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PROCESOS
Nuestro artesano extendiendo el látex. |
Cuando se solidifica, se obtiene una fina película flexible y transparente. Juan Carlos adhiere el látex sobre una hoja de periódico, lo que le permitirá cortarlo en tiras sin dificultad.
La futura pelota se conforma alrededor de una bola bien de madera de boj o bien de plástico. Sobre este núcleo se van montando sucesivas capas de látex compactas. En función del peso final de la pelota -que varía según sea para la modalidad de mano, pala o cesta-, también la base deberá tener un peso específico. A este núcleo formado por la canica interior y el látex se llama "potro" o "kiski" y es del tamaño de una ciruela.
Con varias vueltas de lana virgen se completa su diámetro; para facilitar el acople, la lana está ligeramente humedecida. Con unos golpes de martillo sobre un molde de la forma de la pelota, se va apretando tantas veces como sea necesario.
Cortando el látex para formar
tiras. |
La dermis de la pelota está hecha de una capa de hilo de algodón puro, posteriormente cosida a todo el conjunto.
El kiski terminado. |
Hoy hay una nueva moda entre los profesionales de hacer la pelota al revés, con la "flor" hacia fuera, ya que la pelota "sale más", es más viva.
Cosiendo fuertemente el cuero, recortando sus bordes y aplanando las costuras haciéndola girar entre dos planchas duras, la pelota queda ya finalizada.
Como hemos visto en cada modalidad pelotazale se emplea un tipo distinto de pelota: desde la menor para paleta de unos 50 gramos, hasta la de cesta, de 125, pasando por las de mano que han de ser de un peso intermedio. Juan Carlos también fabrica pelotas adecuadas para los aprendices de pelotaris, tanto en la categoría de alevines o infantiles como de juveniles.
Apretando la lana y dándole forma en el yunque. |
A las pelotas de mano (sólo las de mano) se les da una capa de grasa justo antes de empezar el partido. Si una pelota tiene demasiada grasa se frota la pelota con un paño para quitarle la grasa, ya que sino la pelota correría demasiado.
En algunos casos y sobre todo en invierno, las pelotas se suelen conservar antes de los partidos en un cestillo de mimbre con una almohadilla eléctrica para mantenerlas templadas.
Cosiendo el cuero. |