Precios

Como orientación señalaremos:

· Llaveros (con temas como queso, o laia) desde 5 €.
· Caracoles de diversos tamaños desde 7 €.
· Setas “boletus” de diversos tamaños desde 15 €.
· Argizaiolas desde 10 €.
· Yugos desde 80 €.
· Relojes desde 50 €.
· Esculturas desde 50 €.
· Paragüeros desde 90 €.
· Percheros desde 60 €.
· Esquineras desde 250 €.

Betiarte
Talla popular

Antxon AGUIRRE SORONDO

Betiarte
Karlos Iraza Muñoa
Señas: Mulladi Etxea13 A
LARRAUL / GIPUZKOA
Web: www.betiarte.com

Betiarte

Introducción

En una ocasión anterior ya tratamos el tema de la “talla popular” al entrevistar al artesano José Luís Urbieta (EUSKONEWS n.º 461). Hoy hablaremos de Karlos Irazu Muñoa que también se dedica a la talla popular.

El artesano

Nuestro artesano Karlos Irazu Muñoa, nace en Larraul (Gipuzkoa), el 19 de junio de 1970, siendo el séptimo hijo de los ocho que tuvieron el matrimonio formado por José Iraza Azkue y Josefa Muñoa Izaguirre.

Tras los estudios primarios, hace formación profesional en electrónica con los salesianos y un módulo de cocina, tras lo cual empieza a trabajar en restaurantes de Zarautz, Venta de Mugiro (Navarra), Iturral de Sevilla, y en Málaga. Posteriormente marcha como cooperante a trabajar a Bolivia y Perú, tras lo cual se instala en el restaurante Herriko Ostatu de Larraul (Gipuzkoa).

Betiarte

Es aquí donde comienza a dedicarse a trabajar la madera, siendo esta labor la que progresivamente va destacando más en su actividad, hasta que por fin en 1998 decide dedicarse plenamente a ello. Siempre había tenido gran afición a las manualidades, y fue en 1998 cuando algunos amigos se interesan por sus tallas, cuando lo toma en serio.

Desde esa fecha asiste a ferias de artesanía en donde vende sus productos.

Pertenece a la Asociación de Artesanos Gabiltza.

Su compañera es Aitziber Mendiola, de oficio restauradora, con la que ha tenido un hijo, Aitor.

Los productos

Betiarte

Hace elementos de madera de muy diverso tamaño, desde pequeños llaveros hasta grandes muebles y esculturas:

A. Elementos decorativos como: llaveros (con temas como queso, o laia), caracoles de diversos tamaños, setas, argizaiolas, hongos, yugos, relojes, letreros de entrada, escudos, esculturas etc.

B. Muebles como: mesas, bancos y sillas para exteriores, relojes, paragüeros, percheros, esquineras, etc.

Vende sus productos en ferias, tiendas y en su taller de Larraul (Gipuzkoa) y a través de la web.

Ha realizado algunos trofeos para competiciones de aizkolaris y segalaris.

Ha expuesto su obra en numerosas exposiciones, la última en el palacio de Aranburu en Tolosa bajo el titulo de “kolpez kolpe” donde se mostraban una recopilación de más de 10 piezas.

Los procesos

Dejemos hablar al artesano:

Hace diez años comencé a trabajar la madera y para ello contaba con tres herramientas: una gubia, una maza y mi capacidad de interpretar las infinitas formas que nos brinda la madera mediante su cuerpo. Hoy en día, en gran medida gracias a la madera, cuento con más herramientas pero la más importante sigue siendo la tercera.

Betiarte

Cuando voy al bosque y me encuentro frente a una raíz, entre esta y yo se produce una comunicación, y es hay donde tiene lugar la magia de la transformación. La raíz y su entorno se unen a mi voluntad de crear algo que por mi mismo soy incapaz de hacerlo. En esta interacción se alteran tanto la forma como su significado, obteniendo así algo nuevo, algo que hasta ahora no existía y a su vez contiene todos los componentes de ese maravilloso proceso. Por eso al principio, a mi trabajo lo denominaba, transformación de la madera, aunque en realidad creo que nos transformamos los dos en un único resultado.

Cuando estoy en mi taller con la raíz y ese nuevo resultado, que aún sólo está en mi cabeza, el siguiente paso consiste en quitarle a la madera las partes que sobran para llegar a esa nueva forma, las partes blandas, corteza, etc., y obtener una forma sólida y resistente a las alteraciones. También en este proceso a menudo se producen alteraciones inesperadas, lo cual mantiene la incertidumbre de “lo que va a ser” esa raíz hasta el final. En realidad la magia de la transformación no acababa hasta que decido que la pieza esta terminada.

Durante estos diez años los más de quinientos trabajos que he realizado forman una evolución tanto en el proceso como en el resultado, pero la esencia de esa magia sigue intacta porque sigo creyendo que la verdadera inspiración esta en la voluntad y el encontrarlo depende de uno mismo.

Usa para sus trabajos diversas maderas en función de lo que va a producir, por ejemplos para muebles el roble o castaño, para los yugos el haya, para las cosas pequeñas el abedul que es blanco y coge muy bien el color, el castaño para piezas de volumen para aprovechar sus formas, sobre todo las maderas que están ya ahuecadas que muestran muy bonitos perfiles.

También usa viejas tejas que luego pinta, incluso maderas quemadas.

Para tallar procura usar la madera en verde, recién cortada, que son más manejables que las secas que presenta mayor dureza.

Tiene un taller dispuesto de los elementos necesarios para su trabajo: sierra de cinta, de disco, motosierras, cepilladoras, taladros,… así como las diversas herramientas necesarias: gubias formones, escofinas, mazas y martillos, serretas y sierras, tenazas y alicates, reglas, compases, etc., sin olvidar los consumibles: lápices, lijas, pinceles, esmaltes, barnices, etc.

La opiniĆ³n de los lectores:

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