La escultura pública de las Comunidades Autónomas Vasca y Navarra como medio para la educación estética (1975-2000)
José Cruz ARRILLAGA, escultor y profesor de la Escuela de Magisterio de Bilbao. UPV-EHU
La educación estética a través de la escultura pública es una de las realidades que están aconteciendo constantemente en nuestro entorno, ya que, las personas pueden lograr sus experiencias educativas mediante las esculturas ubicadas en nuestras ciudades. Así, son muchas las esculturas públicas que ofrecen a la vida diaria de los ciudadanos unos momentos de carácter social y ritual, en los que se habla de dichas esculturas, se sacan fotografías, etc., convirtiendo esos espacios donde los ubican en lugares donde se circulan y se transmiten contenidos estéticos. Así, la escultura en el ámbito urbano configura un espacio de encuentro con la ciudadanía, una fuente donde nutrir su imaginario y adquirir experiencias educativas que trascienden al propio objeto artístico”.
Determinar si el arte público tiene alguna incidencia en la educación estética de los ciudadanos que lo disfrutan o padecen, ha sido el eje central de esta tesis. Se circunscribe al ámbito geográfico del País Vasco y Navarra (1975-2000) y se ha realizado un estudio comparativo en dos contextos diferentes: “La Muestra de Escultura Vasca Contemporánea (Tolosa) y las esculturas del campus de la Universidad Pública de Navarra (Pamplona).
El estudio sigue una perspectiva que considera el arte en su dimensión simbólica y como mediadora de significados culturales, y aborda el proceso interpretativo como una producción narrativa de relectura/reescritura a través de relaciones dialógicas entre los modos de visión de los agentes que participan en el entramado de la escultura público: promotores, los artistas y los ciudadanos.
Para la recogida de datos han sido utilizadas diversas encuestas y entrevistas realizadas tanto a los ciudadanos, a los responsables de los proyectos, y a los artistas participantes tanto en Tolosa como en Pamplona.
Eskultura “Atauts” de Oteiza. Tolosa 1994.
Foto: Juan Cruz Arrillaga.
La búsqueda de los significados que los ciudadanos, promotores y artistas adjudican a las esculturas públicas ha originado que esta tesis plantee una serie de interrogantes:
¿Cómo se han generado y gestionado los proyectos?
¿Cuáles son los criterios estéticos e ideológicos que han utilizado los promotores para la selección y adquisición de los artistas y las esculturas?
¿Cuál es el nivel de aceptación de las esculturas?
¿Cuáles son los modos de recepción e interpretación de las esculturas públicas por parte de los ciudadanos?
¿Cómo incide la escultura pública en la educación estética de los ciudadanos?
¿Cómo son las relaciones entre los promotores, los artistas y los ciudadanos?
¿Cómo condiciona el conocimiento artístico adquirido en la interpretación de las esculturas públicas?
¿Qué diferencias se dan en los proyectos?
Entre las conclusiones derivadas del análisis de las respuestas realizadas a dichas cuestiones destacan las siguientes:
La educación artística informal va adquiriendo una gran importancia debido a que muchas de las situaciones educativas ligadas a los momentos de ocio se destinan a la apreciación artística. En este contexto algunas esculturas públicas van adquiriendo cada vez más prestigio en la ciudadanía.
Por otro lado, la necesidad de imbricar contenidos relacionados con la escultura pública en el ámbito formal e informal corrobora las demandas que algunos ciudadanos y estudiantes realizan para fomentar trasvases entre estos ámbitos. De la capacidad que tengan las instituciones productoras de arte público de promover actividades dirigidas al desarrollo integral y permanente hacia la comunidad estudiantil y hacia la sociedad, dependerá en gran medida la efectividad de dicho trasvase.
La demanda generalizada de crear más recursos y materiales que mejoren la infraestructura necesaria para llevar a cabo una mejor gestión cultural en el ámbito del arte en el espacio público, es una cuestión ineludible para las instituciones que fomentan proyectos de este tipo. En este sentido, la ausencia de canales de participación ciudadana y la escasez de medios informativos y didácticos se corresponden con las carencias que los propios ciudadanos y estudiantes reconocen tener respecto al arte público.
Por otra parte, la calle como espacio público es considerada por numerosos educadores visuales y culturales como un lugar donde se establecen las relaciones de poder para imprimir una determinada política cultural. En este sentido, los promotores promueven, a través de las esculturas, ideas que tienen que ver con políticas artísticas concretas. Así, el CIT planifica en colaboración con los escultores de la Escuela Vasca un proyecto con una tendencia fuertemente identitaria. Sin embargo, hemos constatado que dicha tendencia no es tomada en consideración por algunos ciudadanos de Tolosa, o si lo hacen demandan una mayor pluralidad.
La presunción de que el comportamiento relativo al arte se produce en mejores condiciones en los estudiantes universitarios que en la ciudadanía, decae en nuestro estudio, ya que los estudiantes han mostrado una escasa familiaridad con la escultura pública, mientras que los ciudadanos por ejemplo muestran unos altos niveles de identificación de las esculturas.
En cuanto a los procesos de objetivación y anclaje del conocimiento en torno a las esculturas, los entrevistados seleccionan y descontextualizan los elementos informativos que circulan sobre el arte en el entorno social. Selección que se efectúa en función de criterios normativos y culturales que corresponden a concepciones y tendencias de la educación estética expresionista y formalista. La ausencia de proyectos que contemplen propuestas educativas más actualizadas como lo que plantea la cultura visual, ha sido corroborada en esta tesis.
En las interpretaciones sobre la escultura pública hemos encontrado distintos tipos de significados, que los hemos clasificado en diferentes ámbitos de comprensión y que abarcan desde las respuestas relacionadas con el gusto hasta las que se pueden considerar de nivel superior, más holísticos y críticos. Así, en las respuestas que dan los artistas y promotores, han sido recogidos aspectos relacionados con los procesos de creación, con la cultura artística originaria de las obras de arte, etc. Y en las respuestas de los ciudadanos abundan los significados superficiales relacionados con el gusto por la forma, el material, etc.
Los ciudadanos en general adjudican a las esculturas exclusivamente significados de carácter formal. La escasez de conocimientos previos dificulta el acceso a otros niveles culturales y estéticos que les permitan realizar una interpretación objetivada de otros valores de la obra.
Cruz, Arrillaga, José. (2010). “La escultura pública de las Comunidades Autónomas Vasca y Navarra como medio para la educación estética (1975-2000)”. Bilbao. Servicio editorial UPV.
José Cruz Arrillaga es escultor y profesor de la Escuela de Magisterio de Bilbao. UPV-EHU. jose.cruz@ehu.es