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EL
PROCESO
Cada pieza que hay que restaurar requiere un estudio particular y su propio tratamiento. Pero en general valdría el siguiente proceso:
1º Estudio de la pieza. Análisis de la misma y realización de un informe con fotos de la pieza antes de la actuación, que se completarán con las que se obtengan a la terminación.
2º Primera limpieza del polvo exterior.
3º Se desmonta la pieza, si es necesario, con sumo cuidado y tomando nota de cómo está armada.
4º Se efectúa sobre cada pieza un tratamiento antixilófagos en el caso de que se vea claro que existe un ataque, aunque a veces se realiza también por prevención.
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| Antes de la restauración. |
Hay diferentes tratamientos anti-xilófagos:
Por un lado está el vacsolizado, donde primeramente se hace el “vacío” del objeto y luego se sumerge en un producto llamado Vacsol.
Por otro el tratamiento a bajas temperaturas, es decir aquí no se aniquila al xilófago mediante productos químicos sino bajando la temperatura hasta niveles muy bajos.
Otro tratamiento es aplicarle gas inerte Argón.
Para estructuras de madera, vigas, etc. existe el tratamiento de inyección a presión de un producto por unas perforaciones que previamente se han hecho en la madera.
Realizado cualquiera de estos pasos, ya es cuando empieza a intervenir la artesana, ya que excepto haber quitado el polvo superficial, cualquiera de los tratamientos anteriormente descritos lo realizan las empresas especializadas en ello.
5º Si la pieza fuese dorada se procede primeramente al asentado del oro mediante inyección primero de una mezcla de agua y alcohol para dilatar los poros y posteriormente una inyección de cola para pegar las zonas levantadas. Para ello tendremos la cola constantemente al “baño María”. Si no hiciésemos esto en una primera fase se perderían numerosas piececitas de oro al mover el objeto.
6º Una vez asegurada la parte levantada se procede a tapar los agujeros que se realizaron para la inyección antiparasitaria por medio de unos tubillones de haya tratados con productos antixilófagos.
7º A continuación se procede a la limpieza a fondo de la pieza.
8º Se realiza el estucado mediante la aplicación de una mezcla de “cola de conejo” (que se saca de la cocción de su piel) con sulfato de cal. Normalmente se aplican varias manos.
Tras lo cual se lija para que quede perfectamente lisa, suave y bien nivelada con el resto del objeto.
9º Se le aplica “Bol de Armenia” que es un barro especial y que se importa de Francia. Para su aplicación se disuelve en “cola de pescado”. Para que quede bien es bueno dar tres manos, como mínimo.
10º Se bruñe con piedra de ágata.
11º Se aplica el pan de oro que se trae generalmente de Alemania o Italia. Antes se moja un poco la zona “embolada” que como tiene cierta cola ayuda a que se adhiera el pan de oro.
Para su colocación se usa un pincel especial que será el que se utilizará para transportar el pan de oro desde el cojinete hasta la pieza. A este pincel le llamamos “polonesa” o “pelenesa”.
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| Restauración finalizada. |
Cojinete se denomina a aquella “herramienta” donde se coloca la hoja de pan de oro para cortarla al tamaño necesario en ese momento.
12º Se bruñe de nuevo con el ágata.
Si es oro bueno no hace falta darle encima ningún elemento o barniz protector. Si el oro no es bueno, es una aleación, se le puede dar un baño de cera, y mejor aun una capa de barniz micro-cristalino con el fin de evitar que se oxide.
Si en lugar de una pieza dorada fuese un mueble, los dos primeros pasos serían los mismos, pero luego decaparíamos el objeto con el fin de eliminar viejos barnices.
Si hubiese que poner alguna pieza de madera tanto en la estructura como de talla o marquetería se pondría antes de efectuar la limpieza.
Luego se efectuaría un estucado, es decir cerrar todos los agujeros hechos por los xilófagos, pequeñas grietas. Si estas fuesen de mayor amplitud se insertarían piezas de madera en las grietas, piezas que se llaman “chuletas”.
Una vez hecho este, con el mueble ya pulido (lijados los estucados), se encera o barniza, normalmente a “muñequilla”, proceso muy lento ya que a base de una muñeca de lana y lino, goma laca y piedra pómez en polvo y nuestra mano se pasan horas y horas haciendo círculos con la “muñequilla” por todo el mueble para acabar finalmente en el sentido de la veta de la madera.
13º Finalizada la restauración se realiza un informe final, junto con un reportaje fotográfico de la pieza terminada.
Utilizan para todo ello herramientas muy diversas unas tan finas y delicadas como son las piedras ágata, pinceles y brochas muy suaves y otras más rudas como un martillo, un mazo, lijas y un sin fin de útiles.
Nos comenta Julieta: “Este es un trabajo en el que las palabras rápido, y correr no existen. Se requiere de mucha paciencia y a veces de ingenio para llegar a un resultado que al propio restaurador satisfaga”.
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