Artetsu Saria 2005
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Buber Saria 2003
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Argia Saria 1999
Astekari elektronikoari Merezimenduzko Saria
Mónica MÍGUEZ, medicusmundi gipuzkoa
Según datos de ONUSIDA, vivimos una realidad en la que 2.500 jóvenes se contagian diariamente con el VIH y en la que, anualmente, mueren dos millones de personas por sida. Una realidad, no obstante, que se ceba aún más en las mujeres en cualquier región del mundo. En 1986, por cada nueve personas contagiadas con el virus, sólo una era mujer. En la actualidad, sin embargo, es una mujer la contagiada por cada tres hombres; hasta el punto de que el 52% de personas afectadas por el virus son mujeres. Y en ciertos lugares, como África subsahariana —donde más se sufre la enfermedad—, esta cifra ha aumentado considerablemente en las últimas décadas, llegando a alcanzar las mujeres el 60% de las personas afectadas.
Pero, ¿por qué aumenta más la cifra de mujeres que de hombres afectados? Entre otros factores está la falta de “poder” de la mujer para decidir las condiciones en las que tiene sus relaciones sexuales y para exigir el uso del preservativo —actualmente el método más seguro de protección frente al VIH/sida y otras infecciones de transmisión sexual— a sus parejas. Algo que no podrá verse totalmente garantizado para las mujeres mientras no se den unas relaciones de género equitativas y corresponsables, y hasta que no se reconozca, de facto, su autonomía y derecho de decisión en el terreno de la sexualidad. Las desigualdades de género, las situaciones de discriminación y la violencia que sufren en todo el mundo son factores clave de esta desproporción, pues determinan claramente el incremento de la vulnerabilidad de la mujer frente al contagio.
En ciertos lugares, como África subsahariana, donde más se sufre la enfermedad, la cifra ha aumentado considerablemente en las últimas décadas, llegando a alcanzar las mujeres el 60% de las personas afectadas.
Foto: CC BY - National Assembly For Wales/Cynulliad Cymru
Por ello, desde medicusmundi gipuzkoa y el Movimiento Manuela Ramos hemos puesto en marcha un concurso de cortometrajes paralelo, en Euskadi y Perú. Con los trabajos presentados, antes del 30 de abril de 2012, esperamos que las personas participantes muestren la dura realidad de esta pandemia, así como las causas y consecuencias que tiene la citada feminización del virus y la enfermedad, porque todas y todos podemos hacer algo para terminar con esta lacra.
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