En Euskonews nos interesa su opinión. Envíenosla!
¿Quiere colaborar con Euskonews?
Arbaso Elkarteak Eusko Ikaskuntzari 2005eko Artetsu sarietako bat eman dio Euskonewseko Artisautza atalarengatik
On line komunikabide onenari Buber Saria 2003. Euskonews y Media
Astekari elektronikoari Merezimenduzko Saria
Amelia GUIBERT NAVAZ
No menos importante que su actividad artística es la acción innovadora docente de María Esther. En la década de los 50, su actividad profesional dará un giro. Sigue ampliando y perfeccionando hasta edad avanzada su labor creativa artística, en su estudio, en Amara, pero su actividad principal será la educativa. Y, muy especialmente, se dedicará con intensidad y dedicación, desde la segunda mitad de los 50, a la educación de niños con discapacidades.
Los motivos de este giro son varios, pero, quizá, el primordial sea, el interés que a lo largo de toda su vida le habían despertado los niños, ya desde sus estudios de magisterio, y que había ejercido plenamente desde su posición de tía de sus muy numerosos sobrinos. En segundo lugar, hay que destacar la influencia que ejerció su hermano José María Navaz, becado por la Junta para especializarse, en la Sorbona, en la educación de niños con discapacidades, como se señala en mi artículo publicado en Euskonews n.º 498.
María Esther en torno a 1970.
Foto Sadi Cohen.
Esta influencia la conducirá, en tercer lugar, a una intensa y larga etapa de formación específica en estudios de foniatría, logopedia y lenguaje de signos1 en el Colegio Nacional de Sordomudos en Madrid. Como consta en el Título emitido por la prestigiosa Entidad, terminó “los estudios correspondientes al profesorado especial de Sordomudos en 31 de enero de 1956, habiendo sido declarado apto” y otorga el Título correspondiente con fecha diez de febrero de 1956.
Esta prolongada e intensa preparación específica le permitió atender en Alameda, 2, 2º, de San Sebastián, a alumnos de discapacidades, en especial, las auditivas. Posteriormente, creó un Centro para alumnos con alteraciones de lenguaje en la calle Felipe IV, en Amara. En 1956, será nombrada Delegada de la Asociación de Sordos de Guipuzcoa. Se debe destacar la estrecha relación que mantuvo con ARANSGI ya desde su fundación, en 1966. María Esther Navaz colabora con la Asociación para la Rehabilitación Auditiva de Niños Sordos en Gipuzkoa, llegando a asumir durante unos años su Dirección. Actuó directamente en la preparación del profesorado, en la elaboración de unos materiales didácticos de gran calidad, gracias a su categoría pictórica, y en la atención directa a los niños de los Centros de Educación Especial de Sordos de Aransgi. Asumió la dirección del primer Centro escolar, creado en 1968, que tuvo su primera sede en el Asilo de la Caridad, en el Alto de Aldapeta de Donostia y, posteriormente, colaboró directamente, con sus frecuentes visitas, en la buena marcha de los centros de Bergara (1970) y Tolosa (1973).
Por último, hay que destacar la importancia que tuvo para María Esther, tanto en el campo personal como profesional, el ejercer la tutoría de Sadi. Muy reconocida por su labor pedagógica, incluso en medios internacionales, ya que participó en congresos y cursos internacionales, fue elegida, desde Marruecos por la familia Cohen, como profesora tutora de su hijo sordo, de corta edad que, fue acogido en el domicilio de Carmela y Esther. Sadi fue para Esther un hijo, admitido como tal por toda su amplia familia, al que educó durante muchos años, enseñó a hablar correctamente y encauzó profesionalmente en el mundo artístico de la fotografía e imagen.
Así pues, su dedicación a los niños con discapacidades no terminó cuando se incorporó a su plaza de Dibujo, en el Instituto Peñaflorida de San Sebastián en 1966, ni cuando, más adelante, sea nombrada Catedrática de Dibujo. Su actividad como profesora de Bachillerato la había realizado en San Sebastián durante los cursos 53-58, antes de que se le reconociera su título de profesora numeraria, sin percibir por ello ningún sueldo. Tras el reconocimiento de su título oficial de profesora de Bachillerato, en 1958, fue nombrada profesora del instituto de Vitoria aunque pidió la excedencia voluntaria por la plena dedicación a Sadi y a sus alumnos con discapacidades.
A lo largo de esta larga etapa docente, como ya se ha dicho, participará en congresos internacionales como experta en educación de Sordos. El último del que se tiene constancia, en 1972, como consta en el Diploma “D’audiophoniee de Creations Raymond Jouve - Paris”.
Óleo de María Esther sin fechar.
Al margen de su gran obra en el campo artístico y docente, María Esther destaca en tres facetas personales: Su sentido de independencia, el amor a su intimidad personal y su entrega incondicional a los que quería, en especial a sus alumnos. No he conocido nunca una profesional tan entregada a “sus niños” a los que veía siempre con un cariño de madre. Indudablemente, gracias a ello conseguía sacar de éstos, incluso alumnos con graves carencias, todo lo mejor posible.
No sé si me perdonará tía Teté, tan adorada por todos sus sobrinos, que quería pasar siempre desapercibida, que no le gustaba el protagonismo y que hacía su labor —ya sea docente o artística— de una manera callada, el que haya escrito este artículo. No quiso en su época madura, aunque se le propuso, el hacer una exposición de sus obras artísticas, ni tampoco el dar publicidad a su obra docente ya que, como decía su sobrino Miguel Correa, María Esther “prefiere un beso de algún discípulo a cualquier muestra de reconocimiento”2. Pero creo que tengo una obligación: dar a conocer a personas, como María Esther, de nuestra tierra que deben ser investigadas en profundidad.3
1 Su perfecto dominio del lenguaje de signos la convertirá repetidas veces en intérprete de sordos en la Audiencia de San Sebastián.
2 Con el título Academia para sordos aparece una carta al Director de Miguel Correa donde se dice que “Ya desde el año 1955 en el Boulebard, nº 2, existía una academia para sordos en San Sebastián, dirigida por María Esther Navaz Sanz...” El Diario Vasco, 18 de febrero de 2000. Al veranear con mis tías Carmela y María Esther en ese domicilio por esas fechas puedo constatar la veracidad del dato dado.
3 Quiero agradecer el apoyo y la generosa aportación de documentos, fotografías y obras de arte que nos ha proporcionado nuestra amplia familia, en especial, a mis primos/as de Madrid, Pamplona y San Sebastián. Y señalar que, gracias a mi prima Elvira Correa San-Martín, también —como su tía— maestra especializada en la educación de sordos y logopeda, he podido escribir este artículo.
La opinión de los lectores:
comments powered by Disqus