Henar Peso
HENAR PESO
Restauración de documentos
2004 / 04 / 02-23
Autor: Antxon Aguirre Sorondo
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EL PROCESO

Explicaremos someramente los principales pasos para restaurar un pergamino y luego un libro.

Restauración de un documento en base de pergamino

1º.- Limpieza.

El pergamino tiene dos caras, una hialina y la otra blanca. En la primera va el pelo, en la segunda la carne. Los textos se escriben en la cara blanca. Para la limpieza mecánica se usa gomas normales, agua y alcohol. Hay que tener en cuenta que antes de actuar con cualquier líquido del proceso que indicamos, se efectúan pruebas para ver si hay problemas de solubilidad de las tintas. Esto es todavía más importante cuando hay témperas, acuarelas, y colores. Se procura no insistir sobre la escritura, se limpia ligeramente.

Examinando un libro.
Examinando un libro.

2º.- Baño.

Se mete el pergamino en un baño de agua y alcohol, a veces etílico, otras metílico (aproximadamente al 50 %, aunque en esto también hay gustos). Este baño se hace para ablandar el material, por lo cual el tiempo que tiene que estar en el baño será en función del grosor, pudiendo ser desde solamente 10 minutos, a media hora.

3º.- Prensado.

Una vez blando el pergamino se mete en una prensa para lograr que quede liso. Para ello se introduce el pergamino entre secantes a cada lado, y “remay” que es una fibra sintética que se pone entre el pergamino y los secantes, de forma que permite pasar los líquidos y que no se pegue el secante al pergamino. Periódicamente se van cambiando los secantes para que absorban el líquido.

4º.- Reparación.

Una vez que el pergamino está limpio y liso se procede a reparar las roturas y a aplicar injertos.

Respecto a las técnicas de restauración hay dos escuelas. La escuela italiana aboga por colocar injertos a base de material de celulosa, tipo papel, y los restauradores en España prefieren que los injertos se hagan también con pergaminos (siempre claro con pergamino especial de ph. estabilizado y adecuado). Dicen los italianos que el papel al ser higroscópico se adapta mejor a los movimientos que provocan los cambios de temperatura en el pergamino y por lo tanto resulta más idóneo para este fin, cosa que no se logra con el pergamino que a veces “salta”, al tener sus propios movimientos y alteraciones, que no son iguales a los de los documentos que son pergaminos viejos. Pero hay gustos.

Generalmente los clientes dejan en manos de Henar la forma de realizar el trabajo, aunque también los hay que le indican qué material tiene que usar, por ejemplo “que sea pergamino estabilizado francés”.

5º.- Prensado.

Puesto que con los adhesivos usados para colocar los injertos se ha aportado humedad, necesita aplanarse de nuevo el material, por lo que se procede a su prensado.

  Procede de su limpieza mecánica.
Procede de su limpieza mecánica.
6º.- Cinta y sello.

Si el pergamino tiene textil (cinta) y sello de plomo, habrá que limpiar el textil, o cambiarlo si ello no es posible, y volver a poner cinta y sello.

7.- Carpetas.

Generalmente se hacen luego unas carpetas o cajas de custodia para su mejor conservación. Hay incluso artesanos especializados en este tema, sobre todo los pergaminos que llevan sellos de plomo, que requieren un troquel especial para que el sello ajuste perfectamente y no se mueva. Estas carpetas se hacen a medida.

Restauración de un libro de hojas de papel

1º.- Análisis.

Se toma la obra y se analiza minuciosamente, apuntando la numeración hoja a hoja, cómo está cosida, qué hojas forman cada cuadernillo, errores de paginación, cómo están realizadas las cabezadas (si las tiene), etc. Saca fotos de todo ello para que queden como testigos del estado inicial de la obra.

Hay que saber que hay muchos tipos de cosidos: alternos, a la española, a la francesa, externos, a diente de perro, etc. cosa que habrá que anotar.

2º.- Limpieza.

Limpieza mecánica, página a página con una brocha. Si hay manchas de cera se levantan con un bisturí y si quedan restos se quitan con un disolvente especial para ello. No se usa calor y secante, pues ello produciría mayor penetración de la cera en el papel. A punta de bisturí se eliminan también deyecciones de mosca, restos de barro, u otras partículas sólidas.

3º.- Desmontar

Se desmontan las guardas. Esto se hace con un poco de humedad, ya que suelen estar pegadas con colas animales y se van soltando los librillos con unas tijeras.

4º.- Análisis de ph.

Las hojas tienen que tener un ph. entre 6,5 y 7, que es cuando el material está estable. Mediante el aporte de una gota de agua neutra desmineralizada sobre el papel se analiza el ph. que tiene, ya que hay que restaurarlo y lograr que suba hasta 6,5 y 7.

Esto se hace a lo largo de todo el libro en tres o cuatro partes. Es importante ya que si hay hongos el ph. baja.

5º.- Baño.

Se lava el libro, esto es, hoja a hoja, en un baño de agua. Dependiendo del grosor del papel estará de 7 a 20 minutos.

6º.- Oreado.

Se procede al secado natural por medio del aire del ambiente, para lo cual se colocan las hojas en bastidores de mallas ideales para que circule el aire.

Restaurando un folio.
Restaurando un folio.

7º.- Análisis de ph.

Se analiza de nuevo el material para ver si por medio del baño se ha ajustado el ph. hasta los 6 ½ a 7 que nos interesa. Si ello no es así habrá que actuar de nuevo sobre el material con nuevos baños.

8º.- Desadificación.

En el caso de que continue con un ph. bajo se procede a su desadificación, dándole un baño de hidróxido cálcico, u otro producto similar (hidróxido de bario, y otros). Con esto se logra subir el ph. del papel, esto es, sacar del interior del papel el elemento que está causando la acidez que es la que deteriora el material.

9º.- Oreado.

Hay que secarlo de nuevo.

10º.- Nueva comprobación de ph.

Supondremos que ya hemos logrado lo deseado, que esté entre el ph. entre 6 ½ a 7.

11º.- Desinfección.

Suponiendo que está ya correcto el ph., se examina si tiene hongos, en cuyo caso se procede a la desinfección mediante inmersión en un baño antiparasitario. A veces se aprovecha alguno de los baños anteriores.

Hay muchos tipos hongos o microorganismos que acidifican el papel, pero los modernos antiparasitarios valen para todos ellos.

12º.- Nuevo oreado.

Esto es, nuevo secado.

Restaurando un folio.
Restaurando un folio.

13º.- Se le da un reencolado.

Se hace una inmersión en un baño con cola vegetal semi-sintética que le da cuerpo, apresto al papel. En origen el papel tiene en su composición fibras y colas. Los sucesivos tratamientos que le hemos dado han ido mermando estas colas, que son los soportes internos de las fibras. Lo que se hace ahora es aportar nuevas colas o soportes a la estructura de ese papel.

14º.- Nuevo oreado.

15º.- Blanqueo.

Algunos restauradores gustan de blanquear las hojas mediante los oportunos productos, pero a Henar no le gusta hacerlo, pues aunque mejora el aspecto del documento, quitar parte de la patina oscura que le han aportado los años, es muy agresivo con el papel, ya que reduce las fibras. En realidad es un proceso que hay que procurar evitar.

16º. Restauración.

Se procede a reparar las roturas y los injertos, con un papel especial que se llama “papel japonés”, pues al principio se traía de Japón, aunque hoy se hace ya aquí. Los hay de diversos espesores y distintos tonos. Son papeles fuertes, de fibra muy larga y con ph. controlado. Son especiales para restauradores de papel y bastante caros.

Las roturas se reparan con unos “tisús” muy finos y especiales para este fin. Permiten bastante transparencia y se utilizan con colas de origen vegetal (semi-sintéticas), o colas de almidón estabilizadas.

17º.- Se humidifica

Terminado el proceso anterior se aporta un poco de agua al documento por medio de un pulverizador.

18º.- Se prensa

Colocamos a cada hoja los “remay” delante y detrás y los secantes, y prensamos para lograr su planitud final.

19º.- Montaje

Con el primer informe (en el que tomamos nota como estaba formado el libro) en la mano, se procede a montar los cuadernillos tal y como estaban. Se cose con hilos 100 % lino.

Una vez montados todos los cuadernillos, se ponen las cabezadas, si las tenían, y se vuelve a meter todo el conjunto en la prensa.

Hojas restauradas.
Hojas restauradas.

20º.- Prensado.

El prensado del libro antes de poner las tapas, tiene que ser muy cuidado. El libro terminado tiene que encajar perfectamente en las tapas y lomos viejos (aunque restaurados), de forma que si prensamos de forma insuficiente, puede quedar muy ancho y no entrar bien en las viejas tapas; o de lo contrario, si prensamos en demasía puede ir de sobra. Hay que calcular bien que quede justo.

21º.- Lomos y tapas.

Hay que colocar las tapas y encolar o no los lomos, dependiendo de cómo estaba antes. Si es posible, es mejor dejar sin encolar, pensando en futuras restauraciones, aunque si es grueso quedarán mejor encoladas.

22º.- Caja-estuche

Henar fabrica ella misma la caja-estuche para guardar el libro.

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