LOS PROCESOS

Antaño los varios alfareros que había en esta zona sacaban el barro de diferentes lugares cercanos al río, pero al hacer el pantano la mayoría de esos terrenos quedaron anegados y ya los últimos alfareros se vieron obligados a dejar su oficio.

Blanka compra el barro en Barcelona, pero todos los años saca una partida de las orillas del pantano. Suele aprovechar la tierra que sale del subsuelo, bien porque han realizado una zanja con máquinas o similar. Luego las deja en la orilla para que se pudran durante meses o incluso años. Este barro los alfareros lo machacaban con rulos tirados por animales, y posteriormente lo batían con palas y agua en un pozo llamado “torco” formando una especie de chocolate. Luego lo colaban pasándolo por un cedazo y lo depositaban en una balsa inferior. Eran las balsas de decantación, que las tenían cerca del “terrero” o lugar donde se sacaba el material, de forma que a la casa llevaban en carros solamente el barro ya preparado para el trabajo.

En la actualidad Blanka cuenta con dos hornos eléctricos de 300 litros de capacidad cada uno.

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