PRODUCTOS

Su principal trabajo consiste en grabar los nombres, fechas y epitafios en las “tapas” (horizontal) o en los “alzados” (frentes verticales) de las sepulturas. Una veces en el taller, con la ayuda del pantógrafo y otras in situ, en placas ya colocadas. Este trabajo lo hace de forma totalmente manual.

También le encargan el cambio de tapas, de placas, etc.

Por encargo también limpia los panteones y hace pequeños arreglos.

También coloca figuras, generalmente en bajorrelieve, que ya vienen confeccionadas en “marmolina”, una pasta similar al mármol fabricada con polvo de mármol y aglutinantes y que colocan por medio de unos pasadores y cola. La que más se pone es la Virgen del Carmen en forma de medallón. Se suelen poner en los panteones. En los nichos lo normal es cruz y foto.

Hoy lo más común es que en los nuevos panteones ya no se pongan los nombres de todos los allí enterrados, y que se indique solamente el apellido familiar: “FAMILIA (y el apellido)”

También coloca fotos que se hacen por encargo. Las hay serigrafiadas, a color o mediante grabado fino por chorro de arena.

La introducción de las incineraciones ha restado mucho trabajo a los marmolistas. Este proceso resulta más barato que un panteón y por ello y otras causas es cada vez más utilizado.

Se da el caso de que gente que tiene panteón y es incinerada luego meten allí las cenizas, grabando nombre y fechas en la tumba.

También ha solido hacer cajas de mármol para meter en ellas los restos de un pariente que se guardará en el panteón. Esto se suele hacer cuando no hay sitio y se procede a lo que se llama “reducción de restos”. Los enterradores dan a la familia los restos en una caja de plástico marrón, y a veces la familia prefiere hacer una caja de más valor de mármol para ese fin, en la que incluso se graba en nombre y las fechas de nacimiento y fallecimiento, de forma que dentro de la caja de mármol se coloca la de plástico y ella en el panteón.

Por encargo suele poner también jarrones, unas veces pegados y otras sujetos con espigas a la tumba, para evitar que les roben, dependiendo la calidad y el lugar donde se va a poner el jarrón. Él recomienda que si el jarrón merece la pena graben en él el nombre para evitar los robos.

Para la fiesta de Todos los Santos suele aumentar el trabajo, ya que siempre hay gente que para tal día quiere actualizar nombres o limpiar el panteón, etc.

Cuando un cliente quiere un trabajo suele ir con él al cementerio, que está a unos metros y allí el cliente señala lo que quiere. Es la forma más fácil de acertar.

También ha tenido encargos de gente de fuera que le pide un determinado trabajo en algún panteón. Tras su realización saca una foto de cómo ha quedado y la manda junto a la factura. El cliente le manda el dinero.

Zure iritzia / Su opinión
euskonews@euskonews.com