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HISTORIA
La alpargata ha sido un calzado muy usual, sobre todo en la zona de cultura
mediterránea (Navarra y Álava). También fue usado en
la zona cantábrica (sobre todo en los centros urbanos), alternándose
con otro tipo de calzado como eran abarcas.
Así nos contaron en Álava como por los pueblos pequeños
pasaban los vendedores de alpargatas. Incluso por Obecuri (Treviño)
antes de la guerra (1936-1939) solía pasar uno de Logroño,
que las hacía en el mismo pueblo según el tamaño que
se le solicitaba. Eran de suela de cáñamo. Cobraba 6 reales
el par. Cuando preguntamos si usaban abarcas nos comentaron: "Las abarcas
de goma eran cosa del País Vasco".
Los pescadores, las mujeres de pescadores y los críos antes de la
guerra mayoritariamente andaban descalzos. Incluso cuando iban con alpargatas,
para ir a la iglesia, por ejemplo, estas las llevaban en la mano para que
no se estropearan, e iban descalzo hasta la puerta del templo en donde se
las ponían. Los choclos o chanclos los usaban las caseras y pescadoras
en los días de lluvia. Dentro llevaban abarcas o alpargatas.
Uno de mis informantes durante el tiempo que estuvo trabajando en el Puerto
de Pasajes, en el control del pescado que entraba, se ponía choclos
(zuecos y en euskera eskalaproiak) encima de las alpargatas para no estropearlas.
Eran estos zuecos de madera, sin tacos, con suela lisa. Algunos colocaban
tiras de goma para no resbalarse.
El padre de uno de nuestros informantes era tan mañoso que él
mismo se fabricaba sus alpargatas. La suela la hacia con la cuerda de los
atados de la paja ("sisal"), y con tela dura que cosía
su mujer. Luego con un poco de brea caliente impermeabilizaba la suela.
Cosido a mano de la suela. |
Me contaron que se solía poner alpargatas a los niños pequeños
para que aprendieran a andar, pues se decía que aprendían
antes.
Antaño todas las alpargatas se ataban con cuerdas. Hoy solamente
las alpargatas para grupos de baile van con cuerdas.
El abuelo de uno de nuestros informantes de Treviño tenía
tienda en esa localidad, en donde vendían de todo, "incluso
alpargatas". Una vez en tiempo de las carlistadas, para que no se las
llevaran los carlistas, quitaron a todas las alpargatas las cintas.
El suelo de la alpargata se hacía con yute, pero cuando escaseaba
se usó esparto, e incluso cáñamo. En este caso para
la suela ponían el interior material de peor calidad y por fuera
con buen cáñamo.
De críos cuando estaban embreando una calle iban y manchaban la suela con "galipot" y luego pisaban gravilla y así les duraba mucho más.
Julián cose a mano la suela de la alpargata. |
Durante la Segunda Guerra Mundial se hizo una enorme cantidad de alpargatas
para los alemanes que pasaban por Gipuzkoa: "todos de gran tamaño",
recuerda nuestro artesano.
Se usaban alpargatas blancas, negras y azul marino, en hombres y las mujeres
también rojas. La gente "más elegante" usaban blancas.
La clase media de la ciudad usaba siempre alpargatas, salvo cuando llovía
que llevaban zapatos. En verano la alpargata blanca y en invierno negra.
Los domingos también alpargatas.
Uno de mis informantes por trabajar en una sastrería tenía
obligación de usar zapatos al ir a trabajar. Los domingos en verano
para ir al monte, a la playa o "a las rocas" (al mar) usaba alpargatas.
La alpargata antes no tenía suela de goma como ahora, eran con suela
de esparto y se destrozaban rápidamente, a veces duraba sólo
una semana. Me comentan que "a veces cuando salías con blancas
recién estrenadas y te cogía la lluvia en la calle volvías
a casa con las alpargatas destrozadas y sucias". Una vez mojadas además
olían muy mal.
Cosido final. |
En esas mismas fechas en Azkoitia estaba la fábrica de D. Esteban
Alberdi dedicada a la fabricación de tela para alpargatas, que vendía
en toda la provincia. Funcionaba gracias a una turbina que era accionada
por el agua. Tenía una maquina de vapor de 10 CV. para mover las
maquinas en verano, en tiempos de escasez de agua. Su producción
ascendía a 200 m. día de tela para alpargatas.
Del mismo Esteban Alberdi era otra fábrica de nombre Santa Clara,
situada también en Azkoitia. Estaba dedicada a la hilandería
y fabricación de yute. Su motor principal era de 25 caballos y daba
empleo a 30 operarios.
También en Azkoitia (y continuamos hablando de 1894) el industrial
Narciso Arambarri tenía una planta de hilar y trenzar. Una rueda
hidráulica de 4 caballos daba la fuerza a 6 máquinas de hilar
en la que trabajaban 10 operarios. Su producción se dedicaba a la
fabricación de alpargatas. Daba trabajo en otra nave a 80 operarios
que producían a razón de 500 docenas de alpargatas a la semana.
En esas fechas había en Azkoitia más de 20 talleres dedicadas
a la fabricación de alpargatas, con más de 500 operarios trabajando.
Sus productos se vendía principalmente en Bilbao y en la isla de
Cuba.
Mis informantes conocieron un taller en Hondarribia que estaba compuesto por una familia que se dedicada a la confección de alpargatas. La Familia Echeveste. Eran tres hermanos Sabino, Leandro, Pepita. La madre solía ocuparse del cosido. En una mesa en la calle, se les solía ver fabricar sus alpargatas. Leandro fue el último superviviente y murió hacia 1993. Solía acudir a las ferias de artesanía con sus banco y fabricaba allí las alpargatas.
Almacen de alpargatas de los Iruretagoyena. |
En Elgoibar había una fabrica muy importante, la de Arrieta (en
la calle San Francisco, cerca de la Magdalena). Las suelas las preparaban
particulares en sus casas. Ellos mismos teñían las telas.
Se enviaban muchas a Cuba.
En la calle Bermíngham, de San Sebastián, pegando al muro
de la carretera que subía a la Plaza de Toros (hoy desaparecida),
existía una pequeña casa, de un piso, en cuyos bajos estaba
la fábrica de alpargatas Uzcudun, quizá las más utilizadas
por los niños y adolescentes en San Sebastián, en el decenio
de los 40. Estaban fabricadas con una tela muy fuerte y en la puntera de
la alpargata, por la parte superior, tenían un refuerzo de badana
o cuero. La suela era de goma, pero no de goma blanda como algunas zapatillas,
sino de una goma resistente que decían era obtenida de cubiertas
viejas. Fuera así o no, por su aspecto -color y tipo de goma- parecía
serlo. Eran alpargatas muy duraderas, ajenas a la lluvia o el riego de las
calles, que el coche-bomba hacía los días de mucho calor,
o el riego diario de los barrenderos, en las aceras de los mercados de San
Martín o La Brecha. Sólo se fabricaban en color negro.
También en San Sebastián existía otra, la de los Ecenarro,
en la calle Matía, en el barrio del Antiguo que hacían y vendían
alpargatas.
Hemos estudiado el censo industrial de 1931 y tenemos que en esas fechas en Gipuzkoa había 60 talleres dedicados a la fabricación de alpargatas: 25 Azkoitia, 6 Azpeitia, 2 Beasain, 2 Eibar, 4 Elgoibar, 6 Errenteria, 1 Irun, 3 Oñati, 2 San Sebastián, 4 Segura y 5 en Bergara. En Navarra 24: 9 en Pamplona, 1 Castejón, 5 Cintruénigo, 1 Buñuel, 6 Espronceda, 1 Puente la Reina y 1 Tafalla; en Bizkaia 4: Bilbao, Bermeo, Durango, y Trucios. Total 88 talleres.
Almacen de alpargatas de los iruretagoyena. |
Hoy ha descendido mucho el uso de la alpargata en la vida cotidiana. Se usa para la playa, o para las manifestaciones festivas, día de los Alardes, Fiestas Vascas, o Euskal-Jaiak y Kale-giras, grupos de baile, etc. Hay muchos tipos, tanto en modelos (con tacón, sin tacón,...) como en colores de todo tipo.