ARTURO LÓPEZ "Barny"
Tablas de Surf
2002 / 10 / 18-25
Autor: Antxon Aguirre Sorondo

 

PROCESOS

La técnica de fabricación es la siguiente:

	Refinado final de la tabla.

Se inicia por hacer la ficha de lo que quiere el cliente: el tamaño de la tabla, la forma , sus propias dimensiones físicas, etc. En función de esos parámetros se hace la base de "corcho".

Los artesanos que se dedican a esto compran lo que ellos llaman "el molde", es decir, la plancha de poliuretano ya fabricada por una empresa que se dedica solamente a este fin. En la Península hay una empresa que las fabrica, en Bilbao. Se creó hace unos 8 años y se dedica a fabricar el "corcho".

Los fabricantes de las planchas tienen para ellos los oportunos moldes (uno por cada tipo) donde inyectan el poliuretano. Posteriormente cortan la tabla longitudinalmente y encastran en el centro unas finas tiras de maderas para darle mayor resistencia. Así es como las recibe el artesano.

Las tablas de surf se distinguen en tres grandes tipos: las pequeñas, medianas y largas.

Las medidas (tómese más o menos):

• Las pequeñas las que son hasta 6 pies (1,8 m.)
• Las medianas están son entre 6 y 8 pies.
• Las largas a partir de los 9 pies. A este tipo de plancha se le llama popularmente entre los surfistas "tablón".

	Se pule con la pulidora eléctrica.

El surf se inició con tablas largas, de hasta 3 metros y una quilla. Hacia el setenta se introdujo la doble quilla y en los ochenta Simón Anderson, un australiano, introdujo la modalidad de 3 quillas, que es como son ahora la mayoría de las tablas.

Con el paso del tiempo las tablas se han ido reduciendo de tamaño, de forma que las largas son hoy para hacer un surf clásico. En ellas el deportista se desplazaba incluso de atrás hacia adelante y viceversa. Son tablas propias para olas pequeñas.

Las modernas son más pequeñas, y permiten también más movilidad con ellas. Es otra forma de surf.

Una vez tenemos la base de "corcho" el artesano ajustará la misma a las dimensiones deseadas por el cliente, además de cepillarla totalmente. Primero usará un cepillo, luego unas lijas de diversos grosores hasta que esté toda la superficie homogénea y al tamaño deseado.

La siguiente fase es pintarla al gusto del cliente.

Una vez pintada la tabla inicia la labor de colocar la capa de fibra de vidrio.

Posteriormente le añade por el exterior unas capas de fibra de vidrio que compra en rollos (como una tela). Esta tela va impregnada con un baño de resina, que al endurecerse queda cual piedra.

También estas capas exteriores son de más o menos grosor en función de los gustos del cliente. Así una persona más experta puede llevar tablas de menor resistencia y menor peso.

Diversas quillas preparadas para su colocación.

Una vez seca la tabla es el momento de preparar las quillas y las gomas que se colocarán en su superficie, para que el deportista no resbale. Terminado de

preparar este material y antes de efectuar el montaje se procede a un pulido final con una pulidora eléctrica, para lograr que quede toda la superficie perfecta.

Quillas ya colocadas.

Para terminar se montan las tres quillas por debajo y las planchas antideslizantes de goma por encima.

A la hora de ir al agua, cada usuario dará en la parte superior o parte de arriba de la tabla, una cera especial antideslizante que llaman "parafina".

Hay que darse cuenta de que una tabla de surf es algo muy delicado y el que hace surf frecuentemente rompe tablas, ello depende de la persona, tipo de surf que haga, o cómo esté la mar. Así puede ocurrir que en un día puede uno romper varias tablas o ninguna en tres meses, pero son delicadas.

En estos momentos hay otros artesanos similares en Euskal Herria e incluso alguna empresa que los fabrica en serie, en forma industrial.

Podemos decir que la diferencia entre estos artesanos y las fábricas es que el diseñador (que ellos llaman "shaper") de las tablas es el propio usuario. Podríamos decir que son tablas realizadas totalmente a la medida, sin que por ello sean más caras, al contrario, ya que las empresas al tener una "marca" suelen tener productos más caros. En cuanto a la calidad se puede decir que es la misma.

En Bizkaia hay otros artesanos que también trabajan de forma similar y en menor cantidad en Cantabria, Asturias y Galicia, aunque todo hay que decirlo, es en Euskal Herria donde más se practica este deporte.

En la costa de Francia también hay otros artesanos que se dedican a esta labor, aunque hay que advertir que los clientes gustan comprar y relacionarse con los artesanos de su zona, por lo que la venta de tablas de una zona a otra es más bien esporádica.