PRODUCTOS
El oficio actual no tiene nada que ver con lo que era hace 25 años.
Antaño se estuchaba mucho más. Toda la joyería estaba
estuchada; hoy solamente se hace con las piezas selectas. Se hacían
también estuches para piezas de porcelana, para los representantes
de los distintos gremios que llevaban sus productos en estuches, etc. Lo que
sí es curioso es el que ahora se efectúen estuches para piezas
industriales, sea una determinada pieza de inyección o similar. Y es
que actualmente las empresas se han dado cuenta que a veces una pieza, aunque
salga un poco más cara por llevar estuche, si se efectúa con
una presentación óptima, es más fácil para venderla
e introducirla en el mercado.
Hace estuches para trofeos, premios, cuberterías... Efectúa
adaptaciones de estuches antiguos que le llevan los anticuarios. Así,
se transforman cajas antiguas de madera que antaño eran costureros
en botelleros, o cajas pequeñas en joyeros, etc.
Lo que tiene de bueno el estuche es que realza el contenido, lo potencia,
sea una simple placa de homenaje, un trofeo, un reloj, o un simple y frío
tornillo.
Los trofeos del Festival Internacional de Cine de San Sebastián
van también con estuches salidos de las manos de Luis. También
hace muchos estuches para instrumentos musicales: txistus, silbotes, albokas,
así como para distintos artículos típicos del País
Vasco como las makilas, etc.
Otro caso interesante es el forrado de estuches de aluminio, de los que se
venden en ferreterías y grandes superficies, adaptándolos a
las necesidades del cliente. Estos trabajos se efectúan para empresas.
También realiza maletas, en cuero generalmente, para escopetas de caza
mayor.
El secreto de este oficio es la capacidad de adaptación a los tiempos.
Antaño se trabajaba con el sector de las joyerías y platerías.
Antes el trabajo era mucho más lento con las colas que se aplicaban
en caliente. Hoy, con diferentes y variadas herramientas y maquinarias y
los adhesivos modernos, se ahorra gran cantidad de tiempo, por lo que se
podría decir que apenas ha habido aumento en los precios de los estuches,
cosa que posiblemente sólo ocurre en este sector de la artesanía.
También hay que señalar que existen dos clases de estuchistas:
los artesanos que hacen una pieza o series pequeñas y los industriales
que se dedican a producir estuches por miles. Ambos productos y sus sistemas
de fabricación nada tienen que ver. Es como el herrero que hace hachas
a mano una a una, o la empresa que las hace en serie por estampación.
En este oficio, como en otros muchos artesanales, no
hay una escuela que lo enseñe, por lo que se aprende en el taller
de otro estuchista, o se efectúa de forma autodidacta.