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Emprendizaje y empresariado transfronterizo

Jean Michel LARRASQUET

Contexto

Estamos convencidos de la importancia de la vitalidad de nuestras empresas (entendidas en un sentido clásico o de forma cooperativa) y organizaciones (especialmente las asociaciones) que son, en algunos casos, centros de iniciativa extremadamente importantes desde la óptica del desarrollo armónico, responsable y sostenible de nuestros territorios. Precisamente en nuestros territorios nos llama la atención la siguiente dimensión (entre otras muchas igualmente importantes): la debilidad de las relaciones transfronterizas.

Esta debilidad se refleja en, al menos, dos grandes ámbitos:

Etorkizuna Irudikatu es un conjunto de foros distribuidos a lo largo de todo el territorio de Euskal Herria, con la voluntad de contribuir, mediante reflexiones colectivas interterritoriales (Euskadi, Iparralde, Navarra), a la construcción del País Vasco del mañana. Nos basaremos para ello en la idea de que si nuestro futuro está evidentemente condicionado por el contexto en el que el País Vasco evoluciona, ese futuro está también en nuestras manos, más aún si estamos dispuestos a movilizarnos colectivamente para imponer el futuro que nos gustaría. Y todo ello con una idea implícita, casi un truismo, pero tan evidente e importante que muchos ni siquiera la ven: la idea de que cuanto más trabajemos por nuestra autonomía (trabajando en el significado fundamental de este término), más cerca estaremos de controlar nuestro futuro.

Etorkizuna Irudikatu se propone reflexionar colectivamente, mezclando distintas sensibilidades (funciones en la sociedad, creencias, territorios de origen,...), sobre las cuestiones que parecen importantes para la construcción del País Vasco del mañana: comprender el verdadero por qué de las cuestiones o de los problemas planteados, reflexionar sobre lo que sería deseable para el futuro, y trabajar en el diseño de los caminos a seguir (o no) para tratar de dirigirnos hacia ese futuro deseable.

Nuestro foro

En este contexto, nuestro foro sobre el empresariado transfronterizo estará encaminado a tratar de entender por qué es tan difícil de poner en práctica esta dimensión transfronteriza (por qué Iparralde vive sin Oeste [el mar] y sin Sur, es decir, en un cuarto del territorio, lo que, dicho sea de paso, supone un acotamiento extremadamente estrecho en materia de ordenación del territorio, por qué Navarra y Euskadi viven sin Norte de proximidad...)

¿Creemos que es posible poner remedio a esta situación? En caso afirmativo, ¿cómo? Qué debemos hacer, qué estrategias poner en marcha para que, en un periodo de tiempo razonable (varios años) podamos ver que las iniciativas empresariales, sociales, culturales, asociativas,... funcionan de la misma manera entre Bayonne y Donostia que entre Bilbao y Zornotza, entre Barkoxe y Tudela que entre Tudela y Pamplona, entre Esa y Gasteiz que entre Esa e Izaba,...

Foro sobre el empresariado transfronterizo

El foro sobre el empresariado transfronterizo está encaminado a tratar de entender por qué es tan difícil de poner en práctica esta dimensión transfronteriza.

Muchas veces respondemos a estas cuestiones alegando que ¡es el mercado el que manda! Las nuevas economías muestran que el mercado es algo adaptable, que los comportamientos colectivos de compra cambian... y que las dinámicas proceden tanto de los productores como de los consumidores, así como a menudo también de alianzas entre ambos.

Las empresas firmemente implantadas (al menos aquellas que se encuentran en los mercados mundiales de la subcontratación) poseen estrategias adaptadas a la escala de negocio que gestionan. Se encuentran normalmente muy alejadas de esa preocupación por el desarrollo transfronterizo. Tomemos nota. Pero no son las únicas (hay otras empresas en nuestros territorios que no han sido sometidas a esas lógicas) y, por lo tanto, no estarán eternamente localizadas en el País Vasco, ni necesariamente crearán empleo en nuestros territorios. Más aún, no son eternas (la ecología de las poblaciones nos enseña que un tejido orgánico vive porque algunas células mueren y otras nacen).

Así pues, podemos reflexionar sobre lo que las empresas “instaladas” (habría que analizar cuáles son realmente las que nos interesan) ganarían si se interesaran por sus espacios de proximidad, pero al mismo tiempo qué es lo que los territorios ganarían gracias a ellas (trabajar, por lo tanto, en términos de Responsabilidad Social de la Empresa (RSE) y no de rentabilidad “a secas”), dado que el fondo de la cuestión es este.

Es asimismo absolutamente necesario, teniendo en cuenta los cambios que se están produciendo (¡de todo tipo!) en el contexto internacional, destacar en primer lugar la óptica de la revitalización económica y social de nuestros territorios y trabajar, de alguna manera, la endogeneización (de una parte) de nuestras actividades (al menos de las actividades de base, ligadas a la nutrición, la sanidad pública, al alojamiento, a las condiciones de vida locales, al clima,...), y, por lo tanto, de debatir esta dimensión transfronteriza que constituye para algunos de nuestros territorios, la proximidad (algunos problemas sólo pueden tratarse, por lo tanto, en estos espacios de proximidad abierta).

Otra dimensión que debemos integrar en nuestra reflexión es la de la juventud. ¿Cuál es la voluntad de nuestros jóvenes? Muy variada, sin ninguna duda... pero, aún y todo, son cada vez más los jóvenes preocupados con las consecuencias económicas, sociales y ambientales de las actividades productivas que se desarrollan en nuestro territorio. Dentro de esta reflexión, el fin “político” de construcción de un espacio transfronterizo más favorable a los flujos de proximidad, tiene una valoración positiva por parte de los jóvenes.

Por otro lado, en un artículo publicado en Le Monde (14 de febrero de 2017) se señala que, en 2016, el 60% de los jóvenes que realizaron estudios superiores (tipo ingeniería) querían convertirse en empresarios, y de ellos, el 40% contemplaban como empresa ideal, las de tamaño muy pequeño, con talla humana (con base tecnológica o no). La misma investigación afirma que, en Francia como en Estados Unidos, las empresas pequeñas y jóvenes son las que crean el 30-40% del empleo cada año. Otra dimensión del estudio trata de la renovación del tejido productivo, subrayando que solo se puede llevar a cabo gracias a los jóvenes emprendedores, incluso en los sectores sin base tecnológica (aunque la tecnología pueda jugar un papel importante).

Deberíamos poder controlar la movilidad de la innovación, en todos los espectros, desde la innovación tecnológica hasta la social, teniendo en cuenta que no toda innovación es necesariamente deseable socialmente.

Se sabe que la complementariedad cultural en las comunidades organizativas resulta favorable al espíritu innovador. En nuestra pequeña escala, la diversidad cultural facilita el carácter transfronterizo de las “new ventures”.

En la tema (empresariado y transfronterizo) ¿por qué estamos donde estamos actualmente? ¿Estamos satisfechos con esta realidad? Nuestra reflexión nos muestra que debemos adelantarnos e imaginar una situación deseable de aquí a 10-15 años; pero para ver cambios en 10 años, debemos empezar hoy mismo a propiciarlos. Si no, ¿podemos imaginar modos de hacer evolucionar las cosas en la dirección deseada? En caso afirmativo, ¿cuáles? ¿Cómo convertir las diferencias en ventajas en vez de en obstáculos? ¿Cómo convertir los nuevos modelos en ejemplos prácticos? ¡Esta es la esencia de nuestro foro!

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