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Creencias Marineras en el País Vasco entre los siglos XVIII al XXI

Xabier ARMENDARIZ, Eusko Ikaskuntza

Desde el albor de los tiempos, marinos y pescadores han tratado por diversos medios de conjurar y aplacar la furia de los elementos.1 Unas veces proponiendo sacrificios y donativos antes de hacerse a la mar; otras rogando a los cielos en el momento de enfrentarse a la tormenta a través de un pacto contractual consistente en ofrecer una compensación a la divinidad intercesora en forma de promesa a cumplir o exvoto.

Si bien no existen pruebas determinantes, son múltiples los indicios que indican una evolución y sincretismo de las antiguas creencias indígenas vascas con los cultos importados durante el periodo de la romanización. Así, los antiguos dioses marítimos grecorromanos y orientales como Venus Marina e Isis Pelagia habrían constituido los antecesores de la popular e imprecisa Stella Maris. Ya a comienzos del siglo XX Adolf Schulten especulaba sobre la posibilidad de hallar restos de templos dedicados a Venus Marina, bajo los cimientos de los actuales templos vascos de advocación marinera.2

Es sin embargo desde el Renacimiento europeo cuando el fenómeno votivo asociado al cristianismo irrumpe con fuerza en toda Europa, dando pie a un aumento de la variedad y calidad de los exvotos, siendo especialmente notables por su belleza los asociados al mundo marítimo. El País Vasco, en toda su extensión costera, no había de quedar al margen de la cultura marítima circundante. Así, son múltiples los templos, tanto iglesias, como ermitas y humilladeros donde se conservan este tipo peculiar de exvotos y ofrendas. Estos, al margen de su importancia artística y náutica como patrimonio mueble, no han ido acompañadas en el tiempo de las historias y las actitudes humanas que las generaron, lo que ha derivado en un desconocimiento —algo, lamentablemente, común a nuestro patrimonio marítimo— de los convencionalismos religiosos y supersticiosos de los marinos vascos.

En este contexto, el análisis pormenorizado de los exvotos vascos nos proporcionan aún detalles que pueden ayudar a aclarar el camino de las creencias marineras en la etnografía marítima del País Vasco.

Siglos XVIII y XIX

Exvoto  paquebote correo Colon. 1768. Nuestra Señora del Socorro. (Muzkiz)

Exvoto  paquebote correo Colon. 1768. Nuestra Señora del Socorro. (Muzkiz).

Los exvotos marineros que han sobrevivido a los avatares de la historia en nuestro entorno pertenecen en su gran mayoría a los siglos XVIII, XIX y XX. Se trata de maquetas de barcos, cuadros y diversos elementos ornamentales. Sin duda los materiales votivos que más información proporcionan al historiador y al etnógrafo marítimo son las representaciones pictóricas. En estos últimos, además de una imagen vivida del accidente y o suceso milagroso en la mar, se incluye, por lo general, una leyenda a pie de cuadro con las descripción detallada de los sucesos acontecidos, así como una representación de la divinidad intercesora.

Producto de la influencia mediterránea, los primeros exvotos del siglo XVIII presentan una profusión narrativa muy importante, sin duda con el objeto de hacer público al mayor número de gente posible el relato del suceso milagroso.

A comienzos del XIX el panorama votivo experimenta un giro en cuanto al carácter público de las ofrendas. Si bien siguen siendo depositadas en iglesias y ermitas, tanto los cuadros como las maquetas de barco presentan una economía de información paradójica, hasta el punto de hacer muy difícil para el especialista la datación y adscripción de la obra votiva. Desaparece cualquier representación del la divinidad así como la práctica totalidad de la información sobre el suceso; no así una imagen muy gráfica y de mejor calidad técnica del suceso en la mar.

Todo parece indicar, que las clases pudientes (capitanes, oficiales y armadores) siguen manteniendo el fervor marinero hacia determinados santos y vírgenes, sin embargo se vuelven más reacios a manifestar en público su agradecimiento, quedando el contrato votivo en un ámbito lo más particular e íntimo posible.

Exvoto bergantín Juanito. 1857. Nuestra Señora de Begoña. (Bilbao)

Exvoto bergantín Juanito. 1857. Nuestra Señora de Begoña. (Bilbao).

Siglos XX y XXI

El siglo XX trae consigo la definitiva implantación del reino del “vapor” frente a la vela. A pesar de permanecer inalterados los peligros del mar, sí es cierto que la generalización del vapor y posteriormente de los motores diesel hacen que aumente ostensiblemente la seguridad en buques mercantes y en grandes travesías. Esto se traduce en un decaimiento importante de las ofrendas provenientes de marinos mercantes y militares, quienes sustituyen la confianza en la Providencia por la seguridad de un motor potente con su respectiva hélice.

En el mundo pesquero, sin embargo, más expuesto tradicionalmente a las penurias del mar, las creencias y supersticiones marineras se mantienen inalteradas, al menos hasta las dos últimas décadas del siglo XX. La mayor parte de la producción de exvotos en templos vascos tiene como autores a pescadores que ofrendan maquetas de botineras o merluceras, redes, fanales guindolas, etc.

L’ex-voto. Henri Royer. (1896-1938) Óleo sobre tabla

L’ex-voto. Henri Royer. (1896-1938) Óleo sobre tabla.

Tan sólo en época de conflicto bélico aparece algún exvoto proveniente de marinos mercantes o militares, una plasmación precisa del viejo adagio que dice que algunos sólo se acuerdan de Santa Bárbara cuando truena.

Poco o nada se ha conservado en el campo de la etnografía respecto a las costumbres religiosas y supersticiosas de los marineros vascos de épocas pretéritas. Lo poco que conocemos, o bien nos lo indican los exvotos, o hemos de acudir a los esfuerzos realizados por los investigadores desde el último cuarto del siglo XX hasta la actualidad. Así, con la progresiva laicización de la comunidad pesquera y marinera, tan sólo algunos individuos de avanzada edad están aún en condiciones de relatarnos las supersticiones y rituales de la gente del mar. Gracias a ellos conocemos, por ejemplo, los rituales de botadura de las embarcaciones, algunos rezos propiciatorios de la pesca, así como actitudes respecto a la adversidad marinera.

La poca información —no me cansaré de insistir en su escasez— de que disponemos, nos proporciona, sin embargo, aspectos residuales muy curiosos y reveladores de lo que puede considerarse como la pervivencia de los antiguos mitos marineros paganos y su sincretismo con la religión cristiana. Sirva de ejemplo una costumbre procedente de Orio , que indica el hábito de no recoger a un ahogado si se lo encontraban en alta mar; tan sólo descubrirse, rezar un Padre Nuestro, continuar la singladura.3 Estas actitudes obedecen probablemente a las antiguas creencias en las que un hombre ahogado no era sino un alma reclamada por los dioses del mar, de forma que su recogida y traslado a tierra para darle santa sepultura contravendría un regla no escrita, pero sí aún latente en la mentalidad popular vasca.

Conclusión

A modo de conclusión, me interesa constatar que los estudios sobre antropología marítima y religiosidad popular marinera, a pesar de haber sufrido un imperdonable menoscabo, pueden ser aún una valiosa fuente de información para entender un proceso en el que nos vemos inmersos, y que por cercanía, quizás no seamos capaces de valorar hasta que los años marquen distancia, como es el tremendo cambio en la sociedad marinera y pesquera vasca; tanto desde el punto de vista social, económico y estructural, pero también religioso y popular. Es muy posible que la religiosidad y las supersticiones cambien para siempre en este punto de inflexión histórico, sin embargo estoy convencido que, de una manera o de otra, a pesar de la tecnología y seguridad en la mar, en tanto en cuanto la vida de un marinero diste del abismo tan sólo por el grosor de la chapa del casco, seguirán existiendo actitudes supersticiosas atávicas en el alma de los marinos vascos.

1 Este artículo es un resumen de la comunicación homónima presentada a  las VI Jornadas de Antropología Marítima, organizadas por Eusko Ikaskuntza en 2010.

2 SCHULTEN Adolf. “Venus Marina”. En: Revista Internacional de los Estudios Vascos - Revue Internationale des Etudes Basques (18). pp. 373-380, Donostia, 1927. pp 373-380.

3 GARMENDIA LARRAÑAGA, Juan;  PEÑA SANTIAGO, Luis Pedro. El mar de los vascos, II: del Golfo de Vizcaya al Mediterráneo. Leyendas, tradiciones y vida. Donostia : Editorial Txertoa, 1982. p.80.

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