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INTRODUCCIÓN
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| Ana tallando. |
Pero a Dios gracias estos roles están cambiando y una muestra de ello lo tenemos en una artesana, mujer y joven, que talla primorosamente la madera, a igualdad con los hombres, aunque para ser sincero tengo que admitir que aportando una originalidad y una imaginación mucho más rica.
En nuestro número 166 indicábamos lo que decía de la palabra TALLA el primer Diccionario Castellano de Sebastián de Cobarrubias (1611) y comentábamos como cuando aquellos primeros homínidos afilaban sus palos para transformarlos en lanzas para la caza ya estaban “tallando”. Luego vendrán las vigas para hacer sus casas, cuencos y útiles para comer, elementos ornamentales o ídolos de culto y apostillábamos:
"Desde aquellas lejanísimas fechas hasta hoy siguen existiendo tallistas, artesanos expertos en el arte de tallar. Demostración de la pericia de estos artesanos de la madera lo tenemos en las maravillas de estructuras de muchas de nuestras ermitas, parroquias y casas; las imágenes de culto, los muebles y sus tallas, la maestría en la confección de elementos del mundo agrícola sean zuecos, kaikus, o yugos; la fama de los constructores de barcos de madera y cientos de referencias más."
Y en el nº 217 añadíamos:
"La madera ha sido el primer útil que ha usado el hombre. Madera para calentarse, para cazar, para ahuyentar a los enemigos, para edificar sus chabolas… Seguro que en una de esas chabolas alguien con una piedra afilada grabó algo. Sería el primer signo de talla."
