DANIEL FIORAMANTÉ
Escultor
2002 / 04-26 / 05-03
Autor: Antxon Aguirre Sorondo

ARTESANO

Nace en junio de 1963 en Briançon (Alpes franceses), hijo de padre francés y madre navarra, de Oitz de Santesteban.

Daniel ya desde los dos años acude regularmente a la casa de los abuelos en este pueblo de Oitz, donde tiene ahora fijada su residencia y donde tiene su corazón profundamente enraizado.

Siendo Daniel joven, en 1980, a causa de un accidente de moto, se le aconseja ergoterapia (terapia de rehabilitación). Así se inicia a realizar trabajos con lana, madera y toma contacto por primera vez con el barro y su modelado, haciendo un busto. La experiencia le resultó grata.

Tras sus estudios en Marsella de profesor de cultura física, en 1987, viene a vivir a Oitz y trabaja al Residencia de la Tercera Edad de Elizondo donde les da gimnasia de mantenimiento, mientras como divertimento continua en su casa con los trabajos en barro, acompañando de vez en cuanto a las ferias de artesanía a Miguel Urroz Arrastio, al que cariñosamente llama Tío Miguel, cucharero también de Oitz. Miguel le dejaba una esquinita de su puesto y allí Daniel exhibía y vendía sus primeras piezas, en principio sueltas (sin bases) y sin pintar. Luego introducirá nuevas mejoras como el pintado, añadido de algunas piezas de madera, si lo requiere, dando betún, etc.

Cuando se le acaba el contrato de la Residencia de Ancianos de Elizondo (1993), se vuelca del todo en el trabajo de la escultura en barro y así continua este artista, alternando con clases de gimnasia que da en los pueblos de la zona. Estamos, como en otros muchos artesanos que hemos entrevistado, ante un artista autodidacta.

Vende sus productos artesanales únicamente en su domicilio y en las ferias de artesanía.

Su especialidad es la realización de figuras en barro cocido que representen imágenes de la vida popular vasca.

Compra el barro ya preparado y trabaja con él haciendo figuras de corte realista y a las que no le falta detalle alguno, logrando así unas auténticas obras de arte en miniatura.

Los motivos de su trabajo son:

• Figuras de populares y de la mitología vasca.
• Esculturas y retratos por encargo.

Veremos por ejemplo: labradores trabajando con la laya, aizkolaris, pescadores, abuelas desgranando el maíz, abuelos afilando la hoz, o el pastor en todas y cada una de las fases de la fabricación del queso, figuras del carnaval vasco y así podríamos seguir enumerando todas las actividades del mundo tradicional, que son los elementos de su inspiración. No es de extrañar que en su biblioteca abunden las obras de don José Miguel de Barandiarán, Jimeno Jurio, libros de fotos antiguas de Euskal Herria, y otros sobre Mitología.

Sus obras son excelentes piezas propias para entregar como trofeos, regalos de aniversario o empresa, o decoración simplemente.

También hace esculturas por encargo, bustos generalmente.

Trabaja con herramientas de metal, cosa no muy usual, ya que los escultores de arcilla suelen usar de madera, y es que como dice Daniel el peso, el tacto las hacen para él muy gratas.

Con el barro en sus manos modela la pieza, la esculpe y crea el personaje deseado. Una vez terminada la obra la abre y vacía el interior, y vuelve a cerrar, dejando dos salidas para el aire. Su experiencia le ha demostrado que las macizas tienen mayor riesgo de que se partan en el horno al expandirse cualquier burbuja interior. Por otra parte cuando explotan no solo se rompe esa pieza sino también las piezas cercanas.

Tras un periodo de secado natural, procede a su cocción en horno eléctrico. Cuando las saca da cera para oscurecer un poco la pieza y les coloca sobre su correspondiente base de madera, añadiendo a cada uno los complementos necesarios en madera de boj: hachas, layas, etc.