Julian Lovelli
JULIAN LOVELLI
Modelismo naval
2004 / 05 / 07-14
Autor: Antxon Aguirre Sorondo
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EL ARTESANO

  El Artesano.
El Artesano.
El tatarabuelo de Julián fue Carlo Louvelli, capitán de barco, italiano, que se dedicaba al corso. En tiempo de las Guerras Napoleónicas y estando su barco cargado de armas para las tropas españolas e inglesas es apresado por los franceses que están acuartelados en San Sebastián, se le incauta el barco y se le mete en la prisión del castillo de la Mota de San Sebastián, de donde es liberado a la entrada de los ingleses en 1813. Como viajaba con su mujer y su única hija, tras su liberación se asienta en San Sebastián, en donde tienen un segundo hijo José Ángel. Murió Carlo con 44 años.

El bisabuelo fue José Ángel Louvelli y Escribano, nacido el 30 de noviembre de 1819, tuvo 9 hijos. Fue marino y de uno de sus viajes a Cuba trajo tabaco montando en San Sebastián una “tabaquería” donde procesaban y preparaban tabaco. En aquel tiempo había dos, la de José Ángel y otra. De todos los hijos fueron marinos el mayor, que murió muy joven y Gervasio.

El abuelo, Gervasio Louvelli, fue también capitán de marina o como se decía en su época: “Piloto de todos los mares”. Estudió en la Escuela Náutica de San Sebastián, que estaba en la Plaza de Sarriegui y que luego se transformó en Escuela de Comercio y posteriormente fue derribada. Tuvo dos hijos: uno que falleció siendo niño y Ángel. Murió Gervasio con 30 años.

El padre de nuestro artesano fue Ángel Louvelli Tellería, que tuvo como familia a Carmen (nacida en 1913), Gervasio (nacido en 1915, fallecido), Merche (1917, fallecida), Conchita (1918) y Julián (1920). Ángel fue maquinista naval, navegando muchos años en la compañía PYSBE de Pasajes, pescando en Terranova. Murió en 1961 a la edad de 79 años.

Salvo el primero Carlo, el italiano, todos los demás nacieron en la Plaza de la Constitución número 14 de San Sebastián.

JULIAN LOUVELLI BALZATEGUI, nace en 1920, y le pilla la guerra de 1936 con 16 años. Su padre, Ángel, no quiso salir a navegar y quedó trabajando en Bilbao en un taller de reparaciones que tenía el Gobierno Vasco en Zornotza, donde metió a Julián a trabajar en la sección de automóviles. Recuerda Julián que el primer trabajo que realizó fue arreglar baterías de coche. Aquello era muy sucio, el ácido destrozaba la ropa, por lo que en cuanto pudo se cambió a la reparación de la parte eléctrica de los coches. Dos días antes de la entrada de los nacionales en Bilbao son evacuados, tanto el personal como la maquinaria, en camiones, instalándose en Gijón donde montaron el taller, hasta el 21 de octubre de 1937. De allí le envían a infantería al Ferrol, junto con otros 16 chavales del mismo taller. Como tenía un brazo roto desde chico y cierta minusvalía por ello, le quitaron de “quinta activa” y le dieron servicios auxiliares, y al no estar movilizado le mandaron a casa. Al oír que quizás pronto le movilizarían y dado que había una unidad de automovilismo del ejército en los locales del Garaje Universal de San Sebastián se presenta pidiendo trabajo, lo que le dan de forma inmediata. No obstante de nada le sirve y al mes le movilizan y le mandan a Tremp en Lérida, que era primera línea del frente.

Muleta portuguesa. S. XIX (papel).
Muleta portuguesa. S. XIX (papel).

Terminada la guerra vuelve a San Sebastián y entra a trabajar como bobinador en una fábrica de Pasajes Ancho, alternando con los estudios de Maestro Industrial en la Escuela de Maestría de San Sebastián, que en esas fechas se llamaba Escuela de Trabajo, terminándolos en 1942, en la especialidad de electricidad.

Como el trabajo del bobinado no le gustaba, pasa a trabajar en los talleres de electricidad Gabriel Coca de San Sebastián, desde 1942 a 1947. Al enterarse de que el Ayuntamiento de San Sebastián había ofrecido plazas para electricistas, y como se ganaba más, se presenta y saca la plaza, permaneciendo allí 4 años trabajando en el alumbrado público.

En 1947 entra a trabajar en lo que le gusta, la electrónica, en la empresa CRAME Compañía Radio Marítima Española, de Trintxerpe (San Sebastián) en donde permanece 33 años, hasta su jubilación con 60 años en 1982 (la empresa aún existe). Como le gusta decir a Julián, estaba siempre sobre un barco, y ha trabajado “desde la quilla hasta la perilla (punta del mástil)” frase popular entre los hombres de la mar. Incluso navegó durante tres meses como técnico en el barco Monte Arucas de la Compañía Aznar. Hacían la travesía desde Casablanca a Londres con fruta. Procuraba hacer su trabajo cuando estaban en puerto, pues hacerlas con el barco en movimiento no era tarea fácil.

El modelismo naval

La afición por las maquetas de barco la tenía ya el padre Ángel, que aprovechaba los tiempos muertos que tenía. Esta afición pasó a su hijo Julián, a quien entrevistamos, el cual ya con 28 años empieza a realizar maquetas de barcos.

Yate real sueco Amphion, del siglo XVIII.
Yate real sueco Amphion, del siglo XVIII.

En 1999 gana la medalla de Oro en el Campeonato de Europa de Maquetistas que se celebró en Barcelona, con un barco “muleta” de Portugal. Era una embarcación fluvial usada para pesca y mercancías. Es medalla de bronce en 1998 también en Barcelona y Diploma de Honor en Sabadell 1999.

Ha estado en múltiples exposiciones en las que ha cosechado múltiples premios y diplomas: Barcelona, Gijón, Bilbao, Abato-Zierbana, Errenteria, Hondarribia, Zumaia, Vitoria, Logroño, entre otras.

Fue secretario de la sección de Historia y Modelismo Naval de la Sociedad Oceanográfica de Guipúzcoa desde 1985 a 1999, esto es, durante 14 años.

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