siendo sustituídos progresivamente por comerciantes autóctonos a partir de la segunda mitad del siglo XVIII. No se trataba evidentemente de una familia de comerciantes de las más poderosas dentro de su comunidad, como lo prueban los principales estudios historicos sobre el comercio de Bilbao en esta época.
Al final parece ser que emigraron de Bizkaia hacia otros territorios.
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