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La personalidad musical de Rodrigo Alfredo de Santiago (II/II)

2.2. Rodrigo de Santiago como compositor

A través del análisis de parte de su obra, la observación y lectura de algunos artículos, cartas, recortes de prensa así como de las conversaciones con su hijo, se llega a la conclusión de que Rodrigo de Santiago era un hombre profundamente entregado a la música, y al trabajo. Amaba profundamente el arte musical y dentro de su afán de mejorar, buscaba nuevas salidas a la composición, sin llegar a ser plenamente vanguardista. Era un hombre meticuloso, perfeccionista, abierto, curioso y luchador. Su buen hacer y su buen carácter, que transmite muchas de sus cartas que aún se conservan, hizo que fuera un ser querido, valorado y respetado en su tiempo, no sólo por sus colegas músicos, sino por los intérpretes y escuchantes de su obra, por la prensa e incluso por los cargos políticos. De hecho, se tiene constancia que distintas corporaciones municipales de España felicitaron al Maestro Santiago por diversas actuaciones.

En las críticas de sus conciertos como director siempre se recogían opiniones positivas y como compositor acumuló unos 20 premios importantes entre los que están los siguientes:

1) Premio del Primer Concurso Nacional de Compositores Españoles en 1939 por la Sonata Vasca, para violín y piano.

2) Premio en el Concurso Nacional de Música del año 1942 por el Concierto Vasco para piano y orquesta, estrenado bajo la dirección del autor por la Orquesta Nacional de España, siendo solista del mismo, el concertista Aurelio Castrillo, a quien está dedicada la obra.

3) Premio de Composición Libre en los Primeros Juegos Florales Hispanoamericanos con su obra Concierto del Concilio para violoncello y orquesta.

4) Premio de la Canción Gallega de Pontevedra (Premio Blanco Porto) por la obra Tres breves cantigas de amor para voces a capella, en el año 1962.

5) Premio Manuel Prieto Marcos en el Concurso internacional de Buenos Aires del año 1953 por su obra para voz y piano Doce sono.

6) Premio Extraordinario de la Música de los II Premios San Jorge, de Alcoy en el año1963, por la Suite Sinfónica Homenaje a Jesús Guridi.

7) Premio Extraordinario de Música Jose Espi Ulrico, de los IV Premios de San Jorge. Alcoy, año 1965.

8) Premio Jaime Alberti Moncada del Ateneo de Mahón, en el concurso de música sinfónica, por la obra Tríptico de Homenajes (Fauré, Debussy, Ravel) del año 1965.

Foto: eflon

Foto: eflon.

Además, diversas composiciones suyas han figurado como obra obligada en Concursos Musicales, tales como:

2.2.1. Referentes musicales

Además de sus referentes familiares, Rodrigo de Santiago mostró una admiración por compositores universales como Brahms, Debussy, Strawinsky y Ravel, En su madurez recordaba con emoción cuando siendo violín de la Orquesta de Bilbao, con 17 años, interpretaron, dirigidos por el propio Ravel, la mayor parte de sus obras sinfónicas.

También tuvo siempre como referente a su gran maestro Guridi al que le dedicó tres obras: “Fantasía vasca. Launakua”, “Suite sinfónica vasca. Homenaje a Jesús Guridi”, y “Guridiana”, y admiró a músicos vascos de la talla de Resurrección Mª de Azkue, referente en materia folklórica vasca, a Juan Ignacia Iztueta y al padre Donosti, al que le dedicó la obra “Elegía” para orquesta de Cámara.

3. Otras facetas de Rodrigo Santiago

Para Rodrigo de Santiago un músico de verdad debía dominar todas las facetas: el canto, lo instrumental, la composición, la dirección… Él disfrutaba de todas las facetas que cultivó, especialmente la dirección y la composición.

Como se mencionó anteriormente Rodrigo de Santiago no solo se limitó a ser compositor y director de orquesta, de banda y de coro, sino que también realizó, especialmente durante su etapa coruñesa, otras tareas, como ser profesor, escribir obras didácticas, dar a conocer a músicos de la talla de Andrés Gaos o Marcial de Adalid. Entre sus publicaciones destacan:

También se conserva un texto mecanografiado titulado “Música dodecafónica”, que quizás lo usara para sus clases de armonía en el conservatorio de A Coruña.

A lo largo de su vida colaboró con las siguientes revistas:

Txistu

Son más de trescientos trabajos los publicados en las referidas revistas y periódicos.

También realizó transcripciones de obras; esta labor le interesó muchísimo, como aseguró en una entrevista realizada en el año 1967 en Madrid. Afirmó que había hecho algunas transcripciones de autores clásicos y románticos universales y varias españolas. Muchas de sus transcripciones para banda las publicó en la Revista Musical “Harmonia”.

Rodrigo, en su faceta de estudioso del folklore español, consideró al folklore vasco y gallego los más vigorosos, aunque todos los restantes le parecieron muy importantes e interesantes. Afirmó que España, en realidad, fue tan rica como pudo haber sido Rusia. La pena fue la escasa ayuda que se otorgó a los conjuntos populares, que prácticamente vivían de su propio impulso.

Rodrigo trabajó varios años en su “Método de gaita” y según comentó en una entrevista “aportó un granito de arena para que ese instrumento no desaparezca”, pues la gaita estaba cediendo terreno y en aquel tiempo no había ningún método de gaita publicado.

Merece una mención especial el método de txistu, del que se ha hablado anteriormente y que estaba elaborando junto con Javier Hernández Arsuaga.

En el año 1977 se reunieron los cuatro conservatorios vascos existentes en aquel entonces, y personalidades relacionadas con el mundo del txistu convocados por Francisco Escudero, director del Conservatorio de música de San Sebastián. En aquel encuentro se tomó la decisión de dar validez académica al estudio del txistu. Para ello se encargó la elaboración de un método a Rodrigo de Santiago, dado los esfuerzos de este a favor del txistu. Rodrigo, que junto con Arsuaga ya lo estaba elaborando antes del encargo, aceptó gustosamente. El método abarcaría seis cursos (primero-tercero grado elemental, tercero-sexto grado medio). Se conserva correspondencia epistolar entre Rodrigo de Santiago y Javier Hernandez Arsuaga, en la que tratan el Método de Txistu. Leyendo estas cartas se observa perfectamente cómo va evolucionando la elaboración del Método de Txistu. Se intercambian información, pues Rodrigo en aquel momento vivía en Madrid y Arsuaga en San Sebastián. Ya en abril de 1975 Javier Hernández Arsuaga escribió a Rodrigo diciéndole que estaba trabajando en el Método de txistu y que le adjuntaba lo que había realizado para que lo examinara y lo corrigiera según lo creyera conveniente. En esta carta hablaba de las primeras lecciones del Método que trataban de la iniciación del txistulari. Rodrigo le decía a Arsuaga en una de las cartas que “Un método completo que se refiera al txistu, habrá de abarcar cuanto detalle (teórico, práctico, etc…) para un buen servicio al instrumento y, a la cultura vasca, y por tanto, a la cultura de otros países.” Tanto Arsuaga como Rodrigo estaban de acuerdo en el carácter novedoso y actual que debía tener su Método, que se debía adaptar a las exigencias imperantes tanto a nivel musical como instrumental.

Los hermanos Ansola a los que Rodrigo dedicó su “Ansola Suite”, obra publicada el pasado mes de diciembre, consideraban que la música para txistu de Rodrigo de Santiago era una música auténtica vasca y de exquisita calidad musical, ya que no sólo hacía trabajar a la melodía y como es costumbre al txistu primero, sino que este trabajo lo comparte tanto el txistu segundo como el silbote.

4. Rodrigo de Santiago, una figura de actualidad

Con motivo del centenario de su nacimiento, celebrado el pasado año 2007, se le han rendido varios homenajes en su tierra natal, destacando el de la XXXV Semana musical de Errentería”, celebrada en mayo y organizada por la Sección de Música de Eusko Ikaskuntza así como los organizados por el grupo Bertziztu en junio y en octubre. En ambas ocasiones se contó con la presencia del hijo que disfrutó de dichos actos que tuvieron lugar en Durango. En el mes de diciembre se celebró el último de los homenajes en Barakaldo, acto organizado por el Conservatorio de dicha localidad y la Sección de Música de Eusko Ikaskuntza. Todos estos homenajes, junto con la recuperación de la obra que se conservaba en A Coruña y posterior traslado a Eresbil, y el laborioso trabajo que está realizando Berziztu en colaboración con Javier Hernández Arsuaga para que el Método de Txistu se publique, hace que la figura de Rodrigo se revalorice y pase a estar de plena actualidad.

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