HISTORIA

Hablando en términos generales podemos decir que la finalidad de la enmarcación ha sido la definir en su espacio interior una pintura. En este contexto el marco como borde decorativo para una pintura fue conocido desde la antigüedad en Egipto, Grecia y el mundo romano, generalmente para los dibujos en los muros o mosaicos.

Posteriormente se usa en las iglesias de Europa para colocarlos alrededor de los nichos donde estaban las imágenes, para realzarlas.

En cuanto a los marcos de volumen, esto es en tres dimensiones, nacen hacia el siglo XIII, a la vez que las pinturas exentas, portables, no pintadas ni en paredes ni en suelos. En esta época la pintura se hace sobre tabla a la que se colocaba en los bordes unos marcos también pintados y decorados generalmente trabajados por el mismo artista, por lo que tenía una unidad de estilo con la obra, una función artística.

Con el Renacimiento se produjo una gran demanda de pintura, no sólo para las iglesias, conventos y monasterios, sino también para los palacios y casas de los nobles, lo cual produjo el nacimiento de diversos artesanos del marco y nuevos estilos, en donde destacaron como maestros los italianos, que fueron copiados por los menestrales del resto de Europa.

En el siglo XVI se introduce el uso de la moldura, a la vez que se empiezan a ensamblar diversas molduras juntas o montadas formando bellísimos marcos, que eran pintados con muy diversos motivos. Fue Venecia el centro más importante de la fabricación de marcos.

Con el paso del tiempo se va barroquizando la moldura y haciéndose cada vez más ancha y recargada.

En el siglo XVII sigue esta tendencia, si bien priva el aumento del marco no tanto de la anchura sino del grosor, la mayoría dotándoles de motivos en relieve. Empiezan a aparecer las molduras perforadas. De destacar los marcos del reinado de Luis XIII de Francia (1610-1643) copiando las pautas italianas.

Los historiadores indican que fue el reinado del rey Luis XV de Francia (1723-1774) la época de máximo apogeo de las artes decorativas y de los marcos. Como reacción a continuación se da una tendencia hacia la sobriedad y la austeridad.

En Europa en el siglo XIX se mecaniza el proceso de fabricación de los marcos y se efectúan de forma seriada. A pesar de ello aún algunos artesanos copian los modelos usados en el XIII y XIV.

A mediados de este siglo XIX se abandona el dorado como color predominante en los marcos y se empiezan a usar marcos de otros colores, estilos y tipos. Los impresionistas usan un simple marco blanco para sus enmarcaciones.

Hoy

Según nuestro artesano, en el tema de los marcos la tendencia actual es ir hacia el “minimalismo”, con colores suaves, ligeros, molduras sencillas, para paredes poco cargadas. Con el paso de los años, esta gente joven que buscaba la modernidad va buscando motivos más clásicos, va cambiando su gusto.

La mayoría de la gente mira más la función decorativa que la artística a la hora de colocar una cuadro en su casa.

Siempre hay personas a las que les gusta el arte, y también están los coleccionistas, pero ambos casos son minoría.

La clientela no suele tener una noción clara de lo que quiere, pero se deja aconsejar.