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Álvaro CHAPARRO SAINZ, Universidad del País Vasco
¿Quiénes fueron,1 socialmente hablando, los ilustrados vascos?2 Nobles, administradores, militares, burgueses, mayorazgos... Partiendo de la siguiente hipótesis: Los ilustrados vascos participaron de las mismas dinámicas sociales que las élites vasco-navarras que, a lo largo de todo el siglo XVIII3, se encontraban sirviendo a la Monarquía; hemos tratado de dar respuesta a nuestras incógnitas y elaborar un discurso que otorgue significado a la figura de los ilustrados vascos.
En nuestra opinión, los ilustrados vascos surgieron de procesos sociales específicos, enmarcados en unas determinadas dinámicas sociales y familiares que les situaron en la punta de la modernidad del siglo XVIII. Sus trayectorias profesionales, establecidas en torno al servicio al Estado y a su participación en los espacios de sociabilidad del momento, les ubicaron junto a las familias que estaban gobernando la Monarquía.
El seguimiento social de los ilustrados vascos nos ha permitido analizar los modos de actuación de estas familias en los espacios de decisión política de la Monarquía. El posicionamiento de estos personajes en la Corte respondía a una estrategia familiar, según la cual, miembros de las familias ilustradas vascas trataban, por todos los medios, de ampararse en las esferas del poder, mientras que el resto de parientes permanecería en las provincias, regentando la casa, gobernando las provincias y las Alcaldías, y tratando de sacar partido a la posición de los familiares que se encontraban haciendo carrera. La economía de vasos comunicantes que se instauró entre las provincias y la Corte conllevó el establecimiento de fuertes relaciones que se tradujeron en dotes económicas y permisos reales para invertir en las provincias, caso, por ejemplo, del Real Seminario Patriótico de Vergara. En un acto de reciprocidad, las familias que permanecían en las provincias nutrieron a los parientes de la Corte, con descendientes o allegados de la familia que estaban sujetos a la promoción y colocación por parte del pariente poderoso.
En este contexto, las trayectorias de los miembros de las familias ilustradas vascas se encontraban vinculadas a los cambios que se produjeron en el espacio político de la Corona con la institucionalización de una administración de carrera. La paulatina “funcionarización” del Estado llevó al surgimiento de familias que se especializaron en perpetuar estas dinámicas y potenciar su reproducción social en esas esferas. Su presencia en la Corte no estaba supeditada a trayectorias coyunturales, sino que buscaron su perpetuación dando entrada a sus parientes en base a sus relaciones privilegiadas y a las posibilidades que ofrecía la situación que se estaba gestando en el sistema político. En este nuevo orden administrativo que se estaba concibiendo se produjeron igualmente cambios en el plano educativo con la aparición de nuevos centros formativos, caso del Real Seminario de Nobles de Madrid, de las Academias Militares o del Real Seminario Patriótico de Vergara.
Real Seminario de Bergara.
Realizar una historia social de la institución vasca ha permitido mostrar, en un contexto más reducido, el conjunto de cambios y de contextos sociales y familiares de los que venimos hablando. Al mismo tiempo, se han podido confirmar las inversiones, tanto económicas como sociales, que las familias realizaron para facilitar su perpetuación. Por último, también se ha tenido ocasión de ver cómo las familias respondían a unas políticas sociales determinadas, buscadas e intencionadas, que estaban dirigidas al beneficio del grupo familiar.
El Real Seminario de Vergara fue creado y “ocupado” por familias insertas en los mismos procesos sociales. Todas, en conjunto, formaban parte de la élite. El objetivo del Seminario era claro: facilitar las vías de acceso a las carreras al servicio del Estado a los alumnos; por el contrario, el deseo de sus responsables y de las familias presentes en él también: su reproducción en las esferas del poder.
Con el establecimiento del Seminario, los trámites se allanaron y se facilitó el proceso de promoción social de los jóvenes alumnos. Su paso por el centro educativo les abrió las puertas de los regimientos y departamentos de la Armada, de otras instituciones educativas en las que poder continuar su formación o, en caso contrario, les permitió obtener una sólida educación con la que gobernar la casa familiar. La dinámica de los alumnos consistió en abandonar el centro justo en el momento en que su futuro estuviese definido, sin atender a edades de entrada ni a periodos de formación. Creemos que la creación del Seminario de Vergara supuso la institucionalización de una práctica que las familias ilustradas venían desarrollando a lo largo de los últimos años: buscar la colocación de sus parientes en las posiciones más destacadas de la Corte.
El mapa de procedencias geográficas de los alumnos del Seminario fue destacadamente heterogéneo. Así, para el periodo de 1776 a 1804, en torno al 25% procedía de las provincias vascas, mientras que el resto lo hacía desde cualquier punto del planeta. Estos datos confirman que estamos ante familias establecidas a escala de Imperio, siendo su economía familiar el servicio al Estado.
El análisis social del Seminario nos muestra cómo más de la mitad de los alumnos ocuparon, tras abandonar el centro, cargos al servicio de la Monarquía. Destacaron, de manera absoluta, aquellos que optaron por el ejército por encima de cualquier otra salida. El ejército era, en ese momento, una opción segura, de prestigio, que posibilitaba incluso la gobernación de territorios al final de la carrera. La opción de la administración, en cambio, se mostraba como una salida saturada, motivo por el cuál los jóvenes buscaron otras alternativas. Al tiempo, muchos alumnos se mantuvieron, por decisión familiar, al frente de la casa, lo que trajo implícito, en muchas ocasiones, la ocupación de cargos de gobierno a escala local o provincial. Por último, existieron otros perfiles que ha sido complicado unificar, es el caso de los que optaron por: Clero, Universidad, Comercio... o los que fallecieron muy temprano o cayeron enfermos. Del mismo modo, existieron alumnos de los que no se conoce su carrera pero sí la de sus hermanos y parientes, con lo que obtenemos el perfil de la familia, generalmente, insertado en las dinámicas sociales que ya han sido expuestas. Por último, existe un porcentaje de un 15% de los alumnos de los que no poseemos ninguna información.
Salidas de los alumnos del Real Seminario de Vergara (1776-1804) | 542 | 100% |
Ejército | 244 | 46% |
Administración Real | 38 | 7% |
Cargos de gobierno | 35 | 6% |
Conocimiento del perfil de la familia | 73 | 13% |
Otras salidas | 72 | 13% |
No identificados | 80 | 15% |
Fuente4 |
Como conclusión, hay que recalcar que estamos ante una institución educativa clave para entender los sistemas de producción y reproducción social de las élites gobernantes del siglo XVIII. Como reflejan las cifras, el Real Seminario de Vergara sirvió de cantera de los nuevos servidores de la Corona. Su análisis social nos ha permitido, además de para descubrir sus carreras, para analizar las estrategias educativas, los cambios producidos en ellas, las políticas familiares de la élite burocrática en materia de reproducción social y, por último, para encuadrar a los ilustrados vascos en un contexto histórico concreto y determinado que nos permita su mejor análisis y comprensión.
1 Este texto es un resumen de la Tesis Doctoral con Mención Europea defendida en la Universidad del País Vasco el día 13 de enero de 2010 bajo la dirección de D. José María Imízcoz Beunza. El título de la referida Tesis Doctoral, que recibió la más alta calificación, es el siguiente: “La formación de los ilustrados vascos: El Real Seminario de Vergara (1776-1804)”.
2 IMIZCOZ BEUNZA, J. M. y CHAPARRO SAINZ, Á. “Los orígenes sociales de los ilustrados vascos”, en ASTIGARRAGA, J., LÓPEZ-CORDÓN, Mº. V., URKIA, J. Mº. (Eds), Ilustración, Ilustraciones, Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País, San Sebastián, 2009, pp. 993-1027.
3 IMÍZCOZ BEUNZA, J. M. “Las elites vascas y la Monarquía hispánica: construcciones sociales, políticas y culturales en la Edad Moderna”, Cuadernos de Historia Moderna, Universidad Complutense de Madrid, nº. 33, 2008, pp. 89-119.
4 Fuente: El cuadro ha sido realizado como consecuencia, básicamente, del trabajo en los siguiente archivos: Archivo General Militar de Segovia, expedientes personales; Archivo General de la Marina, Álvaro de Bazán, expedientes personales; Archivo Histórico Nacional; Archivo General de Simancas; Archivo de Palacio, Archivo Foral de Bizkaia, Archivo Histórico Territorial de Álava, Archivo Municipal de Bergara, Base de datos Fichoz y bibliografía.
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