El Registro fósil de los Pirineos Occidentales: estudio, importancia y gestión de un gran archivo de paleobiodiversidad

Humberto ASTIBIA, Ainara BADIOLA, Nathalie BARDET, Ana BERRETEAGA, J. Carmelo CORRAL, Verónica DÍEZ, Javier ELORZA, Silvia ORTIZ, Aitor PAYROS y Xabier PEREDA-SUBERBIOLA

Lagundu

El Registro fósil —que incluye el conjunto de los fósiles, entendiendo por fósiles las evidencias de la vida pretérita incluidas en las rocas— es un archivo de la biodiversidad histórica y constituye la principal fuente de información de las biosferas del pasado.

El estudio del Registro fósil —objeto de la ciencia de la Paleontología— permite analizar diferentes procesos de cambio que requieren tiempo geológico (tomada como unidad ˜ 1 millón de años), no detectables en el tiempo ecológico, tales como (1) el origen e historia evolutiva de los grupos de organismos, —incluida la de nuestra propia familia humana—; (2) los cambios de biodiversidad a lo largo de la historia de la Tierra y procesos relacionados, como la variable duración de las especies o la posible relación entre el reemplazamiento de las mismas y determinados ciclos astronómicos; o (3) las respuestas bióticas a los cambios ambientales globales. Una de las más importantes aportaciones de la Paleontología a la Biología Evolutiva es la constatación e investigación de las grandes crisis de biodiversidad (extinciones masivas y caídas generalizadas en el ritmo de especiación), que han tenido lugar repetidamente en la historia de la vida y que junto con las sucesivas fases de recuperación-reordenación biosférica, son procesos mayores determinantes de la misma.

Los Pirineos Occidentales, debido a que forman parte de una región donde convergen diferentes dominios geológicos, conforman un territorio muy diverso en cuanto a su gea (Geodiversidad), con un rico registro fósil correspondiente a un lapso temporal que incluye la mayor parte del Fanerozoico (eón que abarca los últimos 541 millones de años de la historia de la Tierra) y una notable variedad de ecosistemas, tanto marinos como continentales.

F?siles de animales marinos

Fig. 1. Fósiles de animales marinos (braquiópodos espiriféridos, arriba derecha, y equinodermos crinoideos, izquierda) del periodo Devónico, provenientes de los alrededores de la regata de Orabidea (Nafarroa). Su origen se ubica en un océano de hace unos 400 millones de años, cuyos moradores (los braquiópodos cuentan hoy en día con pocas especies vivas) y estructura ecológica eran notablemente diferentes de los actuales. La reconstrucción paleogeográfica, correspondiente a comienzos del periodo Devónico (abajo izquierda), se basa en los trabajos de C. R. Scotese (Universidad de Texas). La fotografía inferior enmarca las montañas paleozoicas cercanas a Orabidea.

Los mares y ecosistemas continentales del Paleozoico de Vasconia cuentan con niveles fosilíferos de invertebrados y plantas vasculares en los macizos de Aldude-Kintoa y Orotz-Betelu. Estos afloramientos provienen de un mundo remoto, que no es posible inferir desde el eco-espacio moderno(Fig. 1). Las bioconstrucciones del periodo Cretácico, formadas por los esqueletos mineralizados de moluscos bivalvos, corales, algas calcáreas y otros organismos marinos, forman algunos de los relieves montañosos más característicos del paisaje cantábrico (Fig. 2). Los yacimientos de ámbar (resina fósil) del Cretácico inferior de Peñacerrada/Urizaharra (Araba) contienen numerosas inclusiones biológicas, como insectos y restos vegetales. Las capas con fósiles de dinosaurios y otros vertebrados de Laño (Trebiñu) constituyen una ventana excepcional a los ecosistemas terrestres de finales de la era Mesozoica. En localidades como Zumaia (Gipuzkoa), Sopelana (Bizkaia) o Eguaras (Goi-Nafarroa) entre otras, hay completas secciones estratigráficas del límite Cretácico-Paleógeno, de interés para el conocimiento de la gran crisis biótica que en torno a ese límite, hace 65 millones de años, asoló el planeta y que atraen a numerosos investigadores internacionales (Fig. 3). Los fósiles de invertebrados del Eoceno de la Cuenca de Pamplona y de la Costa labortana testimonian un Mar pirenaico cálido y somero. El yacimiento alavés de Zanbrana ha suministrado una rica asociación fósil de mamíferos, anteriores al enfriamiento climático global del límite Eoceno/Oligoceno (Fig. 4). El Neógeno continental del sur de Navarra y los yacimientos cársticos del Cuaternario, contienen el registro de micro y megafaunas de vertebrados, en ambientes emergidos más parecidos a los actuales. Son numerosos los trabajos paleontológicos publicados por investigadores de la Universidad del País Vasco/EHU y de otras instituciones nacionales e internacionales. Su mera reseña escapa de los objetivos de este breve texto.

Vistas generales de una cantera de roca caliza en el municipio vizca?no de Gautegiz-Arteaga (arriba) y de la Punta del Fort?n de Azkorriaga, en Gorliz (abajo)

Fig. 2. Vistas generales de una cantera de roca caliza en el municipio vizcaíno de Gautegiz-Arteaga (arriba) y de la Punta del Fortín de Azkorriaga, en Gorliz (abajo). En una espléndida manifestación de la capacidad que tienen los seres vivos de mineralizar el entorno, dicha caliza está en gran parte formada por conchas de moluscos (principalmente, los extintos bivalvos rudistas, derecha arriba) y esqueletos de otros organismos, como los corales (derecha abajo), cuando la Cuenca Vasco-Cantábrica, hace unos 100 millones de años, pertenecía al antiguo Mar de Tethys. Utilizadas como rocas ornamentales, ésta y otras calizas parecidas son frecuentes en pavimentos y paredes de muchas calles y edificios de nuestro entorno.

El Registro fósil forma parte del Registro geológico, un patrimonio o conjunto de bienes naturales no renovable. La gestión de todo este patrimonio natural requiere la formación de equipos de investigación interdisciplinares y de políticas educativas y de protección inter-institucionales, que favorezcan su estudio, lo valoren y eviten, en lo posible, la destrucción a la que con frecuencia se ve sometido. A este respecto, la construcción de infraestructuras y otras obras, el coleccionismo desmedido, el expolio de yacimientos para la venta de fósiles e, incluso, el muestreo y salida de ejemplares en relación con estudios realizados por paleontólogos foráneos, son algunos de los principales factores que atentan contra la integridad de este legado único.

En muchos países la protección del Patrimonio geológico y paleontológico es una preocupación nacional, que se viene traduciendo en diferentes iniciativas políticas en los ámbitos educativo, cultural y legislativo. Como hitos internacionales en esta dirección caben destacarse la histórica celebración en 1991 en la localidad provenzal de Digne-les-Bains del Premier Symposium International sur la Protection du Patrimoine Géologique, donde se consensuó una Declaración internacional de los derechos de la memoria de la Tierra (International declaration of the rights of the memory of the Earth) y la fundación en la pasada década, bajo los auspicios de la UNESCO, de las redes europea y global de geoparques (European Geoparks Network, Global Geoparks Network). La GGN cuenta en la actualidad con 90 geoparques repartidos en 27 países. Pero la simple consideración del Registro fósil como parte de la geodiversidad en el contexto de algunos discursos actuales, que parecen revivir la imagen del viejo cajón renacentista de los fósiles y otras “petrificaciones” olvida, a veces, la dimensión paleobiológica del mismo.

Vista general (arriba derecha) y en detalle (izquierda) de la secci?n estratigr?fica del l?mite Cret?cico-Pale?geno en los acantilados de la localidad guipuzcoana de Zumaia

Fig. 3. Vista general (arriba derecha) y en detalle (izquierda) de la sección estratigráfica del límite Cretácico-Paleógeno en los acantilados de la localidad guipuzcoana de Zumaia. Las rocas corresponden a sedimentos acumulados en un medio marino profundo. Su abundante contenido micropaleontológico ‑en la fotografía inferior derecha, tomada de un trabajo de los Drs. J. A. Baceta, G. Bernaola, E. Apellaniz, V. Pujalte y F. Caballero de la UPV/EHU (2005), pueden verse fósiles de microforaminíferos‑ permite conocer los cambios que acontecieron en el plancton marino cuando la vida planetaria, hace unos 66 millones de años, sufrió una de las mayores crisis de extinción registradas. Estos estudios adquieren importancia, habida cuenta de la acelerada pérdida de biodiversidad que sufre actualmente el planeta.

En nuestro territorio las normativas en materia de patrimonio permiten la protección legal de los bienes paleontológicos. Por un lado, el Patrimonio paleontológico queda incluido, pensamos que erróneamente desde un punto de vista conceptual, dentro del Patrimonio arqueológico (parte del Patrimonio cultural) y, por otro lado, también queda amparado por la legislación sobre Patrimonio natural y biodiversidad. Instituciones como la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU), el Museo de Ciencias Naturales de Álava/Arabako Natur-Zientzien Museoa o la Sociedad de Ciencias Aranzadi/Aranzadi Zientzia Elkartea y la reciente materialización de proyectos como los del Centro de Interpretación de Algorri/Algorri Interpretazio Zentroa y del Geoparque de la Costa Vasca/Euskal Kostaldea Geoparkea, estos últimos en Gipuzkoa, pueden contribuir muy positivamente a la conservación, divulgación y la concienciación en torno al valor científico, cultural y también económico del Patrimonio paleontológico en nuestro territorio. También el Centro de Biodiversidad de Euskadi/Madariaga Dorretxea, ubicado en la reserva de Urdaibai (Bizkaia), en un entorno de gran riqueza paleontológica, puede realizar una labor destacable en la valoración de los bienes paleontológicos como archivo de la Biodiversidad histórica.

F?siles craneales de una nueva especie de mam?fero perisod?ctilo (izquierda), provenientes del yacimiento de Zanbrana (Araba)

Fig. 4. Fósiles craneales de una nueva especie de mamífero perisodáctilo (izquierda), provenientes del yacimiento de Zanbrana (Araba), cuyos niveles datan de la época del Eoceno superior, hace algo más de 34 millones de años. Esta especie proviene de un tiempo en que los perisodáctilos, representados en la actualidad por los caballos, tapires y rinocerontes, eran más diversos que ahora. A finales del Eoceno el clima de la Tierra, que era más cálido que en el presente, sufrió un notable enfriamiento, con importantes cambios bióticos, que supusieron para la historia de los mamíferos la extinción de muchas especies (incluida la de la figura) y, a su vez, el inicio de un periodo de renovación faunística. La fotografía y figura de la derecha corresponden a una excavación paleontológica en Zanbrana y a la distribución espacial de los fósiles de vertebrados recuperados en la misma.

 

Humberto Astibia, Universidad del País Vasco/EHU, Facultad de Ciencia y Tecnología, Dpto. de Estratigrafía y Paleontología, Apartado de correos 644, 48080 Bilbao (humberto.astibia@ehu.es).

Ainara Badiola, Universidad del País Vasco/EHU, Facultad de Ciencia y Tecnología, Dpto. de Estratigrafía y Paleontología, Apartado de correos 644, 48080 Bilbao.

Nathalie Bardet, CNRS UMR 7207, Département Histoire de la Terre, Muséum National d’Histoire Naturelle, CP 38, 8 rue Buffon, 75005 Paris, France.

Ana Berreteaga, Universidad del País Vasco/EHU, Facultad de Ciencia y Tecnología, Dpto. de Estratigrafía y Paleontología, Apartado de correos 644, 48080 Bilbao.

J. Carmelo Corral, Museo de Ciencias Naturales de Álava/Arabako Natur Zientzien Museoa, Siervas de Jesús, 24, 01001 Vitoria-Gasteiz.

Verónica Díez, Universidad del País Vasco/EHU, Facultad de Ciencia y Tecnología, Dpto. de Estratigrafía y Paleontología, Apartado de correos 644, 48080 Bilbao.

Javier Elorza, Universidad del País Vasco/EHU, Facultad de Ciencia y Tecnología, Departamento de Mineralogía y Petrología, Apartado de correos 644, 48080 Bilbao.

Silvia Ortiz, Universidad del País Vasco/EHU, Facultad de Ciencia y Tecnología, Dpto. de Estratigrafía y Paleontología, Apartado de correos 644, 48080 Bilbao.

Aitor Payros, Universidad del País Vasco/EHU, Facultad de Ciencia y Tecnología, Dpto. de Estratigrafía y Paleontología, Apartado de correos 644, 48080 Bilbao.

Xabier Pereda-Suberbiola, Universidad del País Vasco/EHU, Facultad de Ciencia y Tecnología, Dpto. de Estratigrafía y Paleontología, Apartado de correos 644, 48080 Bilbao.

Contribución a los proyectos CGL2010-18851/BTE y CGL2011-23770 (MINECO) y al grupo IT320-10 (Gobierno Vasco/Eusko Jaurlaritza). Actividades dentro del Convenio Específico de Colaboración entre la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU), el Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS) y el Muséum national d’Histoire naturelle de Paris (MNHN). Este texto resume dos comunicaciones presentadas por el equipo firmante en el IV Congreso de Biodiversidad, organizado y financiado por Neiker-Tecnalia, Ihobe, Gobierno Vasco/Eusko Jaurlaritza, Bizkaiko Foru Aldundia/Diputación foral de Bizkaia, Diversitas y la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, celebrado en Bilbao los días 6, 7 y 8 de Febrero de 2013. Puede accederse a los contenidos de las dos comunicaciones en http://congresobiodiversidad.com.

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