HISTORIA

Al principio apareció la escritura, como un arte por el cual se representaban ideas por medio de un signo. Su perfeccionamiento dio pie a la caligrafía.

Se admite que fue en oriente y concretamente en China donde apareció primero el amor y arte de la caligrafía, siendo considerada una de las seis artes mayores. Posteriormente nacen los diversos escritos de escritura: sigilario, oficial, cursivo, etc. creando sus escuelas y sus modas.

La artesana trabajando en su mesa de trabajo.

Entre los persas la caligrafía alcanzó su máximo esplendor en el siglo XVIII a.C. Pero serán los árabes quienes crean una admirable calidad con preciosos trabajos en caracteres cúficos.

En occidente, es en el seno de los monasterios donde se desarrolla este arte, como herramienta para la copia de manuscritos y libros religiosos principalmente, compaginando letras y pinturas miniadas.

Se considera que el inventor de la letra española fue el calígrafo vasco Joannes de Yciar (nacido hacia 1523 o 1524), autor de las obras “Orthografía práctica” (1548), “Arte Subtilissima” (1549) y “Nuevo estilo de escribir cartas mensajeras” (1569).

Reproduciendo una copia medieval.

Fue tan famoso que incluso Cervantes lo cita en su obra “Viaje al Parnaso” cuando dice:

“Y con él Gaspar de Ávila, primero secuaz de Apolo, a cuyo verso y pluma Iciar puede envidiar, tener Sincero.”

Otro calígrafo vasco fue Pedro de Madariaga, quien publica su “Libro Subtilisimo” (1565) y García de Cortázar de Ondategui (Álava).

La aparición de la imprenta supuso un duro golpe a este arte, aunque nunca desapareció.

Reproduciendo una copia medieval.

Ahora la caligrafía ha empezado a ser considerada en nuestro país. En Francia hay mayor demanda, pero es en Inglaterra donde más se aprecia este arte y también donde más han evolucionado con nuevas formas y nuevos diseños.

Entre nosotros tenemos dos buenos calígrafos: Jesús Patón de Irun, que se ha especializado en escritura medieval, e Idoia Larrañaga en caligrafía moderna.