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HISTORIA
Ya el hombre del magdaleniense usaba los cristales de roca como adorno y posiblemente como amuleto. En nuestra zona se han encontrado este tipo de elemento en los yacimientos de Isturitz, Bolinkoba, Berroberria, entre otros lugares.
En el País Vasco los primeros testimonios del uso del vidrio han sido localizados en el yacimiento romano de Atxa, junto al Zadorra, al norte de la ciudad de Vitoria. Se trata de restos de toscos instrumentos suntuarios, como anforitas, cuentas de collar, vasos, fichas de juego, etc. También procede de la ciudad romana de Iruña, en Álava el primer vidrio tallado.
En el yacimiento romano de Iturissa (Espinal) se ha encontrado vidrio en urnas de incineración romanas de entre el I y el II d.C., al igual que en la necrópolis romana de Santa Elena en Irun.
Pero si hablamos de vidrieras, es obligado citar las de la catedral de Bayona, que se remontan al siglo XIII. También la catedral de Pamplona fue dotada en el siglo XIV de importantes vidrieras, aunque de menor tamaño que las de Bayona, al igual que la iglesia de San Pedro Apóstol de Vitoria.
Se conoce el nombre de algunos vidrieros vascos como el de Juan de Vergara, oriundo de la citada ciudad, y citado en 1542 como “pintor” y sus hijos Nicolás y Juan, los cuales concluyeron las vidrieras de la catedral de Toledo en 1585. En 1585 se contrata a los “pintores” Juan de Bregaville y Pablo de Urrutia para realizar las vidrieras de la iglesia de Santa Marina de Oxirondo en Bergara.
Ya en tiempos modernos hay que destacar a la Casa Maumejean. Establecida en París por Jules Maumejean. En 1860 sus hijos Jean y Henri montan un taller central en Madrid, y sucursales en Hendaya, San Sebastián y Barcelona, siendo los creadores de las más importantes vidrieras de España desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX, además de restaurar cientos de ellas.
Entre las muchas obras que realizaron citamos:
Pero se consideran sus mejores obras las vidrieras de la Casa Pérez Samanillo de la calle Balmes de Barcelona y las del Palacio Episcopal de Astorga.
Actualmente pueden admirarse muchas de sus obras en la exposición permanente del palacio de la Granja de San Idelfonso de Segovia, en donde encontraremos 9.100 bocetos, 6.288 placas fotográficas, 26.130 m2 de cartoles y 26 vidrieras.
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