En la ficha antes citada de Pedro Zapata contamos cómo fue San Martinico (o San Martín) quien robó a los Basajaun el secreto de la fabricación de la sierra, y la soldadura.
En la de Lanz hablamos del papel de los herreros en las tribus de África, en la mitología griega y romana, irlandesa, y cristiana.
En esta pequeña introducción histórica nos parece de obligado cumplimiento el dedicar unas líneas al papel que ha tenido Legazpia en la historia del hierro de Euskal Herria, no en vano, de Legazpia es nuestro artesano.
Será hacia el siglo VI a.C. cuando aparece la Edad del Hierro entre nosotros. Aquellas gentes con ayuda del mineral y la leña que tienen en la zona, en rústicos hornos de montaña fabrican la materia prima: el hierro, que luego transforman en útiles de labranza y armas para caza y defensa. Habían nacido las ferrerías de montaña o masuqueras (de baso-aukera, bosque elegido). Así lo acredita la carta-puebla dada a Segura el 18 de abril de 1290 por el rey Sancho IV desde Vitoria-Gasteiz, y que comprendía también a la gente de Legazpia:
E por les hacer más bien y más merced, tengo por bien que las ferrerías que son en Legazpia masuqueras, que están en yermo, e les hacen robos los malos homes e los robadores, que vengan más cerca de la villa de Segura e las pueblen porque sean más abondadas e más en salvo.
Algunos años después, en 1335, una Ordenanza de Segura —a la que estaba anexionada Legazpi— citaba el pago de impuestos a la producción de hierro en sus ferrerías, en este caso mencionando las masuqueras y las hidráulicas:
Por razón e manera que habemos ferrerías masuqueras e otras de mazo de agua e de omes nos e otros en Necaburu e en Legazpia e en otros lugares de que labran la vena de Necaburu e de Hayzpuru de Çamora e de Ocannu e de Barbaria.
No es extraño pues que a Legazpia, algunos le llamen el Valle del Hierro, y que en esta tierra se instalen empresas como la de Patricio Echeverría, y nazcan artistas cuyo oficio sea hacer hablar al hierro como el de nuestro caso Oscar Abad.
Los productos son siempre únicos, por lo que se realizan previo presupuesto.
Antxon AGUIRRE SORONDO
Ya en dos ocasiones hemos traído a esta sección de artesanos que dominan el metal, los forjadores. Así lo hicimos con dos navarros: Pedro Zapata de Arizkun (EUSKONEWS n.º 186) y Juan Ignacio Lanz, de Bera (EUSKONEWS n.º 427).
Hoy traemos la de un joven guipuzcoano, que poco a poco se acerca más al productor de arte, que al meramente artesano. Que está obsesionado en buscar las formas artísticas incluso en elemento de uso corriente. La figura de Oscar Abad Andrés.
Oscar Abad Andrés nace en Legazpia, el 27 de mayo de 1973, siendo el mayor de dos hermanos. Su padre trabajaba en Patricio Echeverria, dedicada a la fabricación de productos siderúrgicos.
Oscar, tras efectuar los estudios elementales en su propia villa, pronto se pone a trabajar en el comercio local, hasta que en 1996 se crea en Legazpia una Forja-Eskola, de carácter municipal para ofrecer formación relacionada con el metal a los jóvenes. En un principio entran en el primer curso 16 personas, pero a los dos años, son solamente 4 los seleccionados para el segundo ciclo. En esta fase alternan los estudios con la realización de trabajos remunerados para el exterior.
En el año de 1998 junto con un socio, Antonio Pérez Rodríguez, forman una sociedad artesanal para dedicarse a la forja artística, a la que bautizan en el nombre onomatopéyico de Ttakun-Ttakun.
En el año 2006 su socio marcha a trabajar a las Islas Canarias y desde entonces continúa Oscar en solitario.
Ha asistido a numerosas ferias: Durango, Getxo, Ordizia, Errenteria y a la de Besaluo de Cataluña, esta última monográfica dedicada al hierro.
TTAKUN-TTAKUN: FORJA ARTESANAL
Oscar Abad Andrés
Ikatztoki. Bº. Brinkola
Apartado 78
20230 LEGAZPI / GIPUZKOA
Te./Fax. 943 73 18 23
Móvil: 610 73 18 22
Mail: oskada@gmail.com
Realiza todo tipo de elementos de forja artística, siendo los más usuales los propios para las viviendas, como por ejemplo:
Muchos de estos elementos combinándolos a la vez con otros, como por ejemplo con ayuda de un trillo hacer una mesa o con piezas de otras disciplinas artesanas, el caso de lámparas con tulipas realizadas en vidrio soplado.
Ha realizado pequeñas series de trofeos Olariak por encargo del ayuntamiento de Legazpia.
Pero de lo más feliz se siente nuestro artesano son de sus mandalas, cuadros artísticos a semejanza de los mandalas budistas de arena, en los que combina los diversos metales buscando sus diferentes colores y texturas.
Oscar Abad camina hacia los productos artísticos alejándose cada día más del mero elemento útil que salía de las manos del herrero tradicional de antaño.
Yo lo definiría como un artista de los cotidiano, un escultor de la forja.
Para la fabricación de un producto nuestro artesano realiza los siguientes pasos:
1º Se desplaza a casa del cliente para ver qué es lo que desea hacer, el entorno, los elementos que existen o existirán junto a la obra, y tomar las medidas necesarias.
2º Realiza entre dos o cuatro bocetos de lo que cree es lo que hay que hacer, junto con los oportunos presupuestos que enseña al cliente.
3º Una vez encargado el trabajo y entregada una señal económica, comienza su trabajo. Usa generalmente hierro dulce F-112 o F-116. Sobre el metal toma las medidas, dibuja las siluetas, y procede a preparar las piezas mediante corte, chorro de plasma o similar.
4º A continuación viene el trabajo más duro, mecánicamente hablando, hay que calentar las piezas, doblar, unir, soldar, domar...
5º Se unen todas las piezas para formar el todo final.
6º Si son para el exterior las manda a un taller de Vitoria a que las galvanicen.
7º Se pinta con una pintura especial para exteriores.
LOS EQUIPOS
Para la realización de estos trabajo hay que contar con: