Fuente: Auñamendi Eusko Entziklopedia
Estepan Urkiaga, Lauaxeta.
Poeta vizcaíno nacido en Laukiz el 3 de agosto de 1905 pero residente desde muy pequeño en la casa “Lauaxeta” de Mungia.
En julio de 1928 abandona la carrera sacerdotal y vuelve a Mungia comenzando sus colaboraciones en Euzkadi: traducciones (Tennyson, Verdaguer, Hugo, Carducci, Sully-Proudhomme) y producción propia bajo la firma que le haría famoso. Cumple el servicio militar en Bilbao. Aparecen también colaboraciones suyas en Euzkerea, publicación paralela del hibernado PNV. En 1930 gana el primer premio del “Día de la Poesía Vasca” organizado por Euskaltzaleak en Rentería con el poema Maitale Kutuna, quedando ganador sobre Orixe y Lizardi. Ese año publica también el bonito cuento Illuntzeko ixarra en la revista Euzkerea. Antes de que tenga lugar el trascendental cambio político del 14 de abril de 1931 se ha afincado en Bilbao e ingresa en Juventud Vasca. Participa en la creación de Pizkundia. Inaugura en el periódico Euzkadi en marzo una columna fija denominada Azalpenak (opinión política) y se hace cargo de la página en euskera de este diario.
Su segundo libro de poemas, Arrats-beran, aparece en 1935 recopilando lo publicado en diversas revistas y en Euzkadi. El amor (casto), el irremediable transcurso del tiempo y el misterio de la muerte son las coordenadas que incardinan su reflexión poética; uno de sus poemas, Udabarriko Autorkuntza causó molestia en cierto sector del pacato catolicismo vasco por su visión irónica del rigorismo moral imperante.
Al estallar la guerra es nombrado Comandante de Intendencia en el cuartel de gudaris del Colegio de Escolapios de Bilbao y director de la revista Gudari, órgano de Euzko Gudarostea. En 1937 aparecen en esta revista, traducidos al euskera, sus cuentos El fusil del Abuelo y La campa de Guztiz Ederra, este último con noticias del bombardeo de Gernika. A los días de éste, cuando el 30 de abril de 1937 enseñaba las ruinas al corresponsal de La Petite Gironde, fue sorpresivamente hecho prisionero por los facciosos e ingresado en el convento de las Carmelitas de Vitoria. Allí conoció la caída de Bilbao y fue fusilado el 25 de junio, a los 32 años de edad.