Pedro Razquin Ochoa
PEDRO RAZQUIN OCHOA
Lampista
2003 / 12-19 / 12-29
Autor: Antxon Aguirre Sorondo
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EL PROCESO

Para las lámparas, apliques y candelabros

Lo primero que hay que hacer es desmontar todas las piezas para proceder a limpiarlas. A continuación hay que reparar las piezas rotas que se pueda o sustituirlas por otras que no son recuperables.

Tras estas labores se inicia el montaje de toda la lámpara. Una vez terminada, se le da un baño de barniz transparente de protección, para evitar su posible oxidación.


Para las radios y los relojes

Cuando le llega una de estas piezas antiguas, primeramente, procede a desmontar la maquinaria, y la manda a arreglar. Entonces, limpia o decapa a fondo la caja de madera y la envía a que reciba un tratamiento antipolilla por inmersión. Posteriormente limpia todo a fondo y procede a darle un baño de poliuretano, que es un barniz tapa-poros, sobre el que dará un baño de goma laca (generalmente varias manos), terminando con un fuerte encerado con cera virgen, aplicado a muñequilla.


Sus herramientas

Mesa de trabajo del artesano.  
Mesa de trabajo del artesano.
Son en su mayoría corrientes: distintos tipos de alicates normales y de puntas, cortantes, limas de varios tamaños y tipos, destornilladores, martillos, soldador eléctrico, tijeras, cuchillas y poco más.

En cuanto a materiales fungibles, además de los necesarios para hacer las lámparas como el cristal (que él llama: “lágrimas”, “medallones”, “barras”, etc.), alambres y los cables, lijas, pinturas, barnices, y poco más.

Los alambres para unir los cristales se llaman “agujas” y se venden ya fabricadas en paquetes. Él prefiere hacerse sus “agujas”, y para este fin, compra un alambre especial en Madrid.

Se auxilia de un pequeño torno eléctrico de sobremesa con el que hace los casquillos de latón, que requieren ser repuestos y de un taladro eléctrico de mano.

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