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HISTORIA
No hay duda de que el hombre en la antigüedad andaba descalzo, al igual que lo hace aún gran parte de la humanidad. Poco a poco fue progresando en su vestir y en el calzar. Para ello usaba los elementos que más a mano tenía. Se estima que ya el hombre del neandertal se cubría y calzaba de pieles. En este calzado de piel tenemos ya el antecesor de nuestras abarcas. Porque llamamos abarca (en euskera albarka) a un calzado compuesto de un trozo de piel que se ata al pie.
Los griegos también usaban sandalias de cuero ("krepis") de diversos colores, preferentemente blancas y rojas, e incluso con adornos. Los romanos siguieron usando este tipo de calzado, si bien fueron los primeros en fabricarlos distintos, ya fuera para el pie derecho o para el izquierdo. Hacia el 200 a.C. se conoce ya el oficio de zapatero.
En España se llamaba abarka a un calzado rústico que se hacía con piel de buey, caballo o jabalí sin adobar, que podía cubrir todo el pie o solamente punta y talón, y que se ataba con cuerdas o correas sobre empeine y tobillo. Para que estas correas no hicieran daño en la piel se colocaba sobre ella una bayeta. Eran excelentes para ser usadas en tiempos secos, pero no cuando llovía o nevaba porque se reblandecía mucho su piel. También eran malas para andar por la hierba, pues resbalaban también.
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Comparativa entre nuevas y antiguas. |
Antiguamente, en nuestra zona, en cada caserío se hacían las abarcas. Para su uso, previamente envolvían los pies en un paño a modo de servilleta de lana, que recibe distintos nombres según las zonas: "azpandar", "partana", "zapiña", "piales" en Amescoa, etc. Cuando se usaba lana blanca salía una "azpandar" blanca y cuando los querían hacer negros los confeccionaban con lana de ovejas negras.
Los pescadores y pescadoras usaban en sus trabajos los zuecos o eskalaproiak (igual nombre tenga la suela lisa o con tacos de madera), que también lo usaba todo el resto de la población los días de mal tiempo. Las había con una tira para atarse y los que no la tenían. Dentro de los eskaloproiak usaban los txapiñak, que eran unas zapatillas de cuero fino que se usaban sólo para llevar dentro de los zuecos. Eran de igual forma de las albarcas o abarkas, pero sin cuerdas y de cuero más fino. Fue posteriormente, y no hace tantos años, cuando entró la bota de goma. En principio las botas de goma las usaban pocos, hoy las usan todos los que las necesitan: pescadores, trabajadores de obras, etc.
