PROCESOS

Como hemos dicho antes, a la pieza hay primero que vaciar, desbastar, y luego hay que afilar. Por eso este oficio se llama de VACIADOR y AFILADOR.

A.- Vaciado y afilado

Se toma el elemento y se procede de la siguiente forma:

1º Piedra de esmerilar. En ella se efectúa el vaciado, esto es, dar a la parte donde está el corte la inclinación adecuada y después se afila. Ambas operaciones con la misma piedra. En resumen: quitar + afilar.

La operación del vaciado se efectúa como dice Eladio “de atrás hacia adelante” de la pieza. Empezando desde la parte opuesta al filo y terminado en él. Luego se saca el corte.

Este vaciado es lo que hace que cada vez se coma parte del material y que físicamente se mermen los cuchillos.

Nuestros labradores, cuando afilan la guadaña no hacen el vaciado, ya que machacan el filo sobre el yunque con ayuda del martillo. Ello hace que por una parte no merme la pieza, por lo que les dura más tiempo, pero por otra parte el filo no es homogéneo, es ondulado, rizado, irregular, cosa que es beneficiosa a la hora de cortar la hierba, ya que un filo recto no sería tan eficaz.

2º Refinar. Una vez afilada la pieza, con la pulidora de fieltro, que en lugar de piedra tiene un elemento textil, se afina la pieza, con lo que se da por terminado el trabajo.

Solamente con las navajas de afeitar, bisturís o elementos que requieren un corte muy especial se proceda luego a pasarla por la “piedra de asentar” o “piedra al aceite”.

Para ello en la parte trasera de la tienda tiene el taller, con su banco de trabajo, donde están las muelas accionadas por un motor eléctrico, el tas, y herramientas.

Las herramientas son las usuales: alicates diversos, tenazas, cortantes, limas y escofinas, destornilladores, martillos, calibre, reglas, sierras, etc.

En cuanto a los fungibles, están: aceites, aguarrás, y poco más para el afilado, pero los principales son para las reparaciones de los paraguas, como varillas, mangos, muelles, punteros, etc.

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