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HISTORIA
El
primer método de comunicación o registro humano fue la talla
en soportes líticos o de hueso y luego los dibujos y pinturas que
el hombre de la prehistoria nos dejó. Luego serían los pictogramas
de Sumer hacia el 3500 a.C. Luego usarían pequeñas piedras
y las tablillas de barro para grabar en ellos los mensajes, técnica
que llego hasta los romanos. Luego usarían el cuero curtido como
soporte de la escritura hasta que se generalizó el uso del papel.
En China, en el 1125 antes de Cristo, se usaba el papel fabricado con fibra de palpa, pero resultaban de duración muy efímera. En el 105 después de Cristo y también en China, utilizan ya las fibras de tela para la fabricación de papel. Los árabes en el siglo VIII usaron el molino para su fabricación y en el 900 aparecen en la Península, también de manos árabes, los primeros molinos papeleros de Europa.
Es indudable que para unir los diversos folios, fueran de cuero o de papel, se necesitaron cuerdas, y una persona que supiera hacerlo. Así nació el encuadernador.
El primer libro impreso en el mundo fue el Sutra del Diamante, fechado en el año 868. Elaborado con siete tiras de papel unidas, presenta una ilustración ejecutada con gran habilidad en la primera página. Actualmente se expone en el British Museum, a unos pocos pasos del libro más famoso de Occidente, la Biblia de Gutenberg. En el manuscrito de Dunhuang, de unos cuatro metros de largo, aparece una fecha exacta, el 11 de mayo del año 868, así como el nombre de la persona que lo encargó y distribuyó: el primer editor conocido (y no el primer impresor conocido, como a veces se ha dicho).
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