Autor

Traductor

Fotografía:

Comparte

  • del.icio.us
  • zabaldu
  • aupatu
  • meneame
  • digg

Si le ha parecido interesante el artículo puede ayudar a difundirlo

Zure iritzia / Su opinión

Participa

Premios

  • Artetsu Saria 2005

    Arbaso Elkarteak Eusko Ikaskuntzari 2005eko Artetsu sarietako bat eman dio Euskonewseko Artisautza atalarengatik

  • Buber Saria 2003

    On line komunikabide onenari Buber Saria 2003. Euskonews y Media

  • Argia Saria 1999

    Astekari elektronikoari Merezimenduzko Saria

Euskal Herritik zehar: Rojo, blanco y negro. Gora San Marcial!

El 30 de junio amanece. Las calles están aún oscuras, pero poco a poco las ventanas de las casas se iluminan. Aún es muy pronto, apenas las 5 de la mañana, pero niños y mayores se levantan felices. Trajes, alpargatas y boinas cobran vida e invaden las calles. Las primeras luces del amanecer dan la bienvenida al día de San Marcial. Muchos iruneses se dirigen hacia la plaza de San Juan, que se tiñe de blanco, rojo y negro. Apenas faltan unos segundos para las 6 de la mañana y el silencio se adueña de la plaza. Repican las campanas del ayuntamiento. ¡Son las 6! Ya suenan las primeras notas de la Diana de San Marcial. Es uno de los momentos más emotivos del día, una cita ineludible para los iruneses. La Diana acaba y los aplausos se desvanecen. Las figuras blancas se pierden por las calles del pueblo. Aceras, pretiles y balcones se convierten en testigos de improvisados desayunos. Hay que reponer fuerzas pues la espera es larga. Aún falta más de una hora para la Arrancada, el inicio oficial de un nuevo Alarde.

Alarde de San Marcial

Alarde de San Marcial. Los hacheros llegan a la plaza de San Juan. Antxon Aguirre Sorondo. 3digitala. 30 de junio de 1983.

Arranca el día 30

Se aproxima la hora y las tropas se concentran en la plaza Urdanibia. Apenas quedan unos minutos. Relojes que señalan la hora exacta, manos que se entrelazan emocionadas y sonrisas cómplices. Se hace el silencio en la calle de San Marcial. De pronto se oye el toque del cornetín. Es la señal por todos esperada: la Arrancada. El fragor de los aplausos resuena a lo largo de toda la calle. El Cabo de Hacheros inicia con paso firme y decidido el ascenso de la cuesta de San Marcial. Arropado por el calor de todo el pueblo recorre esos primeros metros que le llevarán hasta la plaza de San Juan. Tras él avanzan los Hacheros, la Caballería, las compañías con sus cantineras y la Artillería, que vivirán la emoción de la Arrancada acompañados por los aplausos de los iruneses. Concentradas las tropas en la plaza de San Juan, esperan la entrada a galope del General del Alarde. Así lo hace a los pocos minutos, enfundado en su traje negro, con el bicornio y el bastón de mando. Tras las descargas de los escopeteros todas las compañías se dirigen hacia la plaza de la Parroquia de Santa María del Juncal. De vuelta al punto de partida, la plaza de Urdanibia, las tropas rompen filas.

Alarde de San Marcial

Alarde de San Marcial. Entrada del General en la plaza de San Juan. Antxon Aguirre Sorondo. 3digitala. 30 de junio de 1983.

El Alarde matutino acaba y los soldados, las cantineras y muchos iruneses se dirigen al monte San Marcial. Andando, en autobús o en moto. Todo vale para llegar a tiempo a la cima del monte, donde se celebrará la ofrenda floral. Música, bailes, almuerzos y alguna pequeña siesta en la hierba ambientarán las campas que rodean la Ermita de San Marcial. Lejos queda ya aquel año de 1522 en el que la ciudad de Irún salió victoriosa de la batalla contra los franceses. Es en honor de aquella victoria por lo que cada 30 de junio se celebra el Alarde de San Marcial.

Lágrimas de alegría

El día es largo e intenso. El Alarde, la subida al monte,... Es día de reencuentros y de comidas familiares. Las cantineras se desprenden de sus guerreras y descansan sus pies. Los soldados dejan por unas horas sus txilibitos y tambores, para empuñar los cubiertos y reponer fuerzas. Café, copa y puro, y... todos dispuestos a disfrutar de las últimas horas del día. Un retoque en los labios rojos de las cantineras, la boina bien colocada y el abanico en la mano. Las calles de nuevo abarrotadas para ver por última vez el Alarde. Es media tarde cuando las marchas de San Marcial vuelven a sonar en las calles del pueblo. La plaza de Urdanibia, la cuesta de la Iglesia, el Paseo Colón y... la calle Mayor. Estrecha y adoquinada, vive año tras año algunos de los momentos más emotivos del día. El clamor de la gente, su calor y su alegría se respiran a cada paso. Soldados y cantineras recorren arropados por todo el pueblo lo últimos metros del Alarde. Lágrimas de tristeza y emoción que se mezclan. El corazón de todo un pueblo volcado en ese último tramo. El día de San Marcial llega a su fin. Son las últimas horas de fiesta, de música y de alegría.

Alarde de San Marcial

Alarde de San Marcial. Una cantinera baja la calle de San Marcial. Antxon Aguirre Sorondo. 3digitala. 30 de junio de 1983.

Anochece y las calles de Irún descansan. Los redobles y txilibitos se callan. Las cantineras deshacen sus moños y se sueltan las botas. El general se quita el bicornio y desempuña el bastón de mando. Tan sólo falta un año para volver a disfrutar del día de San Marcial. Mientras, podremos recordar algunos de los momentos más bonitos de la fiesta en las imágenes que recoge 3digitala. ¡Hasta el próximo 30 de junio!

La opinión de los lectores:

comments powered by Disqus
Eusko IkaskuntzaAsmozEusko Media