HISTORIA

Los juguetes más antiguos que se conocen son reproducciones en miniatura de animales, y personas, cuya finalidad era doble, por una parte el dar respuesta al sentido de posesión del niño y por otra que fuera creando sentimientos afectivos.

Ya las sociedades primitivas crearon figurillas destinadas a cumplir fines didácticos, ya fueran muñecas, carritos y demás.

Se ve pues que aunque hoy se ha potenciado la faceta didáctica en los juguetes, ello no es cosa de las culturas actuales.

Al encontrarse a veces tumbas de niños con sus juguetes, resulta difícil discernir donde está la función religiosa y donde la didáctica y lúdica. Basta recordar los miles de juguetes y maquetas halladas en las tumbas egipcias, pero antes ya, en las tumbas de Mesopotamia (Susa, siglo XII a.J.C.) se han encontrado pequeños modelos de viviendas, soldaditos, y otros que no se pueden considerar juguetes, sino elementos realizados claramente con fines religiosos.

Hoy la práctica totalidad de la juguetería se efectúa industrialmente y generalmente en países asiáticos, mediante el plástico. Las multinacionales a base de la presión de los medios de comunicación dirigen al niño imbuyéndole lo que tiene que pedir para lograr su felicidad, sin que este haya tenido la más mínima opción a crear su propia opinión. Está teledirigido, como su propio juguete, un “juguete sin alma”.

Por suerte, aún hay artesanos que fabrican “juguetes con alma”, juguetes realizados pensando en el niño y no en el dinero de sus padres. Que sea un elemento que le sirva para aprender y formarse. Que los fabrican con productos naturales, la madera por ejemplo.

Unos de estos artesanos-pedagogos son los que hoy traemos a este foro, a Juan Carlos e Isabel, creadores del taller LOS JUEGOS.

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