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Antxon AGUIRRE SORONDO
Estudiando la mitología vasca me encontré con la figura de San Martinico, quien fue el que proporcionó los principales descubrimientos a los hombres. Posteriormente descubrí que lo mismo aparecía en otras culturas, por lo que me pareció interesante efectuar un estudio comparativo de este tema.
Sin lugar a dudas, ha sido la mitología griega la que más rica información nos ha dejado. Así hemos recogido por ejemplo, los siguientes casos1:
Amico era hijo de Neptuno e inventó el cesto, arma de combate consistente en un guante de cuero reforzado por puntas metálicas. Amico fue vencido por Pólux.
Según indicaba Plinio Arabo fue en inventor de la medicina, el cual legó sus conocimientos a los árabes que tomaron su nombre. Fue hijo de Apolo y de Babilónida, y hermano de Casíope.
Ardalo era hijo de Vulcano y de la gracia Aglae. Fue fundador del templo de las Musas de Trecenia e inventor de la flauta.
Arión fue poeta y músico. Fue salvado en el mar por unos delfines, encantados por la música de su lira. Apolo le incluyó entre las constelaciones. Fue el inventor del ditirambo, composición lírica dedicada al dios Dionisio. También se usa esta palabra para designar a las alabanzas exageradas.
Córico fue rey de la Arcadia y padre de Enetro, Palestra y Plexipo. Sus hijos inventaron el arte de la lucha. Palestra reveló el secreto a su amante Mercurio, quien lo perfeccionó y le dio su nombre la palestra (forma de lucha en la Grecia Antigua). Al conocer esto Córico, enfureció y pidió a sus otros hijos tomaran venganza cortando las manos a Mercurio. Júpiter les castigó convirtiéndoles en odres.
Córito era hijo de Paris y la ninfa Enone. Era tan bello como su padre. Enone para vengarse de Paris le envió a cortejar a Helena, pero Paris en un ataque de celos lo mató, sin saber que era su hijo. Se dice que fue el inventor del casco.
Dafnis, fue pastor. Era hijo de Mercurio y de una ninfa. Al ser abandonado por su madre el dios Apolo le protegió y le puso en manos de las ninfas del bosque y del dios Pan para que le cuidaran. Este le enseñó a cantar y tocar la flauta. Juró fidelidad amorosa a la ninfa Cloe, la cual le amenazó con dejarle ciego si faltaba a la promesa. Enamorado de la hija del rey, rompió su promesa, y Cloe le dejó ciego. A partir de ese momento Dafnis anduvo de lugar en lugar con sus cantos, hasta que cayó de lo alto de una peña y murió, siendo enterrado por las ninfas que lloraron su muerte. Se dice que fue el inventor de la poesía pastoril.
Erictonio era hijo de Vulcano. Nació con las piernas torcidas e inventó el carro para ocultar su defecto. Podríamos decir que también la ortopedia.
Filomeno, era hijo de Jasión y Demeter, y hermano de Pluto. Muy aficionado al canto, fue el inventor del arado.
Lino fue hijo de Apolo o Neptuno y de una ninfa. Murió a manos de Apolo al que había osado desafiar a cantar. Fue el inventor de la melodía y el ritmo y es la personificación de los cantos funerarios.
Talo, fue introducido por su tío Dédalo en los principios de la mecánica. Fue el inventor del compás, el torno, y la sierra. Celoso por sus progresos Dédalo lo arrojó desde lo alto de una de las torres de Atenas.
Triptolemo, fue un héroe griego, hijo de Celeo, rey de Eleusis y de Metanira o Polimnia. A su regreso a ática, su padre por envidia intentó darle muerte, pero Ceres le salvo y obligó a Celeo le devolviera el reino. Inventó el arado y la agricultura.
El mismo fenómeno de seres míticos inventores los tenemos en otras culturas. Veamos algunos casos.
Thot, dios egipcio, al que se le representa con cabeza de Ibis. Inventó la escritura y se le tenía como el más sabio de todos los dioses del panteón egipcio, patrono de las bibliotecas.
Tosortros, fue un sabio rey de Egipto, considerado como el inventor de las ciencias matemáticas, de la medicina y la escritura.
Taaut, dios fenicio, inventor de la escritura, la metalurgia y la medicina, por lo que fue venerado como Símbolo del Cielo.
Vainauasinen, es el dios eslavo, hijo de Rava y hermano de Ilmareben. Enseñó a los hombres el uso del fuego, construyó el primer barco, inventó la lira y difundió la civilización.
Wainamoinen, héroe finlandés, pacífico, amante de la meditación, profeta y cantor. Inventó el kantele, una especie de arpa.
Wise o Wiso, según se cree en India, fue el último de los cuatro hijos del primer hombre y de la primera mujer. Fue el que dio origen a la casta de los artesanos. Sus inventos los legó a sus descendientes.
Tai-hao-fu-hi-che, supuesto primer emperador de China, en el 3.695 a.C. Inventor del fuego, la agricultura, astronomía, metalurgia y el comercio. Creó las leyes, la escritura y el calendario.
Basajaun. Samartintxiki (San Martinico) fue también el primer hombre que robó a los genios llamados basajaun las patentes para la fabricación de la sierra, para soldar el hierro con fundente y para la buena marcha de los molinos.
Foto: CC BY - Markel Urrutia
Felo es una divinidad china que inventó el uso de la sal. Al no ser apreciado por sus compatriotas regresó a los espacios infinitos. Por ello los chinos celebran todos los años una fiesta, adornan las puertas de sus casas y salen a buscar a Felo. Se cree que volverá al fin del mundo.
Quetzalcohatl, héroe epónimo del antiguo Méjico, dios del viento, e inventor de todas las artes. Se creo que fue un personaje real.
También en Euskal Herria tenemos este fenómeno en el que se atribuye a seres mitológicos los primeros adelantes de la civilización. Copio a don José Miguel de Barandiarán2:
Samartintxiki (San Martinico) es nombre más repetido que San Martín en las leyendas relativas a este personaje. Fue éste, entre los humanos el primer labrador que trajo la semilla de trigo, la de maíz y la de nabo, averiguó la época de la siembra de los mismos y los cultivó. Fue también el primer hombre que robó a los genios llamados basajaun las patentes para la fabricación de la sierra, para soldar el hierro con fundente y para la buena marcha de los molinos. Fue, pues, un héroe civilizador. Vamos a ver cómo logró todo esto. Cuentan en Ataun que Samartintxiki fue al monte Muskia, sito en aquel pueblo, a visitar a los baxajaun o genios que cosechaban allí grandes cantidades de trigo. Disputando con ellos, cayó deliberadamente en un montón de trigo que había en la mansión de los baxajaun, llenando de grano sus albarcas. Cuando regresaba al pueblo, llevó en su calzado la simiente del precioso cereal. Al percatarse de este hecho los basajaun, uno de ellos lanzó su hacha contra Samartintxiki, pero no dio en el blanco. Poco después nuestro héroe, que no sabía en qué época tenía que sembrar la simiente robada, subió disimuladamente hacia la morada de los baxajaun. Estos estaban cantando:
- Or irtete, arto ereitte; or erorte, gari ereitte, San Lorentzoota, arbi ereitte (al brote de la hoja, la siembra del maíz; al caer de la hoja, la siembra del trigo; por San Lorenzo —a principios de Agosto— , la siembra del nabo).
Así aprendió Samartintxiki en qué época tenía que sembrar el trigo (como también el maíz y el nabo) y aguardó hasta que vio caer las hojas de los árboles. Sembró el trigo robado y logró la primera cosecha de dicho cereal y obtuvo los primeros panes en Ataun. De aquí se propagó por el mundo la utilización del pan de trigo. Variantes de esta leyenda existen en muchas localidades, entre las cuales cabe citar Kortezubi, Mutriku, Zegama y Oiartzun.
En la obra Mitología del Pueblo Vasco, publicó Barandiarán lo siguiente3:
Gracias también a un ardid, consiguió San Martinico arrancar al basajaun el secreto de la fabricación de la sierra, según relatos de la región de Oyarzun. El basajaun fabricaba sierras en su taller; no así San Martinico, que carecía de un modelo para ello. Deseando éste conocer el secreto, envió a su criado a anunciar en el pueblo que San Martinico había fabricado la sierra. Al oír esto el basajaun, le preguntó: ¿es que tu amo ha visto la hoja del castaño?
– No la ha visto, pero la verá contestó el criado, que luego refirió a San Martinico lo sucedido. San Martinico vio la hoja dentada del castaño y labró, a su estilo, una lámina de hierro.
De noche fue el basajaun a la herrería de San Martinico para comprobar si éste había fabricado alguna sierra. Al encontrar allí una, le torció alternativamente a uno y otro lado los dientes, queriendo así inutilizarla. Pero con ello mejoró la herramienta: ahora estaba triscada y no se agarrotaba como le ocurría antes y les ocurría a las del basajaun. Desde entonces se propagó el uso de la sierra por el mundo.
Con igual treta logró San Martinico averiguar cómo el basajaun hacía la soldadura de dos piezas de hierro. Esto ocurría en Kortezubi. Para saberlo mandó anunciar en la región que él había descubierto el procedimiento para soldar el hierro con el acero. Entonces el basajaun preguntó al anunciante: “¿es que San Martinico asperjó con agua arcillosa ambas piezas?”. “– No lo hizo, pero ya lo hará” –contestó el pregonero. Y así, utilizando como fundente la arcilla con agua, San Martinico logró la soldadura del hierro, técnica que luego se propagó por los pueblos.
En la región de Sara cuentan que el eje del molino de San Martinico era de roble y se quemaba pronto inutilizándose para el trabajo. En cambio, el del molino del basajaun duraba mucho. San Martinico mandó anunciar que su molino funcionaba ya sin desmayo. “– Eso quiere decir que le ha puesto eje de aliso” –comentó el basajaun. “–Se lo pondrá” –contestó el pregonero. Desde entonces, gracias al ardid de San Martinico, los hombres pudieron empezar a beneficiarse de los molinos en todo el mundo.
También Juan Garmendia Larrañaga recogió elementos semejantes4:
Mi informante sabe de su abuelo Joaquín Saralegui, que unos gentiles de la sierra de Aralar habitaban en las cuevas de Latosa, Zotaleta, Astarteta, Zabalegui, Angone, Etizegui, etc... Los gentiles —según esta versión— desconocían el hierro, y en su lugar se valían de la madera, con la que agujereando en piedra suelta hasta dar con la roca viva conseguían las oquedades que las convertían en su residencia.
Los gentiles —según esta versión— desconocían el hierro, y en su lugar se valían de la madera. Inventaron el fuego, que lo lograron estregando hasta calentar debidamente dos piezas de madera.
Foto: CC BY - sarub
Inventaron el fuego, que lo lograron estregando hasta calentar debidamente dos piezas de madera. Mas como esta técnica les resultaba fatigosa, una vez logrado el fuego lo extendían para su conservación ulterior. Hasta el aprovechamiento del fuego tomaban alimento crudo.
No sabían ordeñar las vacas, esta labor la suplían sirviéndose de su fuerza, para ello levantaban el ganado por una de sus patas y de la ubre bebían la leche. Poseían rebaños y cultivaban el pastoreo. Las yeguas salvajes las sacrificaban valiéndose de cuchillos de piedra, que los introducían por la espalda del animal. Cada cuchillo de aquellos pesaba ocho arrobas, que equivalían a cien kilos.
Hemos visto que:
En el País Vasco eran los genios llamados basajaun los que tenían el fuego, el trigo, la sierra, la soldadura, entre otras cosas y fue San Martinico quien se los robó para darlos a la humanidad.
Si nos fijamos la mayor parte de los descubrimientos citados en el mundo, son los que Julio Caro Baroja pertenecen al primer estatus de la civilización, que él llama periodo técnico arcaico o eotécnico, que lo data de entre el tercer milenio a.C. y el siglo III a. J.C.5 Ahora bien distinto es el caso del País Vasco, en donde el ser mitológico es un supuesto santo cristiano.
Con la ayuda del importante estudio realizado por el profesor Ramón Bohigas Roldán6 vamos a analizar los primeros testimonios del cristianismo en la zona norte peninsular:
Vemos que las primeras dataciones son: álava en el V, Bizkaia, Navarra y zona norte en el VI.
Todo parece dar la razón al profesor José Luis Orella Unzué, toda una autoridad en temas de la Edad Media, cuando dice10:
....podemos afirmar que respeto al tema de la evangelización de los vascones, várdulos y caristios y en general de los pueblos pirenaicos occidentales, ésta fue realizada desde ámbitos galos ya que todas las tradiciones históricas o míticas la vinculan a la llegada de misioneros o viajeros norteños afincados más allá del Pirineo.
Si ello es así, tenemos que nuestro San Martinico tendría que haber nacido, me refiero en la mente popular, a partir por lo menos del siglo V al VIII d.C. ¿o fue una adaptación de un mito anterior?
Lo que no hay duda es que la mente popular en todas las épocas y zonas del globo, asoció a sus genios los principales descubrimientos de la humanidad, incluso y según la Biblia los mismos seres humanos descendemos de Adan y Eva, creados por el mismo Dios.
1 Gavalda, Antonio G. (1962), Diccionario Mitológico, Barcelona, Editorial Sintes.
2 Barandiarán, José Miguel (1997), Mitología del Pueblo Vasco, Lasarte-Oria, Etor-Ostoa. p. 244.
3Barandiarán, José Miguel (1997), Mitología del Pueblo Vasco, Lasarte-Oria, Etor-Ostoa. p. 68
4Garmendia Larrañaga, Juan (1998), Obras Completas, T. V, Donostia-San Sebastián, Haranburu Editor. p. 226.
5Caro Baroja, Julio (1983), Tecnología popular española, Editora Nacional. Madrid. p. 18.
6 Bohigas Roldán, Ramón. La cultura material en torno al milenio. Reinos cristianos. Actas del V Congreso de Arqueología Medieval Española. Valladolid. 1999. Junta de Castilla y León. Vol. 2. p. 515 a 546.
7 Azkarate Garai-Olaun, Agustín. Arqueología cristiana de la antigüedad Tardía en Alava, Guipúzcoa y Vizcaya. Vitoria-Gazteiz. 1988. p. 480.
8 Goñi Gaztambide, José. Historia de los Obispos de Pamplona. Tomo I. (Siglos IV-XIII). Ediciones Universidad de Navarra, S.A. Pamplona. 1979. p. 46 y 47.
9 Murugarren Zamora, Luis. Historia de la Iglesia del País Vasco. (Inédita).
10 Orella Unzúe, José Luis. Relaciones medievales entre Gascuña y Guipúzcoa: la diócesis de Pamplona y de Bayona. Cuadernos de Ciencias Sociales y Económicas. Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos. San Sebastián. 2001. p. 119.
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