EL PROCESO

Trae la madera de Francia. Para este tipo de productos usa solamente el abedul ya que es una madera que no absorbe líquidos. Se hace con la madera en verde.

Nos dice Juan Pedro que el corte hay que hacerlo con la luna en creciente, sea invierno o verano, ya que si se corta en otras fechas se pudre. Si además de ser en creciente se corta en invierno la pieza aguanta más sin amarillear, máximo tres meses en invierno, ya que después se va poniendo negra y se pudre. Para hacer la pieza no se necesita esperar, se puede efectuar de forma inmediata tras el corte, pero que nunca pase de los tres meses (en invierno) y algo antes si se ha cortado en verano.

Inicia el trabajo cortando con la motosierra la rama para sacar el trozo deseado. Posteriormente con el compás traza lo que serán las partes lisas (boca-culo) de la pieza o ambas caras.

Con la sierra marca en un costado donde va a ir el mango y sujeta la pieza en un gran tornillo de banco, también de madera y con el hacha a la que golpea con un gran martillo de nylon va quitándole la corteza.

Posteriormente con una cuchilla guillotina, que llama “auzia” o “azia” va afinando la parte exterior de la pieza.

Mete a continuación la pieza entre unos palos que le sirven de mordaza o banco que llama “urka” a los que previamente ha mojado para que le sujeten mejor la pieza. Allí hace en el interior un agujero con el berbiquí que llama “taratulo”, agujero que luego agranda con el formón y martillo, mientras perfila mejor el mango.

Con ayuda de un palo y una herramienta que llama “errakia” inicia la labor más larga cual es la de hacer en interior. La “errakia” es un hierro largo insertado en un mando largo, cuyo fino tiene forma de letra “C”. Con ella apoyada en el palo va sacando el material del interior del “kaiku”. Hay que tener en cuenta que el palo está apoyado en la cintura y es con la cintura con la que empuja el palo y así la herramienta, con lo que quien da la fuerza de corte es el cuerpo, mientras con las manos solamente guía la herramienta.

Para el palo antes usaban la madera de acebo pero como ahora esta protegido usan de avellano.

Según va haciéndose mayor el agujero va cogiendo un palo de mayor grosor para el trabajo, al igual que va cogiendo otras “errakias” de distintos grosores.

Usando de nuevo el berbiquí hace un nuevo taladro, pero con mucho cuidado de perforar el recipiente y ahora con una herramienta semejante a la “errakia” pero que termina en forma de “O” y que llama “orkilla” con cuyo auxilio ha terminando el fondo interior de la pieza y de nuevo refina el interior con otra “errakia” y otra herramienta que termina en forma de cuchara de sopa que llama “kutxaria” con la cual va haciendo el fondo.

Una vez vaciado lo lleva a casa y en una habitación que tiene sin calefacción (para que la temperatura sea lo más estable posible) lo guarda durante 4 meses para que se seque.

Transcurrido este tiempo, con una herramienta semejante a la cuchara pero construida con un formón doblado en ángulo recto que llama “azada”, termina bien en fondo interior y les hace el agujero central que tapa con un taco del mismo material y cuyo fin es que no se abra y rompa y afina las caras exteriores con el bastrel y por dentro la parte baja del mango, terminando con una “orkilla” pequeña. Afina con una cuchilla de acero y luego con la lija con ayuda de un cepillo eléctrico.

Solamente queda hacer el borde perimetral en la boca con ayuda de una gubia con bocas en “V” que servirá solamente de adorno.

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