Si le ha parecido interesante el artículo puede ayudar a difundirlo
Artetsu Saria 2005
Arbaso Elkarteak Eusko Ikaskuntzari 2005eko Artetsu sarietako bat eman dio Euskonewseko Artisautza atalarengatik
Buber Saria 2003
On line komunikabide onenari Buber Saria 2003. Euskonews y Media
Argia Saria 1999
Astekari elektronikoari Merezimenduzko Saria
Urkiri SALABERRIA
Una obra de arte es un tema con estructura
Oteiza
Tendida en la campa de Santiomendi busco en la noche estrellada fugitivas Perseidas. Al salir la luna se bañan en plata los perfiles de Adarra y Aiako Harriak.
En ese momento intuyo que, miles de años atrás, alguien en ese mismo lugar, buscó también ese instante.
Al amanecer, descubrí el significado de aquella búsqueda: nihil novum sub sol.
El campo de la investigación es como un hogar cognitivo, como una encrucijada intergeneracional, donde se encuentran los oficios, las técnicas, los símbolos, las causas, sin importar las diferencias culturales, metodológicas o disciplinares.
Un espacio en el que surge algo similar a lo que antaño hacían los miembros de una familia en la mesa de la casa a la hora de comer, o los miembros de una tribu alrededor del fuego. Cada uno aportaba su peculiaridad para integrarla en la resolución de diferentes problemas. Cada uno, desde su diferencia, desde su realidad, era capaz de aceptar, comprender e identificarse con el otro, puesto que todos compartían el mismo alimento y espaciotiempo.
Pero parece ser que en la época en la que nos ha tocado vivir, la comida se sirve en dos turnos: El turno tecnocientífico y el turno humanístico. Y así, en ocasiones, surgen posturas irreconciliables entre la tecnociencia y las humanidades.
Foto: sergis blog.
Quizá por eso surge esa ilusión de Brockman, de una “tercera cultura” capaz de superar las infranqueables fronteras que hemos construido en los limbos del conocimiento. Sin embargo, los esfuerzos de integración siguen siendo marginales, sesgados, pese a las exigencias interdisciplinares y multilaterales que conllevan una aproximación contemporánea a cualquier objeto de conocimiento. Pues la teoría del conocimiento científico ha asumido el lugar central e indiscutible desde el que medir cualquier otro saber humano, para filtrar todas las experiencias humanas presentes, y pasadas, a través de los filtros de los métodos lógicos y técnicos.
No existiendo una articulación disciplinar verdadera se corre el riesgo de que la computación se torne contabilidad y el patrimonio cultural en cultura patrimonial. Pero dejemos el tema de la Patrimonialización del conocimiento para otro artículo.
Es así que, a día de hoy, es necesario definir, que no crear, el espacio de la investigación.
Porque los espacios ni se crean, ni se destruyen... se transforman. Y el modo de transformar aquello que existe es nombrándolo, definiéndolo: Izena duen guztia omen da.
Por eso, son necesarias las propuestas de convergencia disciplinaria, definir vocabularios, definir un espacio que se desarrolle en el tiempo y en las sinergias: Un espacio dinámico, laberíntico y cambiante, un espacio sin barreras, sin fronteras pero con límites entre disciplinas, inter-multi-trans-meta-ultradisciplinar, un espacio que se genera (y regenera).
Un espacio, una estructura a partir de un punto de partida, un tema...
La opinión de los lectores:
comments powered by Disqus
