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PRODUCTOS
Su principal actividad es la reparación de relojes, bien sea mecánicos o electrónicos, incluso los de pared.
Hoy se puede decir que el 80 % de los relojes que se llevan a reparar son de alimentación electrónica, contra el 20 % que son mecánicos.
Los mecánicos suelen ser de gente de cierta edad, o que desea la puesta en marcha de relojes que fueron de su padre o abuelo.
En la década de los 70 se comercializan los primeros modelos de accionamiento electrónico, con poca aceptación del público y muchas reticencias de los relojeros.
Estos relojes se conocen como relojes de cuarzo o quartz, ya que es una barrita de tal material la que oscila a altísima frecuencia, estimulada por la fuente de corriente eléctrica y que al final se traduce en impulsos de un segundo.
Hay que advertir que los electrónicos analógicos tienen una parte mecánica que obliga al artesano relojero a tener unos medios y conocimientos propios para solucionar sus problemas.
Existen actualmente los relojes de tipo digital con infinidad de prestaciones, pero que desde el punto de vista de la reparación, salvo cambio de pila, revisión de contactos y pulsadores, tienen poco donde manipular, ya que todo se encierra en un circuito integrado, al que no se puede acceder.
Si bien antaño se efectuaban reparaciones de ciertas partes electrónicas de los relojes, hoy en la mayoría de los casos se procede a cambiar la pieza, que generalmente es el circuito, o la bobina, aunque también puede haber otros problemas, que requiere los conocimientos y la habilidad del relojero.
Dada la diversidad de marcas e incluso de modelos en cada marca, es enorme el surtido de piezas de repuesto que el artesano relojero se ve obligado a tener.
Todos estos tipos de relojes conviven en la actualidad y de cada uno de ellos hay sus tipos y calidades.
Como nos dice nuestro artesano, hay dos tipos de públicos: los que dan valor al reloj y que gustan de usar dicha pieza y la juventud que prefiere la variación y cambian de reloj en función de las modas, la ropa y las tendencias del momento. Es lógico pensar que los relojes de antaño eran más duraderos y relativamente más caros que muchos de “usar y tirar” actuales, aunque estas modas de marcas y modelos también incrementan los precios. Incluso hay marcas que se dedican a sacar relojes distintos para coleccionistas.
Por otra parte se ha puesto de moda el reloj como elemento de regalo, en la familia, amigos, cuando uno se jubila de la empresa, al hacer un ingreso en determinada entidad bancaria, etc. Por ello es rara la persona que no tenga varios relojes.
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