Kallitekhnia
Conservación y Restauración de Obras de Arte
2004 / 06-27 / 07-11
Autor:  Antxon AGUIRRE SORONDO

EL PROCESO

	Olatz restaurando un óleo.

Es indudable que cada pieza requiere un tratamiento según sea el material y su estado. No es igual restaurar una silla de madera, que un óleo del s. XVII, ni un candelabro de bronce o una fuente de porcelana.

No podemos pues establecer una descripción detallada de los procesos de restauración de cada producto, por lo que nos limitaremos a dar unas líneas generales que son comunes en la restauración de todas las piezas (o casi todas).

Una vez llega a sus manos una pieza lo primero que se efectúa es un estudio detallado de la misma, al objeto de dar el oportuno presupuesto antes de restaurarla. Para ello se efectúa:

1.- Informe de la pieza: material, dimensiones, etc.

2.- Descripción: tipo, datación, posible autor o escuela, etc.

3.- Informe de la patología que presenta: estado, zonas dañadas o perdidas, etc.

4.- Informe de lo que procede hacer, al objeto de obtener la aprobación de su propietario.

5.- Presupuesto económico.

Una vez que se les encarga el trabajo en firme proceden a:

Silvia.

1.- Obtención de un reportaje fotográfico sobre como se encuentra la pieza.

2.- Realización de la ficha técnica en donde se anotan todas las características físicas que se encuentran, bien para que quede constancia, o bien por si hay que desmontarla, para tener los datos en el momento de su ulterior montaje.

3.- Informe de lo que va a efectuar y cómo.

4.- Primera limpieza mecánica de la pieza. Después, si se requiere desmontarla, se efectúa este trabajando mientras se continúa con la limpieza.

5.- Proceso de tratamientos profundos de limpieza. En ellos se efectúan todas las operaciones necesarias para ello, bien sea mediante elementos mecánicos como productos líquidos adecuados.

Si necesitan tratamiento antipolilla se lleva a una empresa especializada, en la que por el sistema de tener la pieza varias horas a temperaturas por debajo de cero se mata a los parásitos.

6.- Consolidación. En esta fase se procura estabilizar todos los elementos propios de la pieza que pueden ser susceptibles de mantenerse, mediante los elementos apropiados: colas, adhesivos, adherentes, etc. siempre usando aquellos que sean los adecuados al material y la decoración.

Para evitar desagradables sorpresas las restauradoras efectúan antes una cata o prueba pequeña en una zona lejana (canto, trasera, etc.) para comprobar el comportamiento de cada líquido o materia con el elemento.

7.- Restauración de aquellas zonas que lo requieren, bien sea con aportación de materiales, pinturas, telas, metales, etc.

Silvia en primer plano e Isabel en el fondo trabajando muebles.

8.- Tratamiento final. Se trata de homogeneizar lo aportado con lo que aún tenía la pieza, bien sea con baños de esmalte, color, o simple cera, dependiendo de la pieza y la restauración efectuada.

A veces se trata de que todo parezca homogéneo, pero en otros casos se aconseja que se note la parte antigua con los nuevos elementos aportados. Esto habrá sido ya planificado en la ficha previa de trabajo.

Una vez acabado el trabajo vuelven a sacar un reportaje fotográfico de la pieza terminada para su control.